TRUMP – UNA MIRADA OPTIMISTA. Las manifestaciones en EEUU están impulsadas por la oligarquía

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craig-robertsComo en la nota anterior, también aqui se habla de una conspiración, pero no ya la de Trump para acceder al poder, sino de la oligarquía (vale decir, el complejo militar-industrial-financiero) para debilitar a Trump a fin de someterlo (y de no poder conseguirlo, asesinarlo). Los trabajos del autor -un raro republicano de izquierda, podría decirse- han sido publicado muchas veces por Pájaro Rojo a instancias de Montserrat Mestre. JS

 

 

 

POR PAUL CRAIG ROBERTS*

La reforma siempre provoca furia por parte de aquellos que se benefician del viejo orden. Arthur M. Schlesinger, Jr., La Crisis del Viejo Orden

¿Quiénes son los manifestantes anti-Trump manchando el nombre de progresistas pretendiendo ser progresivos y negándose a aceptar el resultado de las elecciones presidenciales? Parecen, y están actuando peor que, la “basura blanca” que están denunciando.

Creo que sé quiénes son. Son matones por contrato y son pagados por la Oligarquía para deslegitimar la presidencia de Trump de la misma manera que Washington y el Fondo Marshall alemán pagaron a los estudiantes en Kiev para protestar contra el gobierno ucraniano elegido democráticamente y preparar el camino para un golpe.

La organización change.org, que pretende ser un grupo progresista – pero que podría conformar un frente,  junto con otros grupos progresistas, manipulado por la Oligarquía– está destruyendo la reputación de todos los progresistas haciendo circular una petición a los electores del Colegio Electoral para que anulen las elecciones y den sus votos a Hillary. ¿Recuerdan cuan trastornados estaban los progresistas cuando Trump dijo que no aceptaría el resultado de la elección si había evidencia de que la votación había sido arreglada? Ahora los progresistas están haciendo lo que condenaron a Trump por decir que podría hacerlo bajo ciertas condiciones.

Los “presstitutes” occidentales utilizaron las protestas en Kiev para deslegitimar a un gobierno elegido democráticamente y dejarlo servido para un golpe de Estado. La paga de la protesta era lo suficientemente buena como para que los no-ucranianos vinieran de países cercanos para participar en ella. Entonces contabilizaba las cantidades pagadas diariamente a los manifestantes. Los informes me llegaban de Europa oriental y occidental de  parte de  de personas que no eran ucranianas, pero que fueron pagadas para protestar como si lo fueran.

Lo mismo sucede con las protestas contra Trump. CNN informa que “para muchos estadounidenses en todo el país, la victoria de Donald Trump es un resultado que simplemente se niegan a aceptar. Decenas de miles de personas llenaron las calles de por lo menos de 25 ciudades estadounidenses de la noche a la mañana”. Ésta es la información exacta que la Oligarquía deseaba de sus “presstitutes” y obtuvo.

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Supongo que nadie piensa que las protestas simultáneas en 25 ciudades fueron un evento espontáneo. ¿Cómo lograron las 25 protestas independientes llegar a las mismas consignas y los mismos signos en la misma noche después de las elecciones? ¿Cuál es el punto de las protestas, y a qué interés sirven?

Los romanos siempre preguntaban, “¿quién se beneficia?”. Sólo hay una respuesta: la Oligarquía y sólo la Oligarquía es quién se beneficia.

Trump es una amenaza para la Oligarquía, porque tiene la intención de detener la entrega de empleos estadounidenses a los extranjeros. La oferta de empleos, santificada por los economistas de la chatarra neoliberal como “libre comercio”, es una de las principales razones del empeoramiento de la distribución del ingreso en el siglo XXI. El dinero que anteriormente se pagaba en los salarios de la clase media y los salarios a los empleados fabriles estadounidense y graduados de la universidad se ha reencaminado a los bolsillos del Uno por Ciento.

Cuando las corporaciones estadounidenses trasladan su producción de bienes y servicios que venden a los estadounidenses a países asiáticos, como China e India, su factura salarial disminuye. El dinero pagado anteriormente en los ingresos de la clase media va a bonos de los ejecutivos y dividendos y ganancias de capital a los accionistas. Las escalas de movilidad ascendente que habían hecho de América la tierra de las oportunidades fueron desmanteladas con el único propósito de hacer multimillonarias a un puñado de personas.

Trump es una amenaza para la Oligarquía porque tiene la intención de mantener relaciones pacíficas con Rusia. Para reemplazar la rentable pero extinta amenaza soviética, la Oligarquía y sus agentes neoconservadores trabajaron horas extras para recrearla demonizando a Rusia.

Acostumbrado a muchas décadas de exceso de beneficios de la lucrativa Guerra Fría, el complejo militar/de seguridad se enojó cuando el presidente Reagan puso fin a la Guerra Fría. Antes de que estas lixivias sobre los contribuyentes estadounidenses pudieran hacer que la Guerra Fría volviera, la Unión Soviética se derrumbó como resultado de un golpe de derecha contra el presidente soviético Mijail Gorbachov.

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El complejo militar/de seguridad y sus agentes neoconservadores sionistas prepararon “la guerra contra el terror” para mantener el dinero fluyendo hacia el Uno por Ciento. Peroa pesar de lo duro que trabajaron los medios “presstitutes” para crear miedo a la “amenaza musulmana”, hasta los ignorantes estadounidenses sabían que los musulmanes no tenían miles de ICBMs portando potentes armas termo-nucleares capaces de destruir a la totalidad de los Estados Unidos en unos minutos. Tampoco los musulmanes tenían el Ejército Rojo capaz de invadir toda Europa en un par de días. De hecho, los musulmanes no han necesitado un ejército. Los refugiados de las guerras de Washington están invadiendo Europa.

Faltaba la excusa para mantener e incrementar el presupuesto militar/de seguridad anual de billones de dólares ($ 1.000 millones). Así que la Oligarquía creó “el Nuevo Hitler” en Rusia. Hillary fue el principal agente de la Oligarquía para calentar la nueva Guerra Fría.

Hillary es la herramienta, enriquecida por la Oligarquía, cuyo trabajo como Presidente era proteger y aumentar el presupuesto de un billón de dólares del complejo militar/de seguridad. Con Hillary en la Casa Blanca, el saqueo a los contribuyentes estadounidenses en beneficio de la riqueza del Uno por Ciento podría seguir adelante sin parpadear. Pero si Trump resuelve “la amenaza rusa” la Oligarquía recibirá una ruda merma en sus ingresos.

El trabajo de Hillary como presidente también era privatizar el Seguro Social para que sus benefactores de Wall Street pudieran desplumar a los estadounidenses de la misma manera en que han sido esquilmados por las compañías de seguros bajo el Obamacare.

Aquellos estadounidenses que no prestan atención piensan, erróneamente, que el FBI autorizó a Hillary a violar los protocolos de la Seguridad Nacional con sus prácticas de correo electrónico. El FBI dijo que Hillary violó la Seguridad Nacional pero que fue resultado de un descuido o de ignorancia. Ella zafó de la acusación porque el FBI concluyó que ella no violó intencionalmente los protocolos de la Seguridad Nacional. La investigación de la Fundación Clinton continúa.

En otras palabras, con el fin de proteger a Hillary, el FBI cayó en la antigua regla de la ley común de que “no puede haber crimen sin intención”. (Véase PCR y Lawrence Stratton, The Tyranny of Good Intentions).

Los manifestantes, si fueran legítimos, estarían celebrando la victoria de Trump. A diferencia de Hillary, él promete reducir las tensiones con la poderosa Rusia, y esperamos también que con China. A diferencia de Hillary, Trump dice que está preocupado por la falta de trabajo para esas mismas personas que protestan en las calles de 25 ciudades contra él.

En otras palabras, las protestas contra el pueblo estadounidense por haber elegido a Trump no tienen sentido. Ocurren por una sola razón: la Oligarquía tiene la intención de deslegitimar la Presidencia de Trump. Una vez que el Presidente Trump sea deslegitimado, le será más fácil a la Oligarquía asesinarlo. A menos que la Oligarquía pueda controlar su gobierno, Trump es un candidato de primer orden para el asesinato.

Las protestas contra Trump son sospechosas por otra razón. A diferencia de Hillary, Obama y George W. Bush, Donald Trump no ha matado y dislocado a millones de personas en siete países, enviando a millones de refugiados de las guerras de la Oligarquía a invadir Europa.

Trump ganó su fortuna sin vender la influencia del gobierno de los EEUU a los agentes extranjeros como lo hicieron Bill y Hillary.

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Entonces, ¿por qué  protestan los manifestantes?

No hay respuesta excepto que son contratados para protestar. Al igual que los manifestantes Maidan en Kiev fueron contratados para protestar por las ONG financiadas por EE.UU. y Alemania.

Las protestas en Kiev eran igualmente inútiles, porque las elecciones presidenciales había elecciones en pocos meses. Si los ucranianos creían realmente que su presidente estaba conspirando con Rusia para evitar que Ucrania se convirtiera en un estado títere occidental y deseaban que fuera un estado títere sin importarles los costos, tenían la oportunidad de votarlo. La única razón de las protestas fue orquestar un golpe. Los Estados Unidos lograron poner a su agente en el control del nuevo gobierno de Ucrania, tal como la secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland y el embajador de EE.UU. en Kiev confirmaron en una conversación telefónica que está disponible en Internet.

Las protestas de Maidan no tenían más utilidad que preparar un golpe. Las protestas fueron organizadas por Washington a través de Victoria Nuland, una neoconservadora traída al Departamento de Estado por Hillary Clinton con el propósito de crear un conflicto con Rusia.

Trump está siendo objeto de protestas para volverlo vulnerable en el caso de que intente amenazar a la Oligarquía. Trump ganó la presidencia, pero la Oligarquía todavía está en el poder, lo que hace que cualquier reforma real sea muy difícil de lograr.

Karl Marx aprendió de la experiencia histórica, y Lenin, Stalin y Pol Pot aprendieron de Karl Marx, que el cambio no puede ocurrir si después de una revolución se deja intacta a la desplazada clase dominante. Tenemos pruebas de ello en Sudamérica. Las revoluciones del pueblo indígena han dejado sin molestar a la clase dominante hispánica, y han sido derrocadas por la connivencia entre la clase dominante y Washington.

Washington conspiró con las élites tradicionales para eliminar a los presidentes electos de Honduras en varias ocasiones. Recientemente, ayudó a las élites a desalojar a las mujeres presidentes de Argentina y Brasil. Los presidentes de Venezuela, Ecuador y Bolivia están en su mira y es poco probable que puedan sobrevivir. Washington está decidido a poner sus manos sobre Julian Assange. Para lograrlo, quiere derrocar al gobierno ecuatoriano que, desafiándolo, le dio asilo político.

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Hugo Chávez tuvo la posibilidad de acabar con la clase dominante cuando ésta participó de un intento de golpe coordinado por la CIA y el pueblo y los militares obligaron a su liberación cuando estaba a punto de ser asesinado. Pero en lugar de castigar a los criminales, los dejó ir.

Según coincidieron Marx, Lenin y Stalin, este es el error clásico del revolucionario. Confiar en la buena voluntad de la clase dominante derrocada es el camino cierto a la derrota de la revolución.

América Latina ha demostrado ser incapaz de aprender esta lección: las revoluciones no pueden ser conciliatorias.

Trump es un hacedor de pactos. La Oligarquía puede permitirle el brillo del éxito a cambio de que no haya más cambios que los cosméticos.

Trump no es perfecto. Pero debemos apoyarlo en los dos elementos más importantes de su programa: reducir las tensiones entre las principales potencias nucleares y acabar con la política de permitir que el globalismo destruya las perspectivas económicas de los estadounidenses.

Si las tensiones entre las potencias nucleares empeoran, no estaremos aquí para poder  preocuparnos por otros problemas. La combinación del vaciamiento económico y la inmigración es una pesadilla. La comprensión de Trump de este problema es suficiente razón para apoyarlo.

Nota: Algunos creen que Trump es un ardid llevado a cabo por la Oligarquía. Sin embargo, como Hillary es la representante comprada y pagada de la Oligarquía, un truco tan elaborado es innecesario. Es preferible que la Oligarquía gane en su propia plataforma que instalar un presidente en la plataforma opuesta y luego cambiarlo. Otra traición aumentará la ira de la gente. Si Hillary hubiera ganado, la Oligarquía habría tenido el mandato de los votantes para llevar adelante su plataforma.


  • Ex Subsecretario del Tesoro de los EE.UU. durante presidencia Reagan y ex editor de The Wall Street Journal), en Institute of Political Economy. Traducido y publicado por Leonardo Del Grosso aquí: http://sakerlatam.es/estados-unidos/los-manifestantes-anti-trump-son-herramientas-de-la-oligarquia/

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