ACERCA DE LA MUERTE DE JUAN DUARTE: Una hipótesis
Me resultó muy interesante este diálogo de Horacio Verbitsky con Ari Lijalad acerca de la muerte de Juan Duarte, el hermano de Evita, oficialmente considerada un suicidio, pero a la que quienes derrocaron a Juan Perón se empeñaron en tratar de probar que se había tratado de un asesinato (lo que dio pábulo a la actitud demencial de Próspero Germán Fernández Alvariño, el mismo que gustaba hacerse llamar «Capitán Gandhi» , que luego de cercenarle la cabeza a su cadáver, interrogaba a los supuestos testigos del supuesto crimen, tras colocar la calavera con su cuero cabelludo sobre su escritorio) entre otros motivos por el racconto de una larga serie de supuestos suicidios que muchos siguen considerando asesinatos (olvidó el de Lourde Dinatale, ex secretaria de Emir Yoma, que ya está claro que fue un asesinato, crimen que abordé in extenso en mi Caso Nisman: Secretos inconfesables) nunca esclarecidos.
Al respecto, el médico Hipólito Carmelo Barreiro, tenía un explicación.
Primero es necesario explicar quien era Barreiro. Especialista en próstata que fue brevemente médico de Perón (que fue operado de esa glándula por el eminente medico catalán Antoni Puigvert en dos ocasiones) fue embajador argentino en Liberia nombrado por Perón y también miembro por orden del líder de la Logia Propaganda Due dirigida por Licio Gelli (Barreiro sostenía que fue Gelli quien ordenó cortarle las manos al cadáver de Perón en venganza por el incumplimiento por parte de este de la promesa formulada por López Rega en su nombre de que tan pronto volviera a ser presidente retribuiría el apoyo de la logia con el 1 por mil del producto de las exportaciones argentinas.
Aficionado a la historia, el doctor Barreiro pudo establecer fehacientemente que el tres veces Presidente no nació en Lobos como asegura su partida de nacimiento, sino en el vecino poblado de Roque Pérez y dos años antes de su inscripción. También reafirmó lo ya postulado por el historiador Hugo Chumbita acerca de que por vía materna por las venas de Perón corría sangre tehuelche y quechua.
Pues bien, Barreiro me dijo que Juan Duarte se suicidó sobre la preservada cama de su difunda hermana Eva en el Palacio Unzué, la entonces residencia presidencial que se encontraba donde hoy está la Biblioteca Nacional, demolida por la reacción gorila. Y que cuando la guardia de seguridad de la Policía Federal se encontró con semejante espectáculo, decidió levantar el cuerpo de allí y trasladarlo a su apartamento, antes de avisar al forense que labró el acta de fallecimiento, lo que había dado pábulo a todo tipo de especulaciones, ya que los expertos podían darse cuenta de que el cadáver había sido movido.
Si se tiene en cuenta que entre los federales que custodiaban la residencia presidencial se encontraban José «Daniel» López Rega, Alberto «Tubo» Villar y Juan Ramón «El Chango» Morales, futuros capitostes de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) más conocida como «las Tres A» o «la Triple A», todo eso y mucho más es posible.
Los dejo con Verbitsky y Lijalad: