YEMEN – GENOCIDIO. La indiferencia del mundo que es sordo y es mudo al fin sentirás

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Un festival de la hipocresía

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A pesar que la redacción del despacho que va a continuación es (¿deliberadamente?) confusa, no se puede tapar el sol ni con un dedo ni con un harnero. La coalición que bombardea todo el tiempo la mayor parte del pobrísimo Yemen, incluida su capital, Sanaá -controlada por la minoría hutí, una rama del chiísmo (foto) – está liderada por el poderoso vecino saudita y respaldada por Estados Unidos. A pesar de que la coalición alegó inicialmente que los hutíes estaban respaldados por Irán, cualquiera que mire el mapa se dará cuenta de que Irán está imposibilitado de apoyarlos más que moralmente, ya que los golfos de Omán y de Adén están celosamente custodiados por la U.S. Navy. El aprovisionamiento de los hutíes sólo se puede hacer con contrabando hormiga y a precios de oro a través de mercaderes de Omán o de la frontera con la agresora Arabia Saudita, cuyo sur está mayoritariamente poblado por sojuzgados hutíes. Todo esto viene a cuento de la hipocresía de la noticia. De los 25 millones de habitantes de Yemen, dice la ONU, la mitad necesita urgente ayuda humanitaria, y tres cuartas partes de éstos -de los cuales casi la mitad son mujeres y niños- corren el riesgo de morir de inanición. Es un verdadero genocidio y no hay que ser un lince para averiguar quienes bombardean hospitales y los destruyen, ya que los hutíes carecen de aviación. Desde que hace un año y medio los aviones de Arabia Saudita y sus aliados machacan Yemen, Al Qaeda ha florecido y ocupado poblaciones en el sureste del país. Estados Unidos dice combatir al Estado Islámico, pero lo incontrastable es que apoya a la coalición que aniquila a sus enemigos naturales del autodenominado Califato y no está claro que ataque a Al Qaeda. Algo muy parecido a lo que ocurre en Siria, donde la US Air Force atacó y mató quizá hasta noventa soldados sirios que habían ocupado una estratégica colina que rápidamente fue recuperada por Al Nusra, el capítulo sirio de Al Qaeda, obscenamente apoyado por Israel y cuyas tropas son al parecer instruidas por estadounidenses. Este “error”, este “fuego amigo”, fue el principal de un puñado de motivos que convirtió la tregua pactada entre Washington y Moscú en papel mojado. A su vencimiento, Rusia y el gobierno de Damasco explicaron que no tenía ningún sentido renovarla, puesto que EEUU tampoco cumplió en separar a las fuerzas de la supuesta “oposición moderada” del Estado Islámico, Al Nusra y otros grupos takfiríes, que quedaron fuera de la tregua, emprendiendo permanentes ataques, en y alrededor de la ciudad de Alepo, que era la más industrial y poblada hasta hace cinco años.

CRISIS

Al menos de 7,6 millones de yemeníes sufren malnutrición, denunció la ONU

 

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La ONU denunció hoy que al menos de 7,6 millones de personas, entre ellos tres millones de mujeres y niños, sufren malnutrición, y hasta 12 millones necesitan de forma urgente ayuda humanitaria en Yemen, sumido en un conflicto armado y político desde hace casi cinco años.

La alta comisionada adjunta para los Derechos Humanos de la ONU, Kate Gilmore, relató ante el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, la grave situación por la que pasan los yemeníes.

“La crisis humanitaria en Yemen es una de las peores del mundo”, dijo Gilmore al relatar la situación desesperada de millones de yemeníes, citada por la agencia de noticias EFE.

“En todo el país más de tres millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y viven en condiciones extremadamente peligrosas y miserables”, agregó la experta.

Además, destacó que durante el último año y medio de guerra murieron casi 10.000 civiles.

Yemen está sumido en el caos desde hace cinco años, cuando estallaron en plena Primavera Árabe protestas populares que no cesaron hasta que el entonces presidente Ali Abdullah Saleh aceptó dejar el poder en manos de su vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi.

Hadi fue ratificado en las urnas como jefe de Estado en febrero de 2012, pero en marzo de 2015 huyó a la vecina Arabia Saudita cuando los hutíes, que ya controlaban la capital, Sanaá, desde fines de 2014, acorralaron al mandatario y a sus fuerzas en la ciudad portuaria de Adén.

Desde la huida de Hadi, Arabia Saudita lidera una campaña de ataques aéreos contra los rebeldes chiitas al frente de una coalición de países árabes sunnitas que incluye a Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Barhéin, Egipto, Marruecos, Jordania, Sudán, Senegal y Malasia, y está apoyada por Estados Unidos.

La alianza liderada por Riad, que comenzó sus operaciones en Yemen en marzo de 2015 en apoyo al exiliado presidente Hadi, intensificó sus ataques contra supuestas posiciones de los hutíes desde el fin de las conversaciones de paz en Kuwait el pasado 6 de agosto.

Hoy, el Pentágono informó que fuerzas estadounidenses acabaron con la vida, en dos ataques separados, de cuatro supuestos miembros de Al Qaeda en Yemen.

El Mando Central, encargado de las operaciones militares en Oriente Medio, detalló que los ataques se realizaron el 20 y el 22 de septiembre.

El conflicto yemení hace temer que Al Qaeda, que perpetró los atentados del 11-S en Estados Unidos, vuelva a recuperar su poder de reclutamiento y territorio, pese a los bombardeos sauditas y al polémico programa estadounidense de aviones no tripulados (drones) armados para golpear a los extremistas, que ya provocaron un número de víctimas civiles sin clarificar.

Gilmore denunció, además, que en los últimos meses se han registrado hasta 41 ataques contra lugares protegidos como centros de salud, escuelas, mercados y lugares de culto.

Todos estos ataques son claras violaciones de la ley humanitaria internacional, recordó la alta funcionaria, quien acusó a todas las partes en conflicto de perpetrar dichos abusos.

Además, Gilmore recordó que la situación ha creado vacíos de seguridad, lo que ha permitido la proliferación de grupos armados, muchos de los cuales han mostrado su afiliación a los yihadistas de Al Qaeda y Estado Islámico.

Médicos Sin Fronteras (MSF) instó ayer al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar “medidas audaces y prácticas” para asegurar que 2016 es el último año en el que “los hospitales son bombardeados masivamente mientras el mundo observa en silencio”.

La ONG de salud publicó dos informes sobre el bombardeo a dos hospitales apoyados por la organización en el Yemen por parte de la coalición árabe

En el caso del hospital de Abs, en la provincia de Haya, que sufrió un ataque el pasado 15 de agosto, murieron 19 personas, entre ellos un empleado de MSF.

Este bombardeo aéreo, el quinto contra un centro médico respaldado por MSF en el Yemen y el más mortífero, iba dirigido contra un vehículo que llegó al hospital pero que, según la ONG, no tenía armas y sus ocupantes iban vestidos de civiles.

Otro blanco fue a la clínica de campaña de MSF en Al Houban, en la provincia de Taiz, el 2 de diciembre de 2015, donde una persona falleció y ocho resultaron heridas, aunque el centro estaba cerrado en el momento del ataque.


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