AMIA. Lo que (casi) nadie quiere ver

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¿Es tan difícil aceptar aunque mas no sea la hipótesis de que el atentado a la AMIA fue realizado por mercenarios argentinos, que no hubo coche-bomba sino que, como en el caso de la Embajada de Israel, se aprovechó que el edificio estaba en refacciones para colocar explosivos adentro (aunque en el caso de la AMIA también los haya habido afuera, en el volquete que se había depositado justo frente a su puerta), que Irán no tuvo nada que ver ni los ataques se hicieron por motivos religiosos sino para reclamar el pago de millones “mexicaneados” en una cadena internacional de tráfico de drogas y armas (en ese orden) y el lavado de su producido? Es tan difícil, después de lo de “las valijas de Amira” y el contrabando de armas a Bosnia y Croacia, aceptar la posibilidad de que el Mossad, como la CIA y los servicios secretos de Siria hayan estado asociados en esa mecánica? 


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