REPRESIÓN: LA PBA apalea senegaleses como las SA nazis apaleaba judíos. La “nueva PFA”, preparada para reprimir las protestas sociales

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Vergüenza, nazismo explícito, ridículos y barbas en remojo

 

https://youtu.be/w04_ZEcbQt8

El trato brutal que la policía provincial a las órdenes del intendente Martiniano Molina dio a inmigrantes senegaleses que, trabajando como manteros, ofrecían sus mercaderías en las veredas del centro de Quilmes, me llena de angustia. Me recuerda las sevicias que las SA nazis infligían a los judíos años antes de que se desencadenara la Guerra planetaria y, también, que de ese mismo modo se ganaban la vida muchísimos exiliados argentinos en las calles de Madrid y Barcelona, la mayoría y por cierto casi todos los que me rodeaban (si yo pude zafar fue gracias a mi padre navarro y a mis tíos residentes en Barcelona, que me dieron alojamiento y me consiguieron trabajo en blanco).

También los “biyuteros” argentinos y otros “sudacas” tenían problemas con la policía, que algunas veces les decomisaban sus mercaderías, pero no le cobraban “peaje” como pasa sistemáticamente entre nosotros, y en la inmensa mayoría de los casos tenían un trato correcto con gentes que, bien lo sabían, no tenían otra manera de ganarse el pan. Entonces allá como ahora acá, los extranjeros indocumentados o no, se sienten desvalidos y basta que un uniformado aparezca a doscientos metros para que el primer mantero que los vea de la voz de “araca” (en lunfa o en wólof), para que se las mantas se plieguen con la mercaderías adentro y los manteros se esfumen con sus bagayos.

La sádica crueldad puesta en ejecución hoy contra los senegaleses (y antes, en Once, contra bolivianos, peruanos y argentinos desocupados) empuja a los trabajadores que se encuentran en la base de la pirámide social al delito y preanuncia la que se piensa emplear contra las protestas sociales.

La nueva PFA debuta sin temor al ridículo

Hoy por la mañana, la ministra y agente sionista Patricia Bullrich, presentó en público a la nueva Policía Federal, ya sin el lastre del personal destacado en las comisarías de la Capital, que ha vuelto a ser “Policía de la Capital” como antes de 1945. Hace poco más de un año había prometido que sería una fuerza modelada a imagen y semejanza del FBI, destinada a la lucha contra el crimen organizado y las investigaciones complejas (exclusivamente concernientes a delitos de rango federales) y algo de aquello quedó hoy en los dichos de hoy (una característica de este gobierno es negar en los hechos lo que simultáneamente está diciendo). Dijo la Bullrich -que cuando era montonera se hacía llamar “Carolina Serrano”- que la nueva PFA es “una policía que pasó de las comisarías a las investigaciones del delito complejo…. Es una fuerza de seguridad que pasó de tener agentes a tener detectives. Este año la PFA va a estar en todas partes…”. Se trata de que el FBI, tal como su nombre lo indica, no es una fuerza de seguridad, sino de investigación.

Un burdo truco de prestigiditación: dar gato por liebre, Decía Perón que del ridículo es el único lugar del que no se vuelve.

Por lo demás, basta ver estas fotos o más abajo las publicadas por La Nación (la primera, de Soledad Aznárez) y Clarín (la segunda y la tercera, de Diego Díaz) para que el más necio se convenza que se trata de una fuerza cuyo objetivo primordial será reprimir las protestas sociales.

Lo que va de la mano con las modificaciones al Código Penal que el Gobierno quiere introducir, de manera de considerar “piquetero” e incurso en delitos federales a cualquiera que se oponga al aplastamiento sistemático de los salarios, jubilaciones, derechos y conquistas sociales.

En resumen: Lo que hacen hoy a los desvalidos senegaleses, pronto lo querrán hacer con todos nosotros.

Pongamos las barbas en remojo y preparemos la resistencia. Por lo pronto, para que las reformas al Código Penal no pasen el filtro del Congreso.

Nos han declarado la guerra.

 


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3 comentarios

  1. Esta policía disfazada del “Tio Cosa” es una de los ataques de delirium tremens de la borracha de la Bullrich. Esta mina podría haber sido la que escribió la canción “toda mi vida es una mentira”. Estuvo infiltrada como delatora entre los montoneros. Un día se dio cuenta que por apellido pertenecía a la oligarquía y se pasó de bando al enemigo. Se la tira de Rambo, pero cuando viajó en helicóptero se asustó tanto que se meó en los pantalones. Es el hazmerreir de todo un país.”poca cosa” diría Magnetto.

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