Bolivia: patotas judiciales y policiales y la salvaguarda de dos menores

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Por Gloria Beretervide

Nuevamente gracias a los que se movieron por la agresión que el fiscal de Lallagua, Eugenio Marca Arce, y su patota policial intentaron contra nosotros en abril pasado.

Acabo de hablar con el Fiscal General de Bolivia, Fernando Uribe, que está fuera del país, pero que tiene en cuenta nuestra denuncia y también con el Secretario General de la Fiscalía, Víctor Hugo Cuellar en Sucre, Bolivia, que no la tenía tan en cuenta hasta hoy.
 

Justamente hoy ocurrieron algunos hechos en Llallagua que necesitan ser publicados para proteger la integridad, la vida de un menor de 14 años. Este menor, apodado El Monito, fue denunciado por su madre Sofía Alcalá de Mamani, como secuestrado hace ya más de cinco meses por la banda de los «Chuquis» que actúa en el circuito Llallagua-Huanuni-Oruro. Sofia fue reticente a la hora de hacer la denuncia, y tardó lo suyo en hacerla, pero por suerte la Defensoría Pública tomó cartas en el asunto y comenzó a investigar el hecho.
 

El Monito logró escapar de sus captores el 24 de junio, día de San Juan, y encontrarse con su madre, a la que le contó contó como lo la banda de los Chuquis lo había golpeado y torturado para obligarlo a inculpar al otro menor que está en la cárcel de Uncía, cuyo apodo es Alex y cuya vida el equipo de  dirigido por Rodrigo Vázquez sigue desde hace ya 7 años para la serie Witness de Al Jazeera English (ya existen tres programas anteriores -Child Miners I y II y Teen Miners).
 

No duró mucho la libertad de El Monito; los Chuquis lo recapturaron. Pero ayer en Llallagua corrieron rumores de que el fiscal Eugenio Marca Arce, que supuestamente ya nada tiene que ver con la causa (un día antes de nuestra llegada en mayo para seguir filmando el programa fue reemplazado por Manuel Córdoba) iba a traer a ese menor secuestrado por una banda de delincuentes peligrosos a declarar….
 

Hoy, Doña Sofía, la madre, estaba obviamente en Lallalagua junto a la gente de la Defensoría Pública local. Fue ella junto al Dr. Freddy Herrera quienes vieron al fiscal Marca Arce introduciendo una persona totalmente cubierta a las oficinas de la Fiscalía. Corrieron a rescatar a quien evidentemente era El Monito. Una frazada en la cabeza no es el mejor disfraz para pasar desapercibido.
 

Cuál era la intención del  Fiscal Marca Arce entrando un menor denunciado como secuestrado a la fiscalía, sin jnunca haberse contactado con la madre y envuelto en una frazada, escapa a mi comprensión.
 

Pero esto no termina aquí; una vez rescatado El Monito, se constataron los maltratos y las puñaladas sufridas y esta revisión médica deberá ser homologada oficialmente, y, para evitar que lo maten antes de que pueda contar todo lo que le pasó y exculpar a los dos perejiles que están en la cárcel es que escribo estas líneas.

Por otro lado, el nuevo fiscal del caso, Manuel Córdoba se borró de su oficina, evitando de esta manera tomarle la nueva declaración al menor, que esta vez comparecía en compañía de su madre y de la Defensoría Pública, dispuesto a hablar libremente sin amenazas ni tortura.


Un párrafo aparte merece el Defensor de la Niñez de Llallagua, muy consecuente en su comportamiento durante el desarrollo de este caso; hoy explicó que no podía tomar ninguna denuncia ni acompañar a ningún menor a declarar porque el fiscal no le había dicho nada…
(Continuará)


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