ATENTADO A LA EMBAJADA DE ISRAEL – ESCÁNDALO: A 25 años siguen mintiendo el número de muertos. ¿Dónde están los siete que supuestamente faltan?

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Desde un primer momento, los servicios secretos de Israel (y particularmente el de contrainteligencia, el Shin Beth, encargado de la seguridad del edificio) desviaron las investigaciones, apuntalando contra toda evidencia la falsa pista de la camioneta-bomba. Como cinco días antes se había sabido que el Gobierno tenía como huésped a Monzer al Kassar (que por entonces era el criminal más buscado por Interpol en todo el ancho mundo) el presidente Menem entró en pánico y se avino a todo lo que dichos servicios le pidieron. Hasta el punto de que, so pretexto de que la embajada era territorio israelí, le dejaron a sus agentes rescatar de entre los escombros y sacar del país en valija diplomática lo que les diera la gana, perdiéndose así evidencias irreemplazables. Sin embargo, no parece posible que entre las cosas que salieron así del país hayan estado cadáveres a cajón cerrado a los que no se les practicó autopsia. Y menos que menos, no un muerto sino siete. Es obvio que si hubiera habido 29 muertos y los de nacionalidad israelí hubieran sido 11 en lugar de haber sido apenas cuatro (todos empleados de nivel medio para abajo) Israel lo hubiera publicitado (además, difícilmente una cosa así pueda mantenerse en secreto). Conclusión, los muertos fueron solo 22, siendo la cifra 29 un mito urbano. Por cierto, muy exitoso: si lo gugleamos, veremos que las menciones a 29 muertos superan entre tres y cuatro veces a las que correctamente consignan 22. Y no se trata sólo de que hasta se haya hecho meter la pata hasta a la presidenta CFK, sino que hasta la propia Embajada de Israel se ha intoxicado con esa mentira surgida de las entrañas de sus propios servicios, y en la gacetilla en la que anunció los hipócritas actos que tendrán lugar mañana al conmemorarse un cuarto de siglo de la voladura, afirmó que los muertos fueron 29, pero que hay siete sin identificar. Una enormidad que debe ser aclarada oficialmente, puesto que si fuera así se trataría de cuerpos de presuntos ciudadanos israelíes que el propio Estado de Israel no habría identificado por motivos hasta ahora incomprensibles.

Yo tengo una hipótesis de por qué el Shin Beth infló desde un principio el número de muertos. Resulta que por la mañana de aquel aciago martes 17 de marzo de 1992, había en la embajada más de cien personas, acaso hasta 150. Pero pasado el mediodía el edificio comenzó a vaciarse, siendo los primeros en irse quienes debían custodiarlo, el servicio de bitajom (seguridad) a cargo de Roni Gorni, oficial del Shin Beth, que so pretexto de una reunión regional de agentes de ese servicio, se fueron al hotel Sheraton, dejándolo desguarnecido. Hasta el embajado Shefi fue llamado de urgencia para que se fuera a su casa. En un primer momento Shefi, ajeno a todo, estimó que los muertos no podían ser menos que cuarenta. Con el correr de las horas, la cifra descendió drásticamente. Al sostener que habían sido 29 y no 22 se intentó disimular que el edificio había sido vaciado adrede de todas las personas a las que el Shin Beth decidió conservarles la vida.

Les dejo primero el recorte de lo publicado ayer en la edición internacional de El País. Puse una fotografía y no el link, porque en la edición electrónica el dato destacado (“El número de víctimas fue confirmado por el tribunal en 1999, pero la embajada israelí habla de 29 muertos…”) fue extirpado.

Después lo publicado en http;//memoria.telam.com.ar anteayer.

 

El viernes habrá un acto por los 25 años del atentado a la Embajada de Israel 

Embajada de Israel: informan que hubo un total de 29 víctimas fatales, 7 sin identificar

TÉLAM, MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA
  • Memoria Verdad y Justicia - Télam
    Yuval Rotem

    Con motivo de cumplirse 25 años del atentado aún impune contra la Embajada de Israel en Buenos Aires y con la consigna #PazSinTerror, el próximo viernes se realizará un acto recordatorio en Arroyo y Suipacha, donde hasta el 17 de marzo de 1992 funcionó la sede diplomática israelí. Dicha campaña contra el terrorismo también formará parte de una muestra que será inaugurada el miércoles por la tarde en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Si bien los oradores todavía no fueron anunciados oficialmente, la conmemoración contará con la presencia de Yuval Rotem, director General de la Cancillería israelí y virtual segundo de Benjamín Netanyahu, quien además de primer ministro es canciller de su país.

La información provista por la Embajada de Israel señala sorprendentemente que “hubo un total de 29 víctimas fatales, siete de las cuales no fueron identificadas”. Un misterio, puesto que tales cuerpos, de haber existido, habrían sido remitidos sin autopsia y a cajón cerrado hacia Israel, sin intervención de la Corte Suprema argentina, encargada de la investigación.

Yuval Rotem –informó la Embajada de Israel– fue el portavoz principal de la Misión Permanente de Israel ante las Naciones Unidas; asesor principal de políticas para el Proceso de Paz; jefe de Gabinete del Ministro de Asuntos Exteriores; Cónsul General de Israel en Los Ángeles; embajador de Israel en Australia y no residente en Nueva Zelanda, así como Director General Adjunto del Departamento de Diplomacia Pública. En octubre de 2016, después de su servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel, fue nombrado director General de la Cancillería israelí.

El atentado que sigue impune y sin detenidos, provocó la muerte de al menos 22 personas en el barrio porteño de Retiro, según consta en la placa de homenaje situada en la plaza seca que se encuentra en el lugar dónde se erigía la bella casona dinamitada en la que se realizará el homenaje principal.

La mayoría de los familiares de víctimas de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, nucleadas en tres agrupaciones, Memoria Activa, Apemia y 18-J discrepan con el enfoque con que se realizan estos actos, en los que no participan.

Y es que la causa, declarada crimen de lesa humanidad por haber estado los asesinos supuestamente impulsados por el odio racial está virtualmente paralizada desde que la Corte Suprema de Justicia puso al secretario Esteban Canevari al frente de las investigaciones en agosto de 1997.

Hasta el punto de que a comienzos de marzo de 2015 el presidente de la Corte Suprema declaró erróneamente que “Hubo sentencia y es cosa juzgada”, de lo cual debió luego rectificarse.

La conmemoración comenzará el jueves 16 a las 19.30, cuando la juventud de la AMIA iniciará una vigilia para “mantener vivo el reclamo de justicia y transmitirlo a las nuevas generaciones”.

Continuará el viernes por la mañana con un encuentro en la Legislatura porteña por el Día de la Memoria y la Solidaridad con las víctimas del atentado.

Posteriormente, a las 14, tendrá lugar el acto central del que participarán autoridades, heridos por el bombazo, familiares de algunas víctimas mortales, tanto argentinas como israelíes. Éstos viajarán especialmente para participar del homenaje.

Para recordar el luctuoso hecho contra la legación diplomática pero que también afectó un hogar de ancianos, una escuela y edificios vecinos como la Parroquia Madre Admirable, el gobierno israelí lanzó una campaña que incluye un material multimedia, bajo el lema de “25 años después, todos decimos #PazSinTerror”.

Se trata de un video producido por la agencia Basevich Crea, quien pidió a los participantes que pongan una mano con la típica señal de freno y la otra haciendo la “V” de la victoria.

Entre las figuras que participan están el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; artistas como Oscar Martínez, Adrián Suar; periodistas como Luis Novaresio, Gonzalo Bonadeo, Débora Pláger, Jonathan Viale, Gerardo Rozín; Raúl Lavié; Florencia Otero, German Tripel y Ana María Cores.

La embajada de Israel en Buenos Aires dio a conocer un comunicado en el que indica que el argumento del video “no sólo representa una posición de aval a la paz y rechazo al terrorismo, sino que obra como una referencia al número dos y cinco, por los 25 años transcurridos desde el salvaje atentado”.

Asimismo, la Embajada de Israel y la Legislatura porteña editaron en forma conjunta el libro “Paz Sin Terror”, que tiene como destino las escuelas públicas primarias y secundarias de toda la Ciudad.
El libro cuenta con textos de diversas personalidades pertenecientes a organizaciones de la sociedad civil, la política, la iglesia, la diplomacia y el periodismo.


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