NED, la sibilina “cara social” de la CIA

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El dato puntual me lo dio Daniel Ponzo, director del “Reporte Nacional”, el pequeño diario que fabrica, para su impresión por los diarios del interior, la agencia Télam. Esta mañana llamé a Stella Calloni, una especialista en las ong que sirven de tapadera a la CIA (la más conocida es USAID, antes AID), quien me envió parte de su largo trabajo “La invasion silenciosa”, publicada en Cubadebate, Zoom, y otros sitios de la red.

Usualmente la NED financia todo tipo de movimientos que buscan desestabilizar a los gobiernos desafectos a seguir las indicaciones de Washington: cumplió un papel importante en los prolegómenos de la invasión yanqui a Panamá (diciembre de 1989), y en los intentos de golpe en Venezuela (2002) y Bolivia, según han denunciado sus gobiernos.

Mi interés esta motivado en que la NED auspicia al Foro de Periodistas Argentinos (Fopea) sobre el que estoy escribiendo. Desde mi punto de vista aceptar financiación de NED es toda una definción política e ideológica.

El caso de Fopea es parecido al de Reporteros sin Fronteras (RSF), organización internacional que recibe dinero de IRI fundación del Partido Republicano de los Estados Unidos y suele oficiar de ariete de las políticas del Pentágono.

Realmente, no entiendo cómo se puede aceptar este tipo de financiación y seguir insistiendo, como hace la comisión directiva de Fopea, que la suya es una organización abierta y plural.

A continuación, transcribo parte del material que me envió gentilmente Stella. A quien le interese el tema, le recomiendo Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia (Punto de Encuentro, 2009), su último libro. JS

La invasión silenciosa

 

La National Endowment for  Democracy(NED), también conocida como Fundación  de Financiación para la Democracia,  es responsable de una serie de acciones de desestabilización, golpismo y  armadas en diversos lugares del mundo y en América Latina, pero se presenta como  benefactora de organizaciones de Derechos Humanos. (…)

La NED  se presenta a sí misma como  “una organización privada sin fines de lucro creada en 1983 con el fin de fortalecer las instituciones democráticas alrededor del mundo, a través de esfuerzos no gubernamentales”.

Dice estar gobernada “por un directorio independiente y no partidario. Con los fondos anuales que recibe del Congreso (de Estados Unidos) otorga cientos de subvenciones para sostener grupos ‘pro-democráticos’ (léase aquello que considera democrático Washington) en Africa, Asia, Europa Central y Oriental, América Latina, y la ex Unión Soviética”.

La “idea” que se dice que guía a la NED “es que la libertad es una aspiración humana universal que puede ser realizada a través del desarrollo de instituciones, procedimientos y valores democráticos. La democracia no puede alcanzarse a través de una simple elección, y no es necesario que esté basada en el modelo de los Estados Unidos o de otro país particular. (…)

Sosteniendo este proceso, la NED ayuda a fortalecer el vínculo entre los movimientos democráticos locales en diversos países, y el pueblo de los Estados Unidos, vínculo basado en el compromiso común con el gobierno representativo y la libertad como estilo de vida.

De hecho, se habla de un directorio independiente y no partidario, pero recibe fondos nada menos  que del Congreso de Estados Unidos y otras “subvenciones” de organizaciones que apoyan y financian las intervenciones ilegales en todo el mundo y más aún las guerras sucias que fueron el sostén ilegal de todas las dictaduras.

En esta presentación se observan varios elementos afines que coinciden con los objetivos de la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), planteados difusamente. Hay una reflexión básica. Si de la “visión democrática” de los gobiernos estadounidenses se trata, baste con mirar hacia Afganistán o Irak en estos últimos años para entender cuál es ese punto de vista que tienen los gobiernos de Estados Unidos sobre lo que es una democracia.

En el caso de Irak estamos asistiendo a un genocidio en pleno siglo XXI, donde en cifras conservadoras se habla de más de un millón de muertos desde que Estados Unidos, Gran Bretaña, Israel y otros “aliados” invadieron ese país a comienzos del 2003.

En realidad la NED es la continuación de las acciones secretas de la CIA estadunidense, y elemento básico en las estrategias de dominación y recolonización trazadas por Estados Unidos para el siglo XXI. Es algo así como “la cara social” de la CIA.

Esta institución se plantea como una prioridad para la llamada Guerra de Baja Intensidad (GBI;  contrainsurgencia típica de los años 80, en su nueva versión), que se estableció para  ayudar a los cambios planificados en la invasión neoconservadora y fundamentalista del reaganismo y sus sucesores. Al declarar Reagan  a la Unión Soviética como «el imperio del mal Mal» decidió avanzar sobre la “contención” en los terrenos diplomáticos y militar, como lo planteó el Documento de Santa Fe, número uno y habló de “una nueva vía”, que era encomendar a la CIA organizar y movilizar a grupos afines a Washington detrás de la máscara de “sociedad civil” y con fondos suficientes para desestabilizar al “enemigo”. (…)

Los escándalos de injerencia de la CIA, que merecieron una cantidad de investigaciones en el propio Congreso, como lo actuado en Centroamérica, llevó al Consejo de Seguridad Nacional (CSN) a elegir una vía nueva para lo cuál se creó la NED.

Sólo basta con conocer la conformación del Consejo que administra los fondos de NED donde además de los Partidos Republicano y Demócrata, están nada menos que la Cámara de Comercio estadounidense y el sindicalismo de la AFL-CIO, sobre los que se conocen viejos lazos con la CIA.

Su financiamiento es aprobado por el Congreso de Estados Unidos  y figura en el capítulo del presupuesto del Departamento de Estado destinado a la Agencia para el Desarrollo Internacional (US Agency for International Development (USAID).

Dice Thierry Meyssan, periodista y escritor, presidente de la Red Voltaire con sede en París: “La mayoría de las figuras históricas de las acciones clandestinas de la CIA han sido en algún momento miembros del Consejo Administrativo o de la dirección de la NED, entre ellos Otto Reich, John Negroponte, Henry Cisneros o Elliot  Abrams. Actualmente la preside Vin Weber, ex-representante republicano por Minnesota, fundador de la ultraconservadora asociación Empower America y buscador de fondos para la campaña de George W. Bush en el 2000. Su director ejecutivo es  Carl Geshman, un ex-trotskista convertido en responsable del Partido Socialista de Estados Unidos (Social Democrats, USA) y miembro de la corriente neoconservadora“.

La NED  fue muy importante a la hora de convocar y unir a la oposición interna en Nicaragua para luchar “democráticamente” contra el sandinismo  a la vez que era partícipe en el entramado del ejército mercenario de la Contra nicaragüense, que dejó miles de muertos en la ofensiva contra Nicaragua entre los años 80 y 90.

Ubicado  el “objetivo” o “el blanco” contra el que se emprende la guerra por diversos frentes, NED se encarga de reflotar partidos y políticos fantasmas, a los que financia para conformar las famosas organizaciones que han tenido nombres como  Coordinadora Democrática, Cruzadas Civilistas como la de Panamá (predecesora de la brutal invasión militar de Estados Unidos en diciembre de 1989) y las que hoy surgen como hongos en la Venezuela, gobernada por el presidente Hugo Chávez, caracterizado como uno de las figuras claves de los “ejes del mal” para Washington.

Los integrantes de la NED, bajo sus disfraces de “democráticos” conforman frentes abiertamente desestabilizadores, negocian con los medios de comunicación del sistema, presionan a algunos políticos remisos, arman estructuras políticas que financian y corrompen en función de la “seguridad nacional” de  Estados Unidos, además del trabajo silencioso en apoyo de los movimientos militares de Estados Unidos en la región. (Y a armar) ficciones de políticos, uno de  cuyos mejores  ejemplos fue el caso de la ex presidenta de Panamá, Mireya Moscoso.

Creada para la lucha contra el comunismo en el esquema de la Guerra Fría, la NED contradictoriamente aparece en todo su esplendor cuando desaparece la Unión Soviética(URSS). (…)

“En ocasión de su vigésimo aniversario, la NED hizo un balance de su acción del que se desprende que este organismo financia y dirige actualmente más de seis mil organizaciones políticas y sociales a través del mundo.

La NED  organiza  conferencias con los intelectuales,  y forma a cuadros políticos y sindicales en el mundo entero. (…) Además de su presupuesto de 50 millones de dólares y los otros financiamientos señalados,  se agregan a esto numerosos co-financiamientos destinados a las operaciones que organiza. Estas participaciones exteriores, por millones de dólares al año, provienen principalmente del Departamento de Estado, del departamento del Tesoro y, discretamente de la CIA”,  escribió Meyssan en su trabajo “NED: la Fundación estadounidense para la democracia y las redes de la injerencia «democrática».

El 20 de enero de 2004 durante su discurso  sobre el estado de la Unión el presidente George W.Bush anunció que duplicaría el presupuesto de la NED y concentraría «sus nuevos trabajos en la promoción de elecciones libres, del libre intercambio, de la libertad de prensa y de la libertad sindical en el Medio  Oriente».

La NED ha sido denunciada por su trabajo en el golpe contra el presidente Hugo Chávez el 11 de abril de 2002, como surge de documentos del gobierno estadunidense  logrados por intermediación del  Freedom of Information Act. En ellos se prueba la conexión entre organismos financiados por el Congreso de Estados Unidos y los golpistas venezolanos.

La abogada estadounidense Eva Golinger (coautora junto al periodista canadienseJean-Guy Allard del libro USAID, NED y CIA. La agresión permanente ) y sus colaboradoresmostraron una serie de documentos referidos al asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson, sucedido cuando éste investigaba a los involucrados en el golpe de estado de 2002 y además el asalto y bloqueo a la embajada de Cuba lo que sucedió conjuntamente con el golpe.

“Encontré evidencias de que las dos organizaciones principales que financian a la oposición son el National Endowment for Democracy (NED) y el U.S. International Agency for Development (USAID)”, afirma Golinger. (…)

En Venezuela  NED financia alrededor de 15 organizaciones y partidos políticos como Súmate, CEDICE, Asamblea de Educación (hasta el 2003), Liderazgo   y Visión, la CTV, Primero Justicia, Proyecto Venezuela y Consorcio Justicia. USAID ha financiado también a Súmate,  Liderazgo y Visión, Fedecámaras y otros.

“También, NED y USAID financian a dos organizaciones estadounidenses que fueron establecidas para filtrar los fondos a partidos políticos en otros países: Son el International Republican Institute (IRI) y el National Democratic Institute (NDI). Todos estos organismos recibieron cifras millonarias, para apoyar a la oposición política de Chávez  en la campaña del referendo revocatorio, donde triunfó el presidente venezolano.


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