El lunes a las 16 frente a las puertas de la Legislatura debemos darles una rotunda respuesta.
La alianza entre la negacionista Victoria Villaruel y los legisladores de Cambiemos, además de demostrar que en las cosas importantes mileistas y cambiemitas son la misma eme –de Macri– es una provocación a la que debemos darle respuesta. No sólo es una cita de honor, también es un asunto –literalmente– de vida o muerte. El lunes a las 16 frente a las puertas de la Legislatura debemos darle una rotunda respuesta. Pacíficamente, pero teniendo en cuenta que hace un año la Policía de la Ciudad fue protagonista en las varias provocaciones que desembocaron en el intento de asesinato de Cristina. No pudieron con el 2×1 y no podrán ahora. ¡Nos vemos!
Tengo pendiente de ver el exhaustivo trabajo hecho por el El Destape al cumplirse el primer aniversario del intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner, me acaban de avisar que no me pierda un editorial de Ale Bercovich y desde luego todas las intervenciones del Dr. José Manuel Ubeira son dignas de ser reproducidas y difundidas, sobre todo la que tuvo en La Hora Extra de Víctor Hugo (Morales) en el nuevo canal Extra!, pero hoy por la mañana solo alcancé a ver este video de Juan Grabois con el que coincido casi milimétricamente, en el entendimiento de que la contradicción principal es Corporaciones Vs. Estados nacionales, y que detrás de Milei y de Bullshit (un monstruo con dos cabezas detrás de las cuales no sólo está Macri; están Black Rock, Vanguard y otros fondos buitres, la banca internacional).
Grabois pone el acento en pistas que la (in)justicia federal de la ciudad de Buenos Aires no quiere investigar, como los vínculos entre Jonathan Morel, los Posse de San Isidro y la financiadora Famiglie Caputo, por un lado, y por otro y sobre todo en Hernán Carroll, un empresario patovica vinculado tanto a Patricia Bullshit como a Javier Milei y a José Luis Espert, que también tenía relación tanto con Sabag Montiel –quienle pidió que se encargara de su defensa– como con Brenda «Ambar» Uriarte –que lo llamó por teléfono justo antes de ser detenida–.
Arriba: Hernán Carroll oficia de nexo entre Patricia Bullshit y Javier Milei, que para rabia de la antipatria, no se unieron y disputan. Abajo: Milman usa su celular, que la jueza Capuchetti se negó durante casi todo un año a peritar y siquiera a mirar.
La jueza Capuchetti parece la reencarnación con polleras del insuperable juez Bonadio –que Satán, de existir, lo tenga bajo llave– si bien lo que aquel tenía de activo, ella lo tiene de inactiva.
Escuchen atentamente:
(Ah, Juan comete un pequeño error ya que Milman no le dijo a sus secretarias que cuando atentaran contra Cristina él estaría en Mar del Plata, sino en «la costa», y efectivamente se fue y estaba en Pinamar).