ACERCA DE “Pedofilia: Milei se referencia en una secta judía…” y su relación con el genocidio en Gaza

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Las raíces “ecuménicas” que vinculan el genocidio que se está cometiendo en Gaza con Javier Milei

 

 

POR RAÚL SCHNABEL (FRENTE PATRIÓTICO GENERAL SAN MARTÍN).

El luminoso artículo de Pájaro Rojo: “Pedofilia: Milei se referencia en una secta judía acusada por un rabino de violar niños”, abre una perspectiva distinta a las miradas geopolíticas clásicas que, sin ser falsas, son limitadas y superficiales, como que Israel es la punta de lanza del proceso colonial en Oriente Medio.

El reciente allanamiento de la policía neoyorkina con el FBI de la sinagoga de Lubavitch en Brooklyn, donde recibió bendiciones hace unas semanas el Presidente Milei, además de abrir fuertes sospechas de abuso infantil en túneles secretos conectados con dicho templo, abre esta perspectiva nada desdeñable que amplía las razones del genocidio en Gaza y de su articulación con las políticas pro Israel de Milei en Argentina con proyección universal.

El riguroso contiene un largo video de Ariel Umpiérrez que describe pormenorizadamente los ejes religiosos de esta secta judía de extrema derecha, supremacista y cultora de un refinado nazismo, con vínculos con el gobernante partido Likud y en especial con el primer ministro Netanyahu. Las afirmaciones de Umpiérrez se basan en hechos concretos y las críticas a su presunta “mirada conspiradora” no podrán resistir a la verdad material sólidamente documentada que exhibe el video.

Umpiérrez es un estudioso del Talmud y nos presenta una de sus principales principios: la DUPLICIDAD, que consiste en el doble discurso, bondad y amor para “todos” como discurso oficial y el permiso de mentir a los “gentiles” que son todos aquellos que no forman parte del “pueblo elegido”. Conviene aclarar que, de los 15 millones de judíos que se estiman en el mundo, muchos no comparten esa mirada aberrante que considera a los gentiles “subhumanos”, pero que un número indeterminado pero nada despreciable de los judíos argentinos han sido engañados y guardan silencio cómplice o se dejan penetrar por la versión occidental de los hechos que hace más de 70 años padece el pueblo palestino y,  sobre todo, admiten sin reservas la versión oficial acerca de cómo ocurrieron los hechos del pasado 7 de octubre, cuando miles de fedayines provenientes de Gaza irrumpieron en el territorio controlado por las fuerzas armadas israelíes

Es de desear que el proceso iniciado por Sudáfrica por genocidio ante el TPI – que ya cuenta con más de veinte países adherentes- eche luz contra las infames silencios, tergiversaciones y brutas mentiras del hegemón sionista de la prensa mundial.

En el video de Umpiérrez se puede ver un encuentro entre el Rabe Lubavitch y Netanyahu allá por 1880, donde el primero le dice al segundo que aunque han hecho bien las cosas, para que llegue el Mesías hay que acelerar las cosas y provocar grandes catástrofes como guerras y epidemias para que la humanidad se arrepienta y llegue el “verdadero Mesías” para redimir, no ya a la humanidad, sino sólo al pueblo elegido. Esto habilitaría a  un gobierno mundial que tiene sus usinas preparatorias en el Grupo de Davos y en la Agenda 2030.

Jesús proponía la salvación de toda la humanidad, pero el Sanedrin solo concebía la exclusiva salvación del pueblo judío, y lo entrego a los romanos que lo crucificaron. La matanza indiscriminada y deliberada de palestinos, sobre todo de mujeres y niños, es, además de un genocidio, un instante de provocar una guerra entre Oriente y Occidente para que la gran catástrofe que ello implicaría, haga posible la aparición del Mesías del pueblo elegido.

Es en este contexto que deben verse las excursiones de jóvenes sionistas en la Patagonia (“mochileros sin fronteras”), la extranjerización de las tierras argentinas de frontera y las 60 mil toneladas de explosivos que ya cayeron en Gaza (equivalente a tres bombas atómicas).

La enorme acumulación de capital, la concentración de la propiedad de la prensa y los medios de prensa van de la mano con el aumento del poder del sionismo supremacista. Su influencia en los círculos del poder permanente en los Estados Unidos explica la minimización cuando no el silencio, no sólo sobre lo ocurrido en Brooklyn, sino, sobre todo, sobre la ocupación ilegítima, violenta y de “apartheid” en Palestina, en el intento hasta hora exitoso de que no reciba una condena  generalizada y el bloqueo económico no sea política incontestable de todos los pueblos civilizados como sucedió en décadas antes con el régimen racista de Sufáfrica que mantenía preso a Nelson Mandela.

Esta rama ultra ortodoxa del judaísmo propone un gobierno mundial que en gran medida ya ejerce, y una de sus cabeceras sería Argentina de afirmarse el proyecto Milei, tanto territorial como culturalmente, todo ello sucede mientras discutimos el ajuste y el alza de precios y “peleamos” con nuestros diputados, artículo por artículo, la ley ómnibus o el DNU que debe rechazarse en su totalidad. Los legisladores deberían abandonar ya mismo el anexo del Congreso donde son sistemáticamente maltratados y amordazados, para ejercer en las calles la potencia del pueblo organizado con una huelga indeterminada hasta que este proyecto, el más profundo de la Antipatria, caiga.

El Gobierno logró en el balotaje una mayoría precaria que diariamente se deshilacha entre sus propios votantes incautos, motivados por la evidente ineficacia de un gobierno supuestamente peronista, que no tuvo nada de peronismo patriótico, revolucionario y anticolonial.

Del mismo modo que hay que recuperar el auténtico peronismo, hay que recuperar el honor del pueblo judío de la diáspora y sus muchos religiosos y ateos humanistas que han aportado a los intentos de liberar la Patria brindando sus vidas con generosidad y entregando al mundo saberes y obras maestras de la cultura y de la ciencia. Seres humanos imprescindibles como Marx, Freud, Buber, Chomsky, Spinoza, Mendelsohn, Einstein, Kafka o Woody Allen y tantos intelectuales y hombres y mujeres de acción. Este rescate sería el mejor aporte contra la injusta judeofobia racista, mal llamada antisemitismo.

Volvamos a la buena tradición de convalidación científica: no existen distintas razas, sólo hay una raza la raza humana que comparte un ADN común que no establece supremacías de ningún tipo que no sea en el desarrollo desigual de los pueblos como producto de su ocupación, colonización y explotación. Sólo existen distintas tradiciones culturales y grupos lingüísticos.

Es preciso ganar la paz con justicia y respeto pleno a la autodeterminación de los pueblos. Y condenar cualquier genocidio donde sea que se cometa y quien sea el estado terrorista que lo practique.


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