INFAMIAS. Las amenazas de Lanata fueron, a mi entender, la noticia del día.

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Me solidarizo totatalmente con el camarista Freiler y comparto lo escrito por Leopoldo Moreau.

El juez del caso Ciccone calificó como "atroz" el pedido de escrache hecho por Lanata

Eduardo Freiler dijo que los jueces "no se van a dejar manejar por los tiempos de un conductor de un programa", al tiempo que manifestó vivir con asombro y molestia el pedido del conductor del Grupo Clarín contra los camaristas de la causa.

El camarista Eduardo Freiler, calificó hoy como "atroz" al pedido de escrache que hizo el periodista Jorge Lanata sobre los integrantes de la Cámara Federal que investiga la causa Ciccone, y sostuvo que los jueces "no se van a dejar manejar por los tiempos de un conductor de un programa".

"(El llamado a linchamiento mediático) lo viví con asombro y molestia, en lo que atañe a mi persona. Quienes trabajamos en cargos públicos estamos acostumbrados a ser interpelados, por alumnos, colegas e incluso por la gente. Pero cuando este tipo de agresión clara está dirigida contra los hijos me parece algo inédito, ni siquiera se hizo en la dictadura", precisó Freiler.

Lanata lanzó un llamado a realizar escraches sobre los integrantes de la Cámara Federal que llevan adelante la causa Ciccone, Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero, y dijo que expondrí­a a los hijos de los magistrados para que los compañeros del colegio los interroguen por las acciones de sus padres.

"Mis hijos han tenido comentarios de sus compañeros en su escuela, e incluso de sus profesores. Pero por suerte era para solidarizarse con ellos, con lo que estaban pasando", señaló Freiler.

En ese sentido dijo que "las nuevas generaciones parecen ser más tolerantes".

Respecto del avance de la causa, Freiler aseguró que la decisión del juez Ariel Lijo en llamar a indagatoria a Boudou "está dentro de sus facultades como magistrado", al tiempo que destacó que la Cámara "debe seguir interviniendo".

Leopoldo Moreau:

Para decidirme a escribir esto esperé –deliberadamente–que pasarán 24 horas. Creía –ingenuamente– que entidades periodísticas, colegas, dirigentes políticos , un fiscal, alguna jerarquía eclesiástica, organismos de protección de menores, el INADI, en fin, la sociedad iba a reaccionar enérgicamente en repudio a un conductor periodístico que incitó a ejercitar violencia contra menores (hijos de dos jueces) en las aulas donde estudian, con el agravante que llamó a que ese ejercicio de violencia lo practicarán otros menores, sus compañeros. Es decir, promovió abiertamente un bullying. Nadie dijo ni hizo nada.
Mañana muchos de ellos muy campantes seguirán hablando de la " brecha", de los políticos " intolerantes", de los que "buscan dividir la sociedad". Por supuesto, los medios periodísticos seguirán desgarrandose preocupados por el aumento de la violencia en las escuelas.
Si no condenan con voz bien alta este acto de suprema intolerancia y de franca incitación a la violencia (esto también vale para los militantes) el descreimiento se adueñará de muchos compatriotas. Y la democracia con dirigentes con miedo y afectos a la hipocresía se degrada.


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