El grupo Macri intenta controlar las elecciones desde 1997 y el economista cumplió un rol protagónico  

POR DÉBORA MABAIRES

En marzo de 2016,  Matías Gainza Eurnekian se retiró de​ Unitec Blue Sociedad Anónima  y  promovió una querella criminal contra los miembros de​ su directorio: Guillermo Nielsen –economista y ex secretario de Finanzas, hoy en el Frente Renovador de Sergio Massa– y Vivianne Serpuhi Eurnekian –su tía–, por considerarlos autores “penalmente responsables de los delitos de autorización de actos indebidos, usurpación y hurto, previstos y reprimidos por los artículos 301, 181 y 162 del Código Penal de la Nación respectivamente”.

En otras palabras, hace dos años ellos le hicieron un “golpe de palacio” al sobrino de Eurnekian, un joven de 31 años, y sentaron en el directorio de Unitec a Guillermo Nielsen.

Este economista, siempre vinculado al poder de turno,  es además  presidente de Strategic Investments S.A., sociedad de inversiones en el sector energía, y fue gerente de planeamiento estratégico de SOCMA entre 1993 y 1995. Es decir, es un ¿ex? empleado de Macri.

“Nielsen me parecía una muy buena incorporación, para acercarnos la mirada económica; llegó en la época de la campaña  electoral de Massa; y nos ayudó a pensar el futuro en un contexto político que se venía con el macrismo.”  justificaba Matías Gainza Eurnekian.

En abril de 2016 el juez penal Francisco Delponte allanó las oficinas de Unitec  porque se le impedía el acceso a la compañía a Matías Gainza Eurnekian, siendo el presidente de la misma. Delponte secuestro documentación y actas societarias.

Hoy Matías disfruta de un retiro dorado en Miami, donde fundó MGE Group. Tiene cuatro fábricas de nanotecnología alrededor del mundo abasteciendo a más de 32 bancos y comercializando más de 90 millones de tarjetas bancarias. En tan sólo un año hizo una cartera de negocios por más de 270 millones de euros. Se ve que recibió una excelente  indemnización laboral que le permitió  convertirse en millonario y poderoso empresario.

Ni bien echaron a Matías y acomodaron a Nielsen, a principios de 2016, el Ministerio de Modernización, al mando de Andrés Ibarra –otro hombre del Grupo SOCMA– contrató a principios a Juan Girardi, que hasta entonces había trabajado  en Unitec Blue, la empresa que hace los chips. Girardi está a cargo del programa “El país digital”.

A esta altura, deberían llamarlo “el país digitado” ya que Macri, por decreto Nº 267/16, entregó a la empresa Mc Kinsey  – una consultora norteamericana que las malas lenguas vinculan a la CIA– el contrato con el Estado Argentino a un costo de 875.000 dólares por 16 semanas de trabajo para desarrollar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Cabe aclarar que en el gabinete hay dos ex titulares de Mc Kinsey Argentina: Mario Quintana, dueño de la cadena de farmacias-kiosco Farmacity que también es el ex presidente y miembro fundador del Grupo “buitre” Pegasus; y Gustavo Lopetegui ex funcionario en Banco Provincia y luego  ministro de la Producción durante la gobernación de Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires, al mismo tiempo que Guillermo Nielsen era viceministro de economía de Lavagna.

Estos movimientos no son casuales. Macri intentaba imponer de manera obligatoria el voto electrónico, para lo que harían falta chips para cada boleta,  para cada máquina lectora y también software.

INDRA es la empresa que desde 1997 fiscaliza el escrutinio provisorio de las elecciones nacionales. La escandalosa e ilegal concesión del Correo Argentino, fue hecha ese mismo año al grupo Macri. Y también se le intentó entregar mediante decreto  ese mismo año a una UTE, SITSA, la confección de pasaportes, la informatización de pasos fronterizos, DNI y padrones electorales. La empresa estaba formada por la alemana Siemens e ITRON, una empresa argentino-israelí creada por Franco Macri.

Ricardo Viaggio gerente de ITRON. Según una investigación de “El Disenso” publicada el 2 de julio de 2017, Siemens compró la parte de ITRON en SITSA em 2003. Entonces Viaggio vuelve a la Argentina como Director General  de INDRA–Argentina, cargo que mantiene hasta hoy.

Así, todo indica que el grupo Macri ha estado intentando apoderarse del control de los comicios y  los resultados electorales desde 1997.

Que el ex gerente de planeamiento estratégico de SOCMA Guillermo Nielsen haya sido puesto intempestivamente como presidente de Unitec Blue, la única empresa que hace los chips que se utilizan en las boletas para el voto electrónico, justo en el momento en que se estaba presentando un proyecto de ley para imponer ese sistema de votación a todo el país, no puede pasar desapercibido.

Por eso sorprende su participación estelar en la reunión organizada para “reunificar el peronismo” que según el diario “El Cronista Comercial” se llevó a cabo el 8 de febrero de este año propiciada por Guillermo Moreno.

Ningún dirigente que haya estado en el gobierno de Néstor Kirchner puede desconocer que Nielsen era el secretario de Finanzas del entonces ministro  Lavagna, que si bien es cierto que participó en la primera renegociación de la deuda, no es menos cierto, que presentó su renuncia cuando Néstor Kirchner echó a los funcionarios del Fondo Monetario internacional. Luego. Nielsen pasó a ser ministro de Hacienda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de Jorge Telerman con el mismo entusiasmo con que había sido director de ANSES durante el gobierno de De La Rúa y por ende, hombre  del equipo económico de José Luis Machinea.

Tampoco pueden desconocer que el presidente Kirchner lo envió como embajador a Alemania cuando Siemens, asociada a Macri desde 1997 estaba demandando a la Argentina ante el CIADI por 600 millones de dólares como resarcimiento por haber rescindido un contrato por el que había pagado millonarios sobornos. Enviar a alguien capaz de renegociar la deuda y mantenerse informado sobre los movimientos judiciales era menester.

¿Habrá sabido Néstor Kirchner que Nielsen había sido hombre de SOCMA  y de Creaurban 10 años antes de ser funcionario de su gobierno? Recordemos que ese equipo económico lo había heredado de la gestión Duhalde, igual que al presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay.

Me pregunto cuánto dinero propio perdió como presidente del fondo de inversión Strategic Capital Partners S.A., (enero-diciembre 2001) cuando sus amigos del gobierno crearon el Megacanje, y si  recuperó o perdió dinero cuando negoció la deuda…  Cuando Duhalde lo puso en 2002 como representante del Ministerio de Economía en el BCRA ¿fue  para avalar la estatización de deuda falsa de los Macri y el Grupo Clarín? ¿O para avalar que nunca se cobren los seguros de cambio que el JP Morgan debía pagarle a la Argentina por el crack bancario del 2001?

Por lo que vemos, tiene experiencia en estar de los dos lados del mostrador (a veces, son tres, porque hasta hace de mozo).

El establishment está gestando una nueva maniobra política para que el poder siga en sus manos aunque cambie el signo del gobierno. Ya sea a través de la manipulación de datos electorales; de la instalación de sistemas de votación fácilmente corrompibles o de infiltrar con sus cuadros a la oposición. opositores.

La pregunta del millón, es si la dirigencia de la oposición es consciente de esta jugada o le es totalmente ajena.  En ambos casos, estamos en peligro.