MAPUCHES – POLÉMICA. ¿Son una nación? ¿Quieren o no quieren ser argentinos? Mitristas Vs. Rosistas

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Una editorial del diario La Nación arremete hoy contra la organización Resistencia Ancestral Mapuche y su líder Facundo Jones Huala (foto) en particular. En ella, ofrece una interpretación histórica muy controversial y sesgada:

“… cabe recordar que las distintas comunidades que hablan mapudungun no son originarias de nuestro país, sino de la Araucania (Chile) y sólo entraron lentamente en nuestro territorio. Primero, para arrear ganado cimarrón en provecho de comerciantes trasandinos; luego, al vaivén de las guerras de la independencia en Chile y, finalmente, con la supremacía de Calfucurá desde su instalación en las Salinas Grandes (1834) hasta la batalla de San Carlos de Bolívar (1872) … En esas culturas no existían derechos humanos, ni respeto por la diversidad, ni protección del niño, ni inclusión del diferente, ni consideración por el anciano. Ni qué hablar de derecho de defensa, prohibición de torturas y de pena de muerte, como lo acredita la matanza de Masallé, cuando Calfucurá eliminó a sus connacionales boroanos en connivencia con Rosas (1834) dando lugar a la segunda gran araucanización de nuestro país.”

Luego de aclarar que Pájaro Rojo NO está de acuerdo con la utopía reaccionaria de una nación mapuche bioceánica en territorios de las repúblicas de Argentina y Chile sino con la plena integración de los argentinos de origen mapuche (y la de la Argentina y todos los países vecinos en la Patria Grande), y menos aún con afirmaciones del editorialista de La Nación tan peregrinas como que los aborígenes no respetaban a sus mayores (como respetamos los blanquitos al general argentino Juan Calfucura, cuyos restos fueron desenterrados y llevados al Museo de Ciencias Naturales de La Plata) sugiere a los lectores leer una interesantísima nota de Juan Alonso, publicada originalmente en Nuestras Voces, el blog dirigido por Gabriela Cerruti. Y luego, si tienen ganas, una nota bastante contradictoria con la de Alonso, pero complementaria, escrita por Julio Rajneri, periodista y ministro de Justicia y Educación de Raúl Alfonsín, publicada el 30 de agosto de 2014 en el diario Río Negro, de su familia.

Como no somos especialistas en el tema, agradeceremos mucho todo tipo de aporte.

De yapa les dejo una canción de Arberto Merlo Luna que me copa desde pibe, Del Juninero.

 

 


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2 comentarios

  1. Hago la aclaración de que Kalfukura no era araucano sino pehuenche pues nacio en la region del volcan Llaima en Chile y si decimos pehuenches estamos diciendo enemigos seculares de los araucano o mapuches y si decimos pehuenche de los que había 2 grupos uno al norte de la pcia. de Neuquén y otro al sur de la misma ya que al centro estaban los pehuenches acuaticos, salvo este ultimo grupo,los otros dos que también estaban en la misma latitud en Chile eran culturalmente o somáticamente tehuelches, usaban quillango por ejemplo y las mismas armas. Estos pehuenches como otros grupos indígenas son sindicados como araucanos por haber adoptado tardíamente ese idioma mucho mas rico y con mas capacidad de expresión que el tehuelche para su comunicación con otras tribus y con el blanco por ejemplo una especie de ingles moderno, por eso se habla de pueblos araucanizados y no de araucanos o mapuches. Saludos.

  2. https://pueblos-originarios-argetnina.wikispaces.com/Mapuches

    Una nota impresionante sobre la parte más dolorosa de nuestra historia. Sabemos que, desde su llegada a este Continente, los “blancos europeos” han combatido ferozmente a los pueblos indígenas. Pero estamos transitando el siglo XXI y, a pesar del poderío de las grandes estructuras de intereses Imperialistas, es dable suponer que, en general, los pobladores de nuestro país, ya asumieron ciertos conceptos de ética y moral. Sin embargo vemos como, parte de esos pobladores formalizan una contienda, vía “medios de comunicación” , “redes sociales” , etc sobre si “los mapuches” son Argentinos o Chilenos, para fundamentar su lucha por la recuperación de tierras. Me golpea como un escandaloso insulto a la cultura del conocimiento. Además de ser una discusión que desborda falta de intelecto y mediocridad. Esta nota es un preciado regalo para azuzar el razonamiento por la calidad de una información que, sorprendentemente, goza de ser “actualidad”.Saludos

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