Argentina acusa a los mayores operadores de granos mundiales de evasión fiscal

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Nota original de The Guardian en inglés del pasado 01 de junio debajo de la tarzanesca traducción. JS 
Los operadores de granos ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus niegan los cargos de evasión fiscal sustancial presentados por el gobierno argentino 
Felicity Lawrence / The Guardian
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·         Felicity Lawrence
·         guardian.co.uk, Miércoles 1 de junio de 2011 19.04 BST

Argentina acusó a lo cuatro mayores operadores de granos mundiales – ADM,
Bunge, Cargill y Dreyfus – de evasión fiscal. Las compañías niegan los cargos.
Foto: Bloomberg/Getty
Los cuatro mayores operadores de granos del mundo, responsables por la gran mayoría del comercio y procesamiento de maíz, soja y trigo, han sido acusados de evasión fiscal en gran escala en una serie de casos clave iniciados por el gobierno argentino en contra de ellos.
En una entrevista con The Guardian, Ricardo Echegaray, Jefe de la AFIP (servicio tributario y aduanero de Argentina) dio una explicación detallada de los cargos que su organismo está presentando contra ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus.
“Estas compañías han cometido un delito”, dijo Echegaray. “En el 2008, los precios de los precios de los commodities agrícolas subieron y este fue el mejor año para ellos en lo que respecta a precios, sin embargo, pudimos observar que las compañías con las mayores ventas mostraron muy pocas ganancias en el país”.
The Guardian tuvo conocimiento por diversas fuentes de que la AFIP reclamará $476 millones (£290m) por lo que dicen son impuestos y derechos aduaneros impagos de Bunge, $252m de Cargill y $140m de Dreyfus. 
Las compañías han negado todas las acusaciones y han dicho que se defenderán fuertemente.
En las últimas semanas el sistema alimentario global y quienes lo controlan están bajo intenso escrutinio gracias a los precios record, eso ha producido que la lucha entre la AFIP y los “cuatro ABCD”, como son conocidos, haya cobrado una significación relevante.
En un informe de esta semana, Oxfam advirtió sobre la suba de precios y el gran incremento de la hambruna global para las próximas dos décadas, y dijo que la concentración corporativa en el comercio alimentario global era una falla estructural del sistema.
Echegaray dijo que él había comenzado a investigar a los mayores contribuyentes de la Argentina hacia fines del 2008, entrecruzando la información entregada a sus autoridades con aquella de otros países hacia donde se destinaban las exportaciones por medio de Acuerdos de intercambio de información tributaria – alguno de los cuales habían sido suscriptos hace poco. También entrecruzó las declaraciones hechas a la Aduana argentina con declaraciones juradas del impuesto a las ganancias.
Dijo que a partir de su detallada investigación tenía evidencia de que los cuatro operadores habían presentado declaraciones falsas de ventas, y habían desviado sus ganancias a través de paraísos fiscales o sus casas matrices, en contravención con la ley tributaria argentina.
También afirmó que en ocasiones estas compañías utilizaron empresas fantasma para comprar granos. Luego señaló que habían inflado los costos en Argentina para reducir las ganancias sujetas a impuesto o reclamar créditos tributarios en el país.
La investigación de la AFIP se ha centrado en las ventas de los operadores a Uruguay, entre otras jurisdicciones de baja tributación.
Echegaray dijo que Bunge instaló una oficina en la zona franca de Montevideo a través de la cual empezó a direccionar sus exportaciones luego del 2007, momento desde el cual declaró no tener ganancias en Argentina. Afirmó que sus controles habían revelado que Bunge sólo tenía una cantidad pequeña de empleados en la capital uruguaya, y que no se registraron verdaderas exportaciones o importaciones desde esa oficina, más que pequeños elementos para ese personal. Bunge fue retirado del registro argentino de exportadores la semana pasada.
Bunge negó las acusaciones totalmente y fue muy categórico en que no había transgredido ninguna ley ni regulación tributaria. “Creemos que no hemos hecho nada malo y que nuestros pagos impositivos están completos. Este es un tema que no es privativo de Bunge, ni siquiera de nuestra industria. Seguiremos tomando los pasos legales apropiados para defendernos”, dijeron en una declaración.
Echegaray alegó que Cargill también había usado sucursales en Uruguay y Suiza para evadir impuestos en Argentina. El gobierno suspendió de registro de exportadores a Cargill, ADM y Dreyfus este año como resultado de una investigación.
Cargill dijo: “Todas las acusaciones sobre Cargill son falsas. Cargill cumple con las todas regulaciones tributarias y aduaneras argentinas. Estamos defendiendo fuertemente varias fiscalizaciones y litigios aduaneros y tributarios”.
ADM respondió que “realiza negocios conforme a las leyes, incluso aquellas que regulan las obligaciones tributarias en los países en los que operamos. Estamos cooperando con la AFIP para resolver esta situación de manera exitosa”.
Dreyfus se negó a comentar, pero según CIARA, la asociación de exportadores de cereales de la Argentina, también niega los cargos.
El presidente de CIARA, Alberto Rodriguez, describió los reclamos del gobierno sobre evasión fiscal como una postura política.

Argentina accuses world’s largest grain traders of huge tax evasion
Grain traders ADM, Bunge, Cargill and Dreyfus deny charges by Argentine government of substantial tax evasion
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·         Felicity Lawrence
·         guardian.co.uk, Wednesday 1 June 2011 19.04 BST

Argentina has accused the world’s four biggest grain traders ADM, Bunge, Cargill and Dreyfus of tax evasion. The companies deny the charges. Photograph: Bloomberg/Getty

The world’s four largest grain traders, responsible for the vast majority of global corn, soya and wheat trading and processing, have been accused of large-scale tax evasion in a landmark series of cases being brought against them by the Argentinian government.
In an interview with the Guardian, Ricardo Echegaray, the head of Afip, the country’s revenue and customs service, has given a detailed account of the charges his department is bringing against ADM, Bunge, Cargill and Dreyfus.
“These companies have gone into criminality,” Echegaray said. “2008 was when agricultural commodities prices spiked and was the best year for them in prices, yet we could see that the companies with the biggest sales showed very little profit in this country.”
The Guardian has learned from separate sources that Afip is seeking to claim $476m (£290m) for what it says are unpaid tax and duties from Bunge, $252m from Cargill and $140m from Dreyfus. The companies have all denied all the allegations and have said they will defend themselves vigorously.
With the global food system and who controls it under intense scrutiny in recent weeks, thanks to record prices, the legal battle between Afip and the “ABCD four”, as they are known, has taken on heightened significance.
Oxfam, in a report earlier this week, warned of spiralling prices and a huge increase in global hunger over the next two decades, and said that corporate concentration in the global food trade was a structural flaw in the system.
Echegaray said he had begun investigating Argentina’s large business taxpayers towards the end of 2008, cross-checking information given to his authorities with that from other countries where their exports were destined, by making use of tax information exchange treaties – some of which have been newly signed. He also cross-checked declarations made to Argentinian customs with corporate income tax returns.
He said he had evidence from his detailed inquiry that all four traders had submitted false declarations of sales and routed profits through tax havens or their headquarters, in contravention of Argentinian tax law.
He also alleged they had on occasion used phantom firms to buy grain. He further alleged that they had inflated costs in Argentina to reduce taxable profits or claim tax credits there.
The Afip inquiry has focused on the traders’ sales to Uruguay, among other low-tax jurisdictions.
Echegaray said Bunge had set up an office in the tax-free zone of Montevideo through which it began routing its exports after 2007, from which point it declared no gains in Argentina. He alleged his checks had revealed that Bunge employed only a handful of people in Uruguay’s capital, and that it had no real imports or exports from that office other than small items for those staff. Bunge was expelled from the Argentine exporters’ register last week.
Bunge denied the allegations absolutely and was adamant it had broken no laws or tax rules. “We believe that we have done nothing wrong and that our past tax payments are complete. This is an issue that is not unique to Bunge, or even our industry. We will continue to take the appropriate legal steps to defend ourselves,” it said in a statement.
Echegaray alleged that Cargill had also used Uruguay and Swiss subsidiaries to evade taxes in Argentina. Cargill, ADM and Dreyfus were suspended from the exporters’ register by the government earlier this year as a result of the investigation.
Cargill said: “All the allegations made about Cargill are false. Cargill complies with all Argentine tax and customs regulations. We are vigorously defending various tax and customs audits and litigation.”
ADM responded that it “conducts business in accordance with the laws, including those governing tax obligations, in the countries where we operate. We are cooperating with Afip to successfully resolve this situation.”
Dreyfus declined to comment, but according to Ciara, the grain exporters’ trade association in Argentina, it too denies all the charges.
Ciara’s president, Alberto Rodriguez, described the government’s claims of tax evasion as political posturing.


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