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ATENTADO A LA AMIA. Patricia Bullrich y la DAIA vuelven a la carga con el señuelo caza-bobos de un juicio en ausencia

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La sumisión/sujeción/asociación de la ex montonera Bullrich a Israel no encuentra techo (o fondo, según se quiera ver) y así vuelve a la carga con el pedido de que se sustancie un juicio en ausencia a los funcionarios iraníes inculpados ¡sin pruebas! por el fraudulento fiscal Nisman (otro que obedeció hasta la muerte a los dictados de agentes israelíes que lo indujeron a presentar su descabellada denuncia). El centro es recogido por el nuevo presidente de una DAIA que es un lobby israelí que no osa decir su nombre, Jorge Knoblovits, un abogado de cara marmórea al punto de que cuando se le informó de la existencia de un acuerdo con Irán para destrabar la causa AMIA plasmado en un Memorandum de Entendimiento, manifestó su apoyo, y cuando Nisman apareció muerto en medio de un charco de sangre dijo que le parecía obvio que se había suicidado, declaraciones ambas que varió tan pronto le tiraron las orejas los agentes de Israel. Hoy se hacen los osos suecos no solo ante quienes venimos diciendo desde siempre que Nisman se suicidó, sino ante la investigación de Pablo Duggan que lo probó. Son patéticos, pero a fuerza de repetir mentiras a lo Goebbels consiguen mantener embaucada a una parte de la población. El juicio en ausencia nunca será. No es mas que un espantajo, un señuejo para desviar la atención. El verdadero propósito de Israel y sus peones, como Bullrich, es que el atentado a la AMIA nunca se esclarezca, de modo que se pueda seguir culpando a Irán sin necesidad de mostrar prueba alguna. Los compañeros judíos deben huir de esa gentuza fabricante de judeofobia a gran escala y denunciar semejantes manipulaciones.

En el acto de asunción del nuevo presidente de la DAIA

AMIA – ATENTADO. Patricia Bullrich reflotó la idea de juzgar en ausencia a los acusados iraníes

  •   TÉLAM, MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, abogó porque los acusados del atentado a la AMIA sean juzgados en ausencia para «cerrar las heridas abiertas» con el argumento de que «el que cometió ese acto debe pagar», dando así por probado que los altos funcionarios iraníes a los que el extinto fiscal Alberto Nisman acusó fueron los instigadores del ataque con explosivos que demolió la sede de la mutual judía, con un saldo de 85 muertos. La ministra habló anoche durante el acto de asunción de las nuevas autoridades de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). Afirmó que «no puede ser» que hoy sólo se esté juzgando a quienes cometieron hechos posteriores al atentado y que «es momento de transitar caminos que hasta el día de hoy no se han transitado».

 

«Creo que frente a un Estado cerrado (en referencia a la República Islámica de Irán), que no va a entregar nunca a los responsables, el juicio en ausencia, como se juzgo a (Alfredo) Astiz en Francia o a (el dictador Augusto) Pinochet, sería un paso adelante», afirmó Bullrich.

La ministra explicó que su postura no representa una posición oficial del Gobierno que integra, pero que, para ella, «el proceso (judicial) se construye incluso sin aquel que no quiere presentarse».
Las leyes argentinas no prevén la realización de juicios en ausencia.

«Siento que vamos a cerrar las heridas abiertas de los atentados cuando seamos capaces de juzgar a aquellos que son los responsables», insistió la dando por descontada la culpabilidad de los acusados, lo que provocó un cerrado aplauso del auditorio reunido en el Hotel InterContinental, en el porteño barrio de Montserrat.

Fuego amigo

La ministra ignoró así por completo el hecho de que tanto el sociólogo Carlos Escudé como el ex senador radical por Chubut Mario Cimadevilla concluyeran que no hay pruebas no ya para condenar sino siquiera para acusar a los altos funcionarios iraníes a los que acusó el extinto fiscal Natalio Alberto Nisman.

Carlos Escudé, el creador de la doctrina del Realismo Periférico (que su entonces jefe, el canciller Guido Di Tella retradujo como de “Relaciones carnales” con los Estados Unidos) es el director del Centro de Estudios de la Realidad Social (Ceres) del Seminario Rabínico Latinoamericano, y luego de una medulosa investigación propia llegó a la conclusión de que no hay pruebas que sustenten aquella acusación. Lo que explicó en un libro y entrevistas que llevaron el provocador título de «Y Luis D’Elía tenía razón».

Cimadevilla es el hombre al que el presidente Mauricio Macri puso hace tres años al frente de la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA, una secretaria del Poder Ejecutivo que el propio Macri disolvió en Marzo pasado, luego de que Cimadevilla acusara al ministro Germán Garavano de proteger a los fiscales Eamon Mullen, acusados de desviar las investigaciones hacia una vía muerta.

Cimadevilla produjo un informe de unas 50 páginas para justificar su actuación al frente de dicha unidad, informe que titulo InfAMIA (por Informe AMIA) en el que admite que no hay pruebas de que la AMIA haya sido demolida por una camioneta-bomba. Y, por lo tanto, de la existencia de un chofer suicida libanés ni de cualquier otra nacionalidad, y lógicamente por ende, de que haya habido instigadores persas.

Cimadevilla siempre abogó –siguiendo lealmente instrucciones de la Presidencia– por la sustanciación de un juicio en ausencia a los acusados iraníes, pero ya en 2017 reconoció ante un familiar de las víctimas que aún en el caso de que tal proceso pudiera realizarse, ello no garantizaba en absoluto que fueran a resultar condenados.

El sábado, presentación de La infAMIA en Mendoza.

Todo el apoyo

La ministra Bullrich dijo que «en la Argentina estamos muy acostumbrados a juzgar hechos posteriores» (sic) y que la Justicia «quizás termine condenado a un ex presidente de la DAIA y no al que metió la bomba, y creo que esto no puede ser así».

Se refirió tácitamente así al ex banquero Rubén Ezra Beraja, quien está siendo juzgado por su participación en el pago de 475 mil dólares al detenido Carlos Alberto Telleldín para que acusara falsamente a un grupo de policías bonaerenses que nada tenían que ver con el atentado y que pasaron largos años presos.

Hasta el momento no hay acusados de haber puesto materialmente la bomba (o las bombas) que demolieron la AMIA.

«Hoy me toca conducir a nuestras fuerzas federales y estoy orgullosa de ello», señaló Bullrich y, mirando al nuevo presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits, dijo: «Vas a contar con todo nuestro apoyo» para resolver esta causa.

«Ojalá seas el presidente (de la DAIA) que pueda resolver este drama de la Argentina. Desde mi lugar te voy a ayudar a resolverlo», concluyó.

Herramientas internacionales

Tras asumir, Knoblovits, un abogado procedente del aristocrático Club Naútico Hacoaj, aseguró en una entrevista con Télam que buscará «reflotar y perseguir la justicia» en las causas de los atentados contra la AMIA y embajada de Israel a través de «herramientas adecuadas en el derecho internacional» ya que «en la Argentina están detenidas».

«Queremos reflotar y perseguir la justicia en la causa AMIA y buscar herramientas adecuadas en el derecho internacional ya que, evidentemente, en la Argentina está detenida la causa”.

“Lo mismo pasa –continuó diciendo– con el esclarecimiento del atentado a la Eembajada (de Israel, marzo de 1992, 22 muertos) y el reclamo de justicia permanente por la muerte de Alberto Nisman».

«La agenda jurídica es muy gravosa para la DAIA (pero) haremos todo lo posible para que prosperen los reclamos», aseguró Knoblovits.

Respecto de las investigaciones de los atentados dijo que es importante contar con herramientas legales para que efectivamente se pueda hacer justicia.

«Hacer actos cada 18 de Julio es interesante para mantener viva la memoria, pero nosotros queremos que los culpables paguen por lo que hicieron», expresó.

«Acá se pretendió resolver la causa AMIA con nueve artículos firmados entre gallos y medianoche en otro país», dijo en referencia al Memorandum de Entendimiento con Irán, que fue declarado anticonstitucional a pesar de haber sido refrendado por ambas cámaras del Congreso nacional.

Knoblovits llamó a que desde el gobierno nacional se cree «una secretaria de Estado en la causa AMIA» y que se avance con una «gestión o juicio internacional» para buscar justicia.

Admitió que la imagen de la DAIA quedó muy dañada por la denuncia por acoso sexual que la actriz Esmeralda Mitre hizo contra el ex presidente de la institución, Ariel Cohen Sabban, pero que han logrado salir  del entuerto «fortalecidos».

«Veníamos de una DAIA absolutamente deslegitimada por los episodios de mayo de este año», dijo Knoblovits, y apuntó que, a pesar de «una tempestad difícil», lo ocurrido «la fortaleció porque la gente empujó para que la DAIA subsistiera y creciera».

«Pensábamos que íbamos a competir con pocos votantes. Pero no fue así. La gente tomó conciencia de que sin la DAIA es difícil ser representado», concluyó.

La comisión directiva de la DAIA no se elige por voto directo sino por el de las instituciones que componen la colectividad judía o kehilá.

Knoblovits obtuvo 83 votos, un 66% del total, contra un poco más del 33 % de la lista que encabezó Leonardo Jmelnitzky y su mandato se extiende hasta el año 2022.

Del acto de asunción de las nuevas autoridades de la DAIA participaron el ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Alejandro Finnochiaro;  el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, y el jefe de la Policía Federal argentina, Néstor Roncaglia, además de diputados nacionales y otras autoridades gubernamentales y de la comunidad judía.


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