La Lealtad, la mayor escisión de Montoneros

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Es muy interesante esta nota. Está buena para leer el fin de semana. Yo tenía críticas muy parecidas a las que aqui se detallan, y venía de los oscuros y de los descas, pero no me fui. Me quedé e incluso, evaluaciones mediante, me ascendieron a oficial… pero nunca ejercí como tal. Porque en enero del ’74 sufrí una breve detención en la SSF, y en marzo entré (se suponía que «quemado») a la colimba, y me tocó La Tablada, y ese año laaaaargo (sali del todo, después de mil peripecias, recién a comienzos de mayo del ’75 fue, en lo que a la orga se refiere, un año sabático…
Estoy de acuerdo con el autor en el que quizá el mayor mérito de la Lealtad haya sido preservar la vida de la inmensa mayoría de los que se bajaron en la última estación del tren que aceleraba hacia el precipio en la última estación… No me parece poco. JS

La JP Lealtad
 

Por Alejandro Peyrou / Anuario 2010, revista «Lucha Armada»
.
A la memoria del Tuli Ferraris, del Negro Eduardo Moreno y del cura Jorge Galli, mis amigos y compañeros con quienes conversamos mucho sobre estos hechos.

Historias  de fracasos

Con el asesinato de Rucci dos días después de las elecciones que consagraron a Perón como presidente, la organización Montoneros se conmueve profundamente. Y poco después comienzan a producirse fracturas y desgajamientos varios. Nadie puede saber hasta que nivel se llegó, pero es más que razonable imaginar una “fuga” del 30 al 50% de los militantes. Cuadros “militares” y políticos. Para marzo de 1974 se publica una solicitada (ver anexo) que explica la posición de los que se van. La firman “Montoneros, soldados de Perón”. Era lo que se llamó la Lealtad.

La historia de la JPLealtad -que fue la más importante división de los montoneros en el 73/74- es la historia trágica de un fracaso. Fuè la imposibilidad o la impotencia de un importante grupo de militantes para construir una alternativa política a la Tendencia, que garantizara la esperanza en el proceso de cambio que el conjunto del peronismo tenía, o parecía tener, al alcance de la mano con el retorno de Perón.Sin embargo, la lucidez de su diagnóstico o de su crítica a la organización no pudo impedir el, a su vez, trágico fracaso de la Tendencia. Esta, pasó de tener un rol protagónico a principios de 1973, a una derrota política fenomenal, luego de confrontar con Perón y a una masacre posterior. Y esa masacre no fue solo de los cuadros montoneros o de algún miembro de su conducción, sino de muchos simpatizantes más o menos lejanos. En rigor, ambos procesos están estrechamente relacionados: fue la visión política de la cúpula de Montoneros la que colaboró activamente en la frustración y la muerte de muchos de sus militantes  y esa misma visión fue la que llevó a la fractura. La historia de la Lealtad es también la historia de la desvinculación de la lucha armada, a partir del regreso de Perón, de un muy numeroso grupo de militantes, muchos de los cuales tenían una historia personal ligada a los orígenes de la misma. No pudo ser la historia de la construcción de una alternativa política más racional, que rescatara aquellos valores de la militancia anterior  y que podían ser rescatados Quizás porque esta ruptura se dio en el marco de un vertiginoso proceso de deterioro del país y del peronismo, que se profundizó inmensamente a la muerte de Perón y de una espiral de violencia y de confrontación entre sectores. Posiblemente también haya influído el importante nivel de desarticulación entre los militantes de la Lealtad y la sensación de final de época y de años perdidos que arrastraban.Tuvo como éxito no previsto el haber salvado la vida de mucha gente al tomar distancia de la “guerra popular prolongada” antes que se desatara el infierno. Quizás este es el principal mérito de quienes participaron en estos episodios.

Los tiempos

Estas reflexiones tienen la virtud principal de ser producto de la experiencia personal. He tratado de deslindar opiniones de los hechos cuando están vistos desde ahora o desde esos momentos. Y debo aclarar que en “esos momentos” el ejercicio de la reflexión, no era fácil. El cuadro anexo con la cronología permite observar de manera descarnada, no solo la velocidad sino la trascendencia de los sucesos.

La discusión ideológica, el autoritarismo, la verdad y el secreto

Las discusiones ideológicas en la guerrilla peronista son anteriores al 73. Para 1970 se producen en la FAP algunas incorporaciones de militantes ubicados en lo que se denominó el “alternativismo”. Como la mayoría de la conducción de la FAP se pronuncia por esa línea un grueso sector de esa organización se retira, incorporándose  cerca de un año después alternativamente a Montoneros o a Descamisados, que en ese momento actuaban en conjunto..En esa época fueron denominados oscuros, en contraposición a los alternativistas que se denominaron ”iluminados” Lo de “oscuros” era un adjetivo calificativo de algunos que creían tener mayor lucidez para evaluar las cosas proveniente de la utilización de esquemas marxistas poco sofisticados.

Los iluminados tenían una visión muy maniquea del Peronismo. Había quien trasladaba el esquema de la lucha de clases al interior del Peronismo. La clase obrera estaba representada por algunos y la burguesía por el resto. Esas dos clases sociales estaban enfrentadas irreductiblemente y esa era la contradicción principal. De hecho, el esquema se trasladó parcialmente al debate interno y a alguno se le pasó por la cabeza que el peor enemigo eran los propios compañeros, con los que tenia diferencias.

El movimientismo, en cambio, sostenía que lo revolucionario del Peronismo es su capacidad para conformarse como un frente social y político con sectores que pueden tener contradicciones entre sí pero que tienen intereses comunes en contra de los sectores dominantes. Y eso, es más allá de la existencia en el Peronismo de personajes lamentables. Lo que se reinvindicaba era el carácter revolucionario del conjunto. Si se quería interpretar esta posición en los términos de la izquierda clásica, también podía hacerse diciendo que se trataba de un  frente amplio, frente unido, frente de liberación, etc,. terminología que se sigue usando hasta ahora en América Latina. Esta era la opinión de la conducción de Montoneros y la de los Descamisados en 1971 y por ello los “oscuros” se incorporaron a  esas organizaciones.

Esta historia previa no es inocente: una buena parte de los que fracturan a la organización Montoneros, en el 73/74, son ex oscuros que tenían esa sensación de deja vu que se advertía desde 1973 en los documentos de los montoneros.

Conceptos como “partido revolucionario”, “vanguardia político militar”, “auténticos representantes de la clase trabajadora” se incorporan en la organización Montoneros de forma más o menos explícita en 1972-3, junto con la voluntad de cuestionar el rol de Perón.

Cuando comienzan a aparecer (o a notarse) diferencias políticas, el estilo autoritario y verticalista, propio de una organización militar-celular, hizo inevitable que la opción posible fuera la división. Vale la pena aclarar que el proceso de fractura no fue un divorcio consensuado sino que existieron todo tipo de amenazas, algún secuestro (Maratea), peleas de todo tipo, autoatentados, algún tiroteo entre ex compañeros en algún frente político y muchas acciones de acción psicológica. En ese sentido, inclusive una sumamente extraña de carácter circular: se acusó a la Lealtad de traición porque el mismo nombre de “lealtad” sugería que se acusaba de traidores a los montoneros de Firmenich.

 
La idea de Perón

A todo esto, Perón pensaba que America Latina sufría una fuerte ofensiva de los EEUU, como se advertía por los casos de Perú, Brasil, Uruguay y Chile y así lo indicó en muchas oportunidades. De esa visión estratégica se desprendía la necesidad de minimizar los conflictos internos innecesarios para enfrentar las presiones del exterior y sus aliados internos.
 
¿Que pasó?

La guerrilla peronista surge en la Argentina a partir del golpe de Onganía. Había habido algunas experiencias anteriores de violencia política peronista pero nunca de las características y la importancia que tuvo a partir de este momento. Hay hechos relevantes que lo explican:  la revolución cubana, la de la guerra vietnamita y los procesos mundiales de descolonización de esos años. Todas eran experiencias que permitían vislumbrar posibilidades de victoria y de transformación social. El concepto de socialismo nacional, no era un socialismo de tipo estalinista. Incluía Cuba, pero también la experiencia argelina, la de Sukarno o la de Nasser en Egipto, etc. En todos los casos, la experiencia revolucionaria había contado con importantes componentes de violencia.A todo esto, con la guerra fría y la creciente disputa entre las potencias, la lógica norteamericana dominante tendía a evaluar todos los procesos en término de “comunismo o democracia”.

Los sectores económicos dominantes de la Argentina presentaban al peronismo como el principal camino de ingreso del comunismo. Y de hecho, el peso de la doctrina americana de la guerra fría en las Fuerzas Armadas alfombró el camino a los golpes militares. Además. el golpe de Ongania demuestra la crisis de la democracia en la Argentina y cierra de forma absoluta, la posibilidad de transformación pacifica del país. Pocas cosas hubo mas difíciles de sostener que el derrocamiento de Illia, mas allá de sus déficits de origen. Si el mundo exterior demuestra a los jóvenes la factibilidad de la lucha armada, el golpe militar la define como la única alternativa.

A partir de 1967/68 comienzan las acciones de la guerrilla peronista con la FAP. Poco después Descamisados y Montoneros y otras organizaciones de izquierda como el FAL o el ERP y otra en tránsito de la izquierda al peronismo como la FAR.

La muerte de Aramburu, la crisis política en otras agrupaciones y las fusiones, convierten rápidamente a los Montoneros en la principal opción guerrillera peronista. Y en la mas importante de las organizaciones armadas.

El imponente crecimiento de los Montoneros respecto al resto (como el ERP) esta montado sobre la corrección de su proyecto político. El proyecto político no es una larga lista de puntos explicando lo que se va a hacer en cada área sino en qué está representado, en que está encarnado ese proyecto. El proyecto político de las masas en la Argentina estaba encarnado en ese momento (y lo sigue estando en buena parte hasta el día de hoy) en la figura de Juan Perón.  En el 72, las FAR que venían con un esquema muy clásicamente marxista y básicamente con una profunda desconfianza hacia Perón, inician un acercamiento a los Montos. Al mismo tiempo, alguna parte de la conducción de los Montoneros estaba en un proceso de radicalización ideológica, con clases de marxismo incluido.

Mientras tanto, el proceso de la lucha contra el gobierno militar avanzaba, las consignas eran Perón vuelve; Por el Retorno de Perón; Perón, Perón o Muerte; Montoneros, montoneros son soldados de Perón.

Los años que van desde la muerte de Aramburu del 70 hasta marzo del 1973 son la época de gloria de los Montoneros. La organización golpea al gobierno militar y es claramente funcional a los intereses del peronismo en su conjunto o de Perón en particular. Crece en organización militar y política. Crece en prestigio político, con pasos gigantescos. Las elecciones del 73 y la consecuente victoria peronista, colocaron a la organización en óptimas condiciones para tener un destacadísimo rol en el próximo gobierno justicialista.

Las milicias antes del gobierno

Luego del triunfo de Campora en las elecciones –estando Perón proscripto por el gobierno militar- se suceden un par de episodios que no pueden dejarse de lado: el primero es la ejecución del coronel Iribarren en Córdoba, oficial de inteligencia y el segundo es el lanzamiento de las milicias populares por parte de Galimberti. Ninguno de estos fueron justificado entonces ni siquiera internamente. Es difícil no interpretar   los hechos más que como provocaciones objetivas que ponían en riesgo la entrega del gobierno a Cámpora. Sin embargo es probable que a algún dirigente de la M se le haya ocurrido la idea de que como el enemigo huía, había que perseguirlo.Algunos miembros de lo que luego fue la JP Lealtad comienzan a vislumbrar lo que podría ser  un problema  de auto ubicación. Las organizaciones armadas se ubicaban como la vanguardia revolucionaria y Perón las veía como un ala. Naturalmente que esto ocurría porque en varias oportunidades los Montoneros se habían ubicado en ese rol. De hecho en el comunicado de la toma de La Calera, la organización se define como “el brazo armado del peronismo”.También es cierto que Perón (y este argumento se ha dicho muchas veces) vio la posibilidad de usar la fuerza desarrollada por los Montoneros a favor de su política. Esto, nuevamente, era bastante razonable: la organización actuaba en su nombre. A su vez, la conducción de los Montoneros pensó en la posibilidad de usar la imagen, la figura de Perón a favor su propio proyecto. Las dos cosas ocurrieron. Pero todo el crecimiento político de la organización se había basado en la admisión de la jefatura de Perón que a su vez, era el principal líder político del país. Cuando Perón escucha por primera vez ese cantito de “Conducción, Conducción, Montoneros y Perón” debe haberse sorprendido profundamente.

La lista de ministros

La conducción de Montoneros le presenta a Perón en abril de 1973 ternas con sus propuestas de candidatos a ministros y subsecretarios de todo el futuro gobierno. El autor de estas notas estuvo directamente vinculado a la elaboración de la lista, pero nunca se mencionó la idea de dársela en mano a Perón. Pocos días después, aparece en los diarios la respuesta publica del general: “debieran ir a plantar zanahorias”. 
JTP la nueva CGT

El 10 de mayo de 1973 (15 días antes de la asunción de Cámpora) en el acto de lanzamiento de la JTP en el Luna Park (1º de mayo de 1973), la organización acusa ala CGT de “ traidores” y “burócratas”, de haber “entregado” agrupaciones de base. La consigna es: “JTP la nueva CGT”.  Se había optado por el enfrentamiento.

“Los Montoneros se mostraban, no ya como el “ala intransigente” del Movimiento revolucionario sino como el partido revolucionario. Las críticas preservaban aún la figura de Perón, cuya lejanía geográfica servía de explicación para tantas “desviaciones”. Sin embargo, la consigna “conducción, conducción, Montoneros y Perón”, coreada entusiastamente en los actos, demostraba la falta de confianza en el líder y la convicción de que Montoneros era la vanguardia”. (Wainfeld- Ivancich, Revista Unidos, ago 1985)
 
La distribución del poder en el Ejecutivo

Cuando Cámpora asume el gobierno, la organización Montoneros, la Juventud Peronista y sectores afines, denominados la Tendencia, tienen fuertes influencias en el ministerio del Interior, de Educación, parte de Bienestar Social, sectores centrales de la presidencia de la Nación y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Cruz, Salta y San Luis y áreas enteras de gobierno de otras provincias. Prácticamente todas la Universidades Nacionales. Por otra parte hay otras designaciones, como la de Gelbard, que aunque no fueran de personajes propios, eran bien toleradas por la organización, o por lo menos, en los primeros momentos.

A la organización Montoneros le parece poco y se siente traicionada en sus expectativas.

Hay ocupaciones de edificios públicos y “prevalecía en la Argentina la sensación que la tendencia era un nuevo actor político con aptitud para movilizar multitudes en defensa de un proyecto revolucionario. Este punto de vista era compartido por intérpretes tan disímiles como Lanusse, Alfonsín, el MID, el comentarista político Rodolfo Terragno, el diario “La Nación”, etc. Los Montoneros encabezaban un accionar de masas cuyo proyecto aparecía como “apresurado” con relación al de Perón….” (Wainfeld. e Ivancich, op. cit.) Y cada vez mas confrontativo a medida que pasaban los días.
 
Ezeiza

Perón decide volver a la Argentina el 20 de junio y se organiza un acto de recibimiento en Ezeiza. Hay una inmensa cantidad de personas presentes ¿quizás 2 millones? La policía de la provincia de Buenos Aires no participa, Cámpora no interviene. El control del palco se lo da Perón a la derecha peronista. En el marco de las presiones y escaramuzas para ocupar posiciones centrales frente al palco comienza un violento tiroteo, iniciado desde el palco, en el que pierde la vida una cantidad importante y aún indeterminada de personas.

Conducción, conducción, Montoneros y Perón

Ante las fuertes presiones de la Tendencia, Perón se apoya crecientemente en sectores de derecha, a la vez que trata de mantener el diálogo y negociaciones. Su posición es clara en un aspecto central: no está dispuesto a compartir la conducción del Movimiento con nadie. Tampoco està dispuesto a discutir el ritmo de los cambios a realizar. Habla de los “apresurados y de los retardatarios”. La discusión entre las partes es básicamente sobre el poder político. No hay un debate sobre política económica o social.  Por supuesto no hay documentos sobre el particular.  Este no es tema menor, no hay una discusión sobre política económica o  política social u otras. La discusión es la conducción del movimiento peronista. Los conflictos se hacen insostenibles y Cámpora presenta su renuncia.
 
8 de Septiembre

Perón convoca a distintos sectores de la Juventud Peronista, incluyendo a algunos de poca representatividad, pero explica su posición:”hay que andar con calma, porque la reacción interna y apoyada desde afuera es sumamente poderosa, y aquí…… hay tipos que están mirando por debajo de las rejas de los cuarteles para ver cuando pueden salir y uds. saben cuando salen esos locos como la agrandan” Respecto a la organización sindical: “…no son ciertas todas las cosas que se dicen…ni son justas…que atacan a la organización sindical. Eso es injusto, la organización sindical no ha actuado porque yo le he dicho que no actúe”. “Porque si quiero llevar solo a los buenos voy a quedar con muy poquitos y en política con muy poquitos no se puede hacer mucho”…”no jugarse en una aventura generacional que puede conducir a un desastre…en el que Uds. mismos se van a matar unos a otros, como ya han empezado alguna veces a hacer. ¿o no? 

Firmenich

A la salida de la reunión, un periodista de la revista Descamisados hace una pregunta acordada a Firmenich: …Hasta ahora, Uds. se han expresado militarmente a través de la guerrilla urbana, ¿esta reunión significa un cambio…?¿van a abandonar las armas? Responde: “De ninguna manera: el poder político nace de la boca de un fusil…” Después aclara.: “Estamos en una tregua”.

Perón al gobierno

Perón se presenta como candidato a presidente, acompañado por Isabel y la victoria es abrumadora. El  23 de setiembre de 1973 se efectuaron las elecciones nacionales donde la fórmula Perón-Perón triunfó con el   61,86 % de los votos. Estos fueron un 13% más que los obtenidos seis meses antes por la fórmula Cámpora -Solano Lima. O sea, se trató de una inequìvoca reafirmación del apoyo popular a Perón. Fue, además, la primera vez desde 1955, que se le permitía a Perón presentarse a elecciones. Dicho de otra manera su última proscripción databa de sólo 6 meses antes.

Rucci

Dos días después, José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT fue muerto por la organización Montoneros. En palabras de Norberto Ivancich  y Mario Wainfeld “el asesinato era una agresión  directa al futuro gobierno peronista: demostraba que los Montoneros no estaban dispuestos a desarmarse ni a coexistir con otros sectores del Movimiento y que no les inspiraba respeto el pronunciamiento popular del 23 de setiembre”. (Revista Unidos, op.cit.).Perón confiaba en Rucci para controlar a los dirigentes gremiales. De hecho, la organización reafirma su derecho a la lucha armada dentro de la democracia  Era matar a uno de los ejes de la construcción política peronista y a una de las patas del Pacto Social.  La “tregua” mencionada por Firmenich había durado muy poco tiempo.

Desde el principio del gobierno de Campora hasta el 1 de mayo de 1974, cuando Perón expulsa a los Montoneros de la Plaza de Mayo, porque insultan a Isabel, se suceden las confrontaciones. A pesar de ello, según Gustavo Caraballo, entonces Secretario Técnico de la Presidencia,  (“Tras las bambalinas del poder”, Bs. As. 2008), Perón buscó infructuosamente aún después de mayo del 74, algún canal de comunicación.

¿Y la democracia?

La falta de respeto por la voluntad popular, expresada en las elecciones y la decisión de continuar la lucha armada fue cuestionada en esos momentos porque apuntaba contra Perón (recordar, 60% de los votos) y no necesariamente en defensa de la democracia. La posición del ERP, en ese sentido era casi natural, peleaban por socialismo, no por la democracia de origen liberal. La situación de los montoneros era más complicada para explicar, porque casi hasta ese momento aceptaban la conducción del viejo líder. En la misma línea, en 1975-76, ante la inminencia del golpe militar la organización trató de agudizar las contradicciones. Cuanto peor, mejor. En rigor, la democracia como valor fue un doloroso aprendizaje de la sociedad argentina gracias a las atrocidades del gobierno militar, o sea francamente posterior a estos años. Y quizás fue eso lo que generó la victoria de Alfonsín en el 83, cuando decía que con la democracia se cura, se educa, etc…
 Azul

El 24 de enero de 1974 el ERP asalta el cuartel de Azul, en la provincia de Buenos Aires El gobernador Bidegain renuncia a su cargo y asume su vicegobernador, Victorio Calabrò. La organización saca una solicitada titulada “Descalabro en la Provincia”, que muchos de los funcionarios de la Tendencia se negaron a firmar.

La Lealtad

Quizás la mayoría de los montoneros que se fueron o fueron expulsados entre la muerte de Rucci y los primeros meses de 1974, confluyó en lo que se llamó la  JPLealtad. Está claro que la crisis no fue solo por el asesinado de Rucci, pero la relevancia de este hecho ya era imposible de obviar.En el seno de  Montoneros se hace imposible discutir orgánicamente: se trata de una estructura verticalista y autoritaria, celular y llena de barreras para la comunicación. Hay además políticas explícitas de desinformación. Aunque sea una obviedad decirlo, tampoco era posible votar, y si se votara nadie sabría quien ganó la votación. Al mismo tiempo la organización inicia un proceso de homogenización compulsiva. En la solicitada de los montoneros disidentes (ver anexo) se advierten los restos de la estructura organizacional anterior: la firman “Montoneros soldados de Perón”.  A partir de esa fecha no se volverán a mencionar esos niveles organizativos (Montoneros o Juventud Peronista) y todo será JP Lealtad, o Movimiento Villero Peronista Leal o JUP lealtad. Las categorías preexistentes: UBC, UBR (unidad básica de combate- unidad básica revolucionaria), no tiene más sentido, simplemente porque no se presume el combate Los hechos sucedidos hasta ese momento permiten entender con claridad las razones de la fractura: 1. La conducción de los montoneros cree que tiene derecho a conducir el peronismo en un nivel de responsabilidad igual al de Perón. Considerando el tipo de liderazgo personal de Perón esto es sencillamente una declaración formal de guerra, 2. la organización cree que tiene derecho a ejercer la violencia armada contra el gobierno recién electo, incluso aunque se haya tratado de la primera vez en 18 años que se realizaron elecciones sin que Perón estuviera proscripto; 3. La organización cree que tiene derecho a ocultarse detrás del prestigio popular de Perón para combatirlo (Perón no es un auténtico peronista). 
La nueva organización

Los que se van son un grupo de militantes que tiene un estrechísimo desfiladero por el cual caminar, que sigue reivindicando algunas ideas básicas de su discurso anterior, que se autocrítica de otros y que no quiere entrar en el entorno del lópezreguismo, Ciro Ahumada, etc. Ese desfiladero era muy difícil de transitar. Sobre todo porque como consecuencia del verticalismo de los Montos, la Lealtad se constituye muy democráticamente. Entonces, definir políticas es prácticamente imposible. Es un grupo que se arma por reacción.La nueva organización sabe a que tiene que oponerse, no tiene tan claro qué y cómo impulsar otras políticas. Los niveles organizativos y las articulaciones, por contraposición al verticalismo anterior son sumamente lights.

1º de mayo

En la concentración en la Plaza de Mayo, la columna de los montoneros, canta “porque está lleno de gorilas el gobierno popular”, “se va acabar la burocracia sindical”, “Rucci traidor, saludos a Vandor”  e insulta a Isabel Perón. Perón reacciona: “..en estos 21 años, las organizaciones sindicales se han mantenido inconmovibles (peronistas), y hoy resulta que algunos imberbes pretenden tener mas mérito que los que lucharon durante 20 años…” La columna de los montoneros se retira y queda la gente llevada por los gremios y la JPLealtad, que por primera vez lleva un cartel.Posiblemente este día haya sido aquel en el que la organización pierde sus últimas posibilidades de influir, proceso político mediante, en la evolución y desarrollo del gobierno peronistaY de hecho, cuando Perón –principal líder político del siglo- corta esos lazos, incluso utilizando personajes siniestros como López Rega, el destino político de la organización Montoneros languidece rápidamente.

La revista

Un grupo de militantes de la Lealtad funda, en abril del 74, la revista Movimiento que si refleja las opiniones del conjunto de la Lealtad es solamente por homogeneidades políticas preexistentes y no porque su líneas editoriales tuvieran consensos previos. En la revista se escribe: “La promesa del general Perón, anunciada desde los balcones de Plaza de Mayo el 12 de octubre, cuando asumió por tercera vez la presidencia con el mayor respaldo electoral de la historia argentina, inició la etapa más polémica de la militancia peronista.Los siete meses propuestos por el conductor para exponer ante el pueblo los logros de su gobierno sufrieron el doble embate del imperialismo y la perturbación gorila enquistada aún en los organismos del Estado.Pero esos meses sintieron también la ineptitud del movimiento para acompañar quizás la última maniobra del líder.  La guerrilla desatada entre la tendencia y la estructura vandorista se agudizó amenazando la continuidad de todo el proceso.La conducción vandorista, encargada de la realización del acto, ha propuesto concertar un certamen en el que será elegida la reina nacional del Trabajo.La tendencia, por su parte, llevará la totalidad de sus fuerzas  con un claro objetivo: condenar al gobierno.  Ya lo anticipó en su documento: “El rumbo elegido por Perón  –afirman-  conduce a la derrota.”Los vandoristas convertidos en asesores de belleza y la tendencia en un bloque opositor que augura que “la desviación del proceso es irreversible y que la sangre derramada se ha perdido en el mostrador de los mercaderes” volverán a competir entre sí por el 1º de mayo.”

El 15 de mayo del 74 dice: “La tendencia quedó marcada como externa al peronismo y, además como un peligroso enemigo, que simula ser de las propias filas cuando no lo es, que divide y destruye el frente anti-imperialista.  Pero también el movimiento fue llamado a “ponerse a tono” porque sus cuadros deben volver a recuperar las herramientas políticas y sindicales del peronismo para organizar y movilizar no sólo a las decenas de miles de peronistas que llegaron individualmente a la Plaza de Mayo el 1º sino a los centenares de miles de peronistas que desde el 20 de junio han quedado marginados, autoexcluidos de la violenta lucha ideológica de las facciones, esperando este momento en que el General pone orden, el orden revolucionario que anunció en su discurso ante el Parlamento”.

11 de mayo

El padre Mujica es asesinado. Mujica había tomado fuerte distancia de los Montoneros junto a muchos otros sacerdotes, como el padre Jorge Galli de Pergamino, en esa época conducción de la columna Artigas de la organización, el padre Jorge Goñi de la villa de Colegiales y muchos otros curas villeros. Los comentarios de fuentes de la Tendencia hacen pensar que el crimen fue responsabilidad de la M. Después se confirma que fue la Triple A.. Hay confrontación en el velorio.

12 de mayo

La organización montoneros toma una extraña decisión: comunica que expulsa de su seno a lo que llama JP lealtad. Es curioso porque se trata de expulsar a quien desde hace mucho no tiene nada que ver con su organización. La lógica de la decisión es un hecho que luego se reiterará de forma más lúgubre. En 1976 la revista “Evita Montonera”, publica la condena a muerte de Roberto Quieto “por delator”. De hecho ya había sido detenido, torturado y asesinado por fuerzas represivas. Supuestamente habría delatado personas o cosas. Pero se estaba condenando a muerte a un muerto.
La muerte de Perón

El 1º. de julio muere el Gral. Juan Domingo Perón. Isabel asume como presidente. La mejor descripción del sentimiento de los militantes de la lealtad ante la muerte de Perón y porqué no, de muchísimos peronistas, es la poesía-canción que escribe en esos días un militante de la lealtad,

1º de Julio (Vidala)

Primero de Julio, no puedo creer

que ya no vuelve

aquel Perón Vuelve

que pinté ayer

2º de Julio, ya va a llover

nadie se mueve,

su gente quiere

volverlo a ver.

 3º de Julio, sin General

….la lluvia moja,

miedo y congoja

¿Qué nos pasará?

El 4 de Julio, lo han de llevar

La Patria grita:

¡Isabelita,

No vaya a fallar!

 ¡Huérfanito, pueblo huerfanito!

¡Triste y mojado, cumpla con Perón!

Apure el vino, vuelva al camino

Que él nos marcó

¡Huérfanitos, sí,derrotados. NO!

Si Perón ha muerto

¡VIVA PERÓN!!

Letra y música: Santiago Hynes (julio de 1974)

“Pueblo huerfanito”, “Isabelita no vaya a fallar”. Son una descripción y una aspiración. A su vez la revista Movimiento habla de “no dejar sola a Isabel, ahora cada peronista es Perón”. Los hechos tienden luego a matizar esa opinión tanto que por ejemplo el diputado nacional Nicolás Gimenez ligado a la Columna Artigas de la Lealtad pronto comienza a participar del antiisabelista Grupo de Trabajo en la Cámara de Diputados. La voluntad no había alcanzado. De hecho, luego de la muerte de Perón los cuadros de la lealtad comienzan a dispersarse. Probablemente, los últimos en hacerlo fueron aquellos que tenían responsabilidades de tipo social que no se detenían por la incertidumbre política: los del Movimiento Villero Leal que conducía Vidal Giménez y los trabajos sindicales que continuaron hasta que ello se hizo imposible. En 1976, Horacio Zúñiga dirigente gremial gráfico en Codex fue secuestrado y muerto.

La CGT

Producida la intervención de la Universidad y designado Otalagano en la UBA una parte de los profesionales “leales” se acerca a la CGT, que los convoca y se convierte en el polo opositor al lopezregismo. Allí estaban Adalberto Wimer, Oscar Smith. Se trata principalmente de rescatar lo más rescatable del programa de Gelbard.La movilización de la CGT tiene resultado y Lopez Rega tiene que irse del país. La conducción de montoneros tiene que ajustar su diagnóstico y dejar de hablar del brujo- vandorismo. De todas maneras el titular de Evita Montonera dice: “se fue el brujo Lopez Rega, ahora le toca a la Martínez” (Evita Montonera, jun-jul 1975)

El vacío de opciones

Sin embargo la presión de la CGT no alcanza. Isabel tiene un notable nivel de incompetencia y quizás de necedad. A su vez, aquellos dirigentes del peronismo político que podrían haber construido una alternativa, prefirieron no quedar como traidores (como Luder) o como peleles de los mandos militares que venían avanzando. El ERP y los Montoneros continúan su guerra contra el gobierno. En vísperas del golpe: “los trabajadores hundiremos al régimen porque queremos el poder para el pueblo” (Evita Montonera, feb-marzo 1976). Los Montoneros asaltan, en octubre de 1975 un cuartel en Formosa. Su voz oficial indica que es una victoria. “El ejercito gorila oculta su derrota en Formosa” escribe Evita Montonera para informar sobre su catástrofe militar en ese lugar. Se jacta de conseguir 50 fusiles a cambio de 12 muertos. El ejército habla de 18 fusiles. Años después, Roberto Perdía, entonces miembro de la conducción nacional, incitaba a jóvenes exilados para que participaran en la contraofensiva (en la que terminarían muertos) para “no perderse el tren de la victoria”.  La mistificación de la realidad ya es demasiado significativa.
Final

La de la Lealtad fue una de esas experiencias que ocurren en momentos de la historia en que no hay opciones políticas razonables y por lo tanto, no es razonable optar por alguno de los que se enfrentan. Esto es lo que veían los ex militantes de los montoneros y esto es lo que veía el conjunto de la sociedad y que explica la atroz sensación de alivio que en muchos sectores alejados de la política, produjo el golpe militar.La historia podría haber sido distinta. Conocerla sirve para no equivocarse ante temas parecidos. Sirve para darse cuenta que el peor traidor es el complaciente, que la manipulación es fácil, que algunos principismos son solo fachadas, que la falta de vinculación con la realidad puede producir tragedias, que no siempre hay una militancia deseable y en particular, que muchos miembros de la organización que se quedaron en el país y murieron o los que volvieron durante la ”contraofensiva”, tienen el inmenso mérito de la autenticidad personal y del valor, pero estos méritos nunca convalidaron los  proyectos políticos, que se juzgan o evalúan con otros criterios.  


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