FARSAS: El 25ª aniversario de los bombazos a la AMIA, un festival de la hipocresía

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Asco. El 25ª aniversario del atentado que demolió la AMIA, mató a 85 personas e hizo desgraciadas las vidas de miles, me provoca arcadas. Y es que se trata de una farsa, un festival de hipocresías.
Lo esperaba de quienes siguen sosteniendo contra viento y marea que a Nisman lo asesinó un comando venezolano-iraní entrenado en Cuba y proveniente del Uruguay. Lo esperaba del gobierno amarillo y de los dirigentes de la DAIA y de la AMIA, al lado de quienes los antiguos fariseos eran gente franca, pero no de una periodista progre, canora y compañera.
Y es que el equivalente de quienes siguen diciendo que al hipercorrupto fiscal lo asesinaron, son, en la causa AMIA (y su antecesora, la frizada por el bombazo a la embajada de Israel) quienes dicen que está probado (?) que la mutual fue demolida por una Trafic-bomba.
Descarados/as suelen agregar que la camioneta fantasma (que nadie vio y que no tuvo sustento material, a diferencia de todos los verdaderos atentados con vehículos-bomba) estuvo conducida por un miembro suicida del Hezbolá libanés.
Ésta y no otra es la piedra basal del encubrimiento. ¿De qué? De que los bombazos fueron detonados por una banda de mercenarios vinculados a la Policía Federal (sin que el jefe de la repartición, Jorge Luis Passero tuviera nada que ver); de que fueron encargados desde el círculo aúlico, íntimo, familiar,del presidente Menem (sin que este tuviera nada que ver) quien sospechándolo se prestó, presto, al encubrimiento. De que quienes encargaron los bombazos lo hicieron en nombre de un traficante de armas y drogas mimado por el gobierno de entonces y que también por entonces contaba con la bendición de una CIA que luego lo dejó a merced de la DEA (porque no quiso plegarse a la destrucción del Irak de Sadam Hussein), el mismo que siempre vendió armas israelíes y que en esta oportunidad contó con la complicidad de agentes de al menos uno de los servicios de inteligencia israelíes.
                                             Carlos Telleldín: que se lo vuelva a juzgar es una enésima cortina de humo.
De todo esto di abundantísimos datos en mis dos últimos libros, “Caso Nisman: Secretos inconfesables” publicado hace tres años por Punto de Encuentro, y “La infAMIA”, publicado el año pasado por Colihue.
Además, he desafiado a quien diga que tiene, no ya pruebas sino aunque mas no sea algún indicio, no digamos ya de la participación en los atentados de Hezbolá o la República Islámica de Irán, sino aunque mas no sea de algún persa, de algún libanés que no sean los muy cristianos Haddad (dueños del volquete puesto en la puerta escasos minutos antes de las explosiones) que lo explicite o calle para siempre (Ver http://pajarorojo.com.ar/?p=43062).
Hasta ahora, solamente he recibido como respuesta un silencio atronador.
Mientras, los supuestamente mejores familiares de las víctimas dicen que estamos en pampa y la vía, que nunca se averiguó nada, que apenas se sabe… que hubo un coche bomba piloteado por un suicida, etc.
Me resulta repugnante que finjan demencia y hagan como si mis libros no existieran, del mismo modo que me provocan arcadas quienes hacen como si Pablo Duggan no hubiera demostrado de manera fehaciente e inapelable que Nisman se suicidó.

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7 comentarios

    • Es José Petrosino, un ingeniero e investigador amateur del caso AMIA, terrorismo, geopolítica, etc. Sabe mucho y es divertido. Salinas lo conoce. No sé si tiene afinidad política, pero parece librepensador, no se limita. A diferencia de Salinas, que como es kirchnerista y hace política partidaria desde sus escritos, a veces pierde objetividad.
      También escribió un libro sobre AMIA, que no leí.
      El artículo ese tendría que leerlo de nuevo, pero si no me equivoco Petrosino se saltea cualquier conexión con el contrabando cuando señala la autoría del bombazo. Dice directamente que lo idearon USA o Israel. Salinas y otros dicen que USA e Israel no fueron los ideólogos, sino que simplemente se aprovecharon de la situación a posteriori con fines geopolíticos (aunque Stiuso estaba grabando y siguiendo a los iraníes desde ANTES del atentado, y Stiuso trabajaba para la CIA en temas internacionales, como históricamente siempre lo hizo la SIDE, y de eso hay pruebas; pero no sé si hay pruebas que Stiuso trabajaba para Al Kassar, o unos locos del servicio israelí, como señala Salinas)
      La verdad que el asunto del contrabando y las mejicaneadas es muy rebuscado, y cierra más lo de Petrosino. Pero que cierre más no quiere decir que sea necesariamente verdad.
      Los investigadores del caso AMIA son orgullosos con sus teorías, y a veces se pelean entre ellos. Pero a mí también me interesa saber la opinión de Salinas. Digamos, por qué le parece que la teoría de Petrosino no puede ser verdad.

      • Respeto a Petrosino. Mi diferencia con él es que quiere dejar afuera de todo a algunos argentinos de origen sirio que encargaron las bombas de la AMIA y a los ejecutores y policías federales relacionados para ir directamente contra la CIA y los servicios de inteligencia de Israel. Y a mi me parece que no se puede saltear a quienes fueron los autores materiales.

    • Te respondo de apuro sin volver a leer el texto que leí hace mucho. No recuerdo cual fue la participación de Eldad ahora, pero me parece claro que Roni Gorni y Edry participaron en los atentados, el primero en el primero y el segundo en el segundo. Y en su encubrimiento también.

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