Capitán y capitana (Un viaje en tren a Misiones)
Locomotora del Gran Capitán, volviendo a la formación tras sufrir desperfectos |
Su empresa usaba bienes del Estado para transportar productos de unas pocas firmas multinacionales dedicadas a alimentos y exportación de commodities. Como si la ganancia extraída de nuestro suelo por esas empresas no fuera abrumadora, también reducían costos por medio de ALL exprimiendo hasta el último tornillo el patrimonio del Estado nacional, que según el contrato firmado entre ambos en 1999 incluía la explotación exclusiva de las vías, las casi 90 locomotoras, los vagones, las estaciones, los almacenes y los talleres. ALL no sólo no invirtió en el servicio que explotaba sin competencia sino que tampoco realizó mantenimiento a los bienes públicos que recibió hace 15 años.
Vagones del Estado, abandonados por ALL |
Con mis propios ojos pude ver vagones – muchos vagones – que una vez descarrilados eran dejados en el terraplén a que se oxiden, en lugar de recuperarlos o repararlos. Lo mismo pasa con las vías. Cualquier tramo de vía que era reemplazado era abandonado. El transporte de combustible entre terminales se hacía sin el menor control de impacto ambiental. El transporte de pasajeros sólo se hacía para cumplir la condición del contrato original, no ya para competir con los micros. Por lo tanto era de esperarse que el Gran Capitán no sólo diera pérdida, sino que no estuviera pensado para dar ningún tipo de ganancia, ni siquiera para competir en el mercado de transporte. Subirse a ese tren era toda una aventura, y sin haber descarrilado en esa ocasión tardamos casi 38 horas en llegar a Posadas, a un promedio de 30 kms/h.
Parece que de cara a las próximas elecciones presidenciales ya no seremos esos socios bobos del Capital para empezar a actuar como un país un poco más serio. Si estos actos de gobierno se transformaran en realidades concretas para bien de toda la Nación, no dudaría en elegir, de ahora y para siempre, a Cristina como mi gran capitana, la Juana Azurduy de la recuperación nacional.
A mi gusto estas medidas llegan con alguna demora, aunque enhorabuena. Todo junto, todo no se puede. Y las cosas no suelen darse con pureza, ni siquiera en el paraíso.
Tenían mucha razón los opositores de la UCR misionera al denunciar las faltas en los contratos, aunque también deben reconocer que no es tan fácil ejecutar políticas superadoras como denunciar los vicios del sistema. Ellos deberían saberlo, que después de 30 años de gobierno en la provincia de Río Negro dejaron el Tren Patagónico atado con alambre y poxipol, como denunció el actual gobernador, oriundo del Frepaso, Alberto Weretilneck.
Ojalá en mi próximo viaje a Misiones pueda dejar los fierros viejos en el olvido para que sólo queden en mis pupilas los hermosos campos verdes del litoral argentino.
Gurises ven pasar el tren, con sueños de horizonte |
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Publicado por Nahuel Coca para NC el 6/05/2013 12:00:00 a.m.
http://www.nahuelcoca.com.ar/2013/06/la-gran-capitana.html