ARTE, PERIODISMO Y DELITO. Gabriel Levinas va a juicio oral acusado de estafar a León Ferrari
Conozco a Levinas desde hace muchos años (comencé a publicar en El Porteño en 1984, cuando era de su propiedad) y tuve una relación relativamente intensa con él a partir de la publicación de nuestros respectivos libros sobre el tema AMIA. Como es obvio, abomino de sus posiciones políticas. Y esto me supera, al igual que su condición de ladero de Lanata para las tareas más sucias. Esto no quita qe valore sus aportes al esclareciento de la causa AMIA (también los de Lanata, más debidos a su olfato periodístico que a su esfuerzo). Ni que una parte de mi familia que consideraba a Ferrari la encarnación misma del demonio acaso considere ahora que hizo una obra de bien al sustraer sus sacrílegas composiciones de la mirada pública y atentar contra sus finanzas. JS