AMIA. Un periódico de «la cole» se pliega decididamente a mi tesis

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O sea, que no hubo coches-bomba, los explosivos fueron colocados por una banda mercenaria integrada por federicos y se debieron a «mexicaneadas» producidas en el lavado de dinero procedente del tráfico de drogas

Me llega en pdf el último número de «La Voz y la Opinión», el periódico de la colectividad judía que hace Daniel Schnitman. comienzo a leer la nota de tapa, «Lo que el judaísmo oficial no quiere que se sepa» y voy entrando en calor: Schinitman se pliega casi al milímetro a lo que vengo sosteniendo hace mucho; defiende el memorando con Irán, se burla del nuevo juicio a Telleldín -una verdadera operación distracción… como lo fue la supuesta Trafic-bomba) y se pliega decididamente a mi tesis principal: «Las bombas son un mensaje de ‘¡Paguen lo que deben!’ a banqueros y financistas.» Añade (un tanto crípticamente para mi gusto) un paréntesis en el que pone las palabras «(Banco) Mayo / (Edmond) Safra / Bahamas) presentándolos los eslabones de la cadena que se quedó «con dinero procedente del tráfico de drogas (fundamentalmente  cocaína) que debían blanqnuear. Esto es, lavar y reintroducir en el sistema bancario de los Estados Unidos para que los narcos recuperasen su dinero (¡Es un párrafo literal mío!). Y remata: «Las decenas de casetes con escuchas telefónicas que se perdieron o destruyeron por ‘órdenes de arriba’, (así como)  las miles de horas grabadas en la Embajada de Irán (que también desaparecieron) dónde no había nada que los involucrase con los atentados, justifican (explican) las núltiples trapisondas y felonías de espía Stiusso, el fiscal Nisman y sus cómplices de la calle Pasteur.

Inflado como maiz a punto de estallar en pororo, con la moral altísima, veo que en la segunda página Schinitman acomete una nota editorial que tituló «AMIA, la mugre» que también respalda mi tesis, a veces literalmente. Es una extensión de lo anunciado en la portada y agrega cosas como que «Está claro que (en) las bombas que volaron la Embajada de Israel y la AMIA y en el encubrimiento participaron efectivos de la Federal..», etc. Todo me resulta muy familiar… y no es de extrañar, porque al fin de la nota editorial (en realidad, de su única nota al pie) insólitamente lleva como firma (¿no era una editorial firmada por Schnitman?) la siguiente leyenda: «Dr. Fabián Rodríguez Simón/ Con producción de J. Salinas». Lástima que no creo no conocer a Rodríguez Simón y estoy seguro de no haber producido nada para La Voz y la Opinión… Así que lo llamo a Schinitman, que me dice tan campante que no conoce personalmente a Rodríguez Simón, pero que evidentemente es un abogado que sabe mucho sobre lavado y matufias bancarias, y que puso su nombre porque se sirvió de sus escritos que están en la red. Del mismo modo, me dice, «te puse como productor para dejar claro que use mucho tus trabajos».  Y bueno.


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Un comentario

  1. Estimado Salinas, Lo de Dr.Rodriguez Simon, es un aporte para explicar las
    maniobras «offshore» del Banco Mayo (Beraja) en Bahamas y me parecio que poniendo que fuiste el verdadero productor (hacedor) de la nota principal, eras merecedor a mi reconocimiento.,
    ds

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