UNA CARA DE PIEDRA Y UN HOMBRE SIN ROSTRO. El ministro Triaca debe explicar su relación con el archicriminal Egea / 3
(Por Juan José Salinas). El ministro Jorge Triaca dice que su relación con el fallecido Miguel Ángel Egea era meramente amistosa. Es evidente que miente y que ha de haber heredado los negocios que tenía con «El Colorado» su padre homónimo, secretario general de los trabajadores del plástico y caballo de Troya de los Estados Unidos dentro del movimiento obrero… y, hablando de caballos, dueño del stud Big Head… y hablando de cabezas, Egea consiguió irse a la tumba sin que se hayan publicado fotos de la suya, antaño pelirroja, meta que Yabrán no logró conservar gracias a un José Luis Cabezas fogoneado por Jorge Fontevecchia y acaso también por Oscar Andreani.
Y ya que estamos hablando de cCabezas: Tuve el placer de compartir la investigación del asesinato de José Luis Cabezas en Pianamar con Santiago O’Donnell. A quien le pedí permiso para reproducir dos notas que él publicó a fines del año 2000 en La Nación, cuando ya un socio de Egea, el marino Ricardo Cavallo, identificado en México (donde se había convertido con otro nombre en zar del patentamiento de automóviles) por el periodista José «Pepe» Vales, llevaba dos meses y medio preso y estaba pendiente de su extradición a la Argentina por crímenes de lesa humanidad cometidos como miembro del «grupo de tareas» que tenía como base la ESMA.
O’ Donnell, que investigaba los muchos negocios non sanctos en los que estaba involucrado Cavallo recordó que una fuente suya en la Banca Nazionale del Lavoro le habló de Egea, y que a raíz de una de sus notas, El Colorado quiso conocerlo. Así tuvo con él un único encuentro en Puerto Madero, del que recordó su indignación porque algunos periodistas lo consideraran un subordinado del ex secretario general de la Presidencia de Carlos Menem, Alberto Kohan, cuando, enfatizó «Kohan es mi empleado, no a la inversa».
O’Donnell llegó a Egea a través de Manuel Lao, el vecino de Tarragona que preside CIRSA, la empresa que establecio el casino «Estrella de la Fortuna» en un barco amarrado en la Dársena Sur, en la frontera sur de Puerto Madero. Y, hablando con los protagonistas del mundo del juego en Buenos Aires y Argentina, se entrevistó con Miguel Durán Campos, presidente de la Organización Nacional de los Ciegos (ONCE) y patrón de La Solidaria, quien le habló de los trapicheos de Triaca Junior (que entonces, durante el gobierno de De la Rúa, era funcionario del Ministerio de Trabajo) con los zares españoles del juego.
Insisto: Triaca tiene que explicitar qué negocios tuvo con Egea, la verdadera naturaleza de sus relaciones con él. Porque en el caso de los funcionarios públicos, es sabido, se invierte la carga de la prueba.
De no hacerlo, no tendré más remedio que considerar que es tan mafioso por lo menos como Carrió dice que es Angelici. JS
Un marino con muy buenos contactos políticos y comerciales
Mediante sus vinculaciones, llegó al directorio del hipódromo de Palermo
POR SANTIAGO O’DONNELL / LA NACIÓN / 7 de noviembre de 2000
http://www.lanacion.com.ar/39991-un-marino-con-muy-buenos-contactos-politicos-y-comerciales
A pesar de su baja graduación, el teniente Ricardo Miguel Cavallo andaba en cosas importantes. estaba a cargo del sector de inteligencia «Pecera» de la Escuela de Mecánica de la Armada en 1980, cuando llegó la orden de su superior inmediato, el capitán Horacio Estrada: había que hacerle un pasaporte falso al financista italiano Licio Gelli, Gran Maestro de la logia P-2. Así testificaron ex prisioneros sobrevivientes de la ESMA, entre ellos Víctor Basterra, Carlos Muñoz y Lazaro Gladstein.
Años más tarde, con ese mismo pasaporte falso argentino, o con uno muy similar, Gelli intentaría cobrar US$ 55 millones de un banco suizo. Ya por entonces Gelli era un prófugo de la justicia italiana por su responsabilidad en el desfalco del Banco Ambrosiano, por el que fue condenado a ocho años de prisión.
El capitán Estrada, que más tarde fue vinculado con el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador, apareció muerto en 1998, en circunstancias que nunca se aclararon.
En 1985, la Banca Nazionale del Lavoro (BNL) le compró al Ambrosiano su licencia para operar como banco en la Argentina y, al mismo tiempo, nombró director ejecutivo de la filial en este país al empresario Víctor Taiariol. Taiariol es socio del ex teniente Cavallo en sus negocios más importantes.
El Banco Ambrosiano tenía una oficina de representantes en Buenos Aires por lo menos desde 1982, cuando funcionaba en la calle Florida número 32. Según un artículo de la revista Somos de esa época, el principal organizador del Ambrosiano en Buenos Aires fue Aldo Alasia, que aparece como miembro de la P-2 en documentos secuestrados por la Justicia italiana. El ex comandante de la Marina y ex jefe de Cavallo, Emilio Eduardo Massera, también estaba vinculado con la P-2.
Taiariol dijo a La Nación que en esa época no conocía a Cavallo. En todo caso, los caminos de Cavallo y Taiariol volverían a cruzarse.
En la BNL, Taiariol y el presidente Bruno Petruzzo financiaron varios emprendimientos. Por esa época, la BNL compró Argencard, que entonces lideraba el mercado de tarjetas de crédito. Se asoció al Grupo Juncal para formar La Estrella, empresa que arrancó vendiéndoles seguros a los gremios de Jorge Triaca y Armando Cavalieri y creó una empresa, Itaco, especializada en el manejo de bancos de datos. Itaco firmó varios contratos a largo plazo con el entonces intendente Carlos Grosso: el procesamiento de infracciones de tránsito, el manejo de la Dirección General de Rentas y el relevamiento catastral de la ciudad. Itaco tuvo como socios en esos negocios al grupo Techint, el grupo Macri y a TTI, del grupo Bulgheroni, dijo Taiariol.
El hipódromo
Taiariol coronó su tarea en 1992 con la obtención de la licitación del hipódromo de Palermo. Era una privatización muy codiciada que disputaron pesos pesado del peronismo, como el hijo del legendario Jorge Antonio, Jaime, y Arnaldo Martinenghi, que más tarde ayudó a justificar el patrimonio de María Julia Alsogaray (según consta en una causa del juez federal Jorge Urso) y le dio refugio en su estancia al general paraguayo Lino Oviedo.
También se presentó al incipiente Exxel Group, que luego compró las empresas de Alfredo Yabrán. No fue fácil. Al principio, la licitación estaba cargo de Luis Russo Basile, entonces director de la Lotería Nacional. Russo Basile cometió un error: por medio de un sistema de puntajes bastante confuso le entregó la concesión al empresario Miguel Gutiérrez Guido Spano, del hotel Provincial, ligado a Russo Basile por intereses del juego. Guido Spano representaba al casino más importante de Mar del Plata y Russo Basile dirigía el ente regulador.
Licitación peleada
Pero Guido Spano prometía pocas inversiones, según las impugnaciones que hicieron sus competidores. Entonces, el presidente Menem anuló la licitación por decreto y eligió a su ministro de Acción Social, Julio César Aráoz, para hacerla nuevamente.
El empresario hípico César Iraola, que representaba otro grupo, dijo al diario Página 12 que estaba bien anulada porque la oferta de Guido Spano era «impresentable». También agregó: «Cuando (Jorge) Triaca fue procesado por lo de Somisa, tampoco le podían dar la concesión a la UTE (de la BNL) donde todo el mundo sabía que estaba Triaca». Triaca había obtenido un préstamo de la BNL para la reconversión de la metalúrgica Somisa, de la cual era entonces interventor. Poco tiempo después, Iraola se pasó al grupo de Taiariol y juntos recibieron la concesión del hipódromo en un acto público que presidió Aráoz.
Al año siguiente, 1993, Ricardo Cavallo ocupó un asiento en el directorio del hipódromo de Palermo.
Aráoz tenía un socio, Miguel Angel Egea, con el que hizo varios negocios en Córdoba. Después Aráoz se lo llevó a la Secretaría de Energía. En la licitación del hipódromo volvieron a trabajar juntos. Egea actuó de nexo entre el ministro y los grupos participantes.
A Egea no le fue mal: después del hipódromo se fue a armar negocios a Africa y a China para los hermanos Ciccone, de la imprenta Ciccone Calcográfica, que en algún momento formó parte del grupo que armó Taiariol para manejar el hipódromo. Egea mantuvo también la relación con Russo Basile y por medio de él se vinculó con Cirsa, la dueña del casino flotante, a la hoy asesora.
Tras la adjudicación del hipódromo, en 1993, Taiariol se fue de la BNL con sus colaboradores más cercanos, después de que el proceso mani pulite promovió un cambio de autoridades en la filial argentina.
No sabía
Ese año Taiariol recayó, junto con Ricardo Cavallo, en el directorio de Arpetro SA, una empresa que fue absorbida en 1997 por Martiel SA, perteneciente a Egea y al represor de la ESMA Jorge Rádice, involucrado por testimonios de ex prisioneros, junto con Cavallo, en negocios inmobiliarios con los bienes de desaparecidos. (Martiel SA hoy tiene un capital de 1,7 millón de pesos, un millón menos que el año último.) Al año siguiente, 1994, Cavallo se unió a Talsud, una empresa de Taiariol dedicada a los negocios informáticos que en 1995 obtuvo la concesión para producir licencias de conducir en Mendoza. Para esa operación obtuvo financiamiento, por medio del descuento de facturas, de SA Financiera Columbia, la misma que actuó de vehículo financiero para canalizar las inversiones de la BNL en el hipódromo.
Taiariol dijo a La Nación que conoció a Cavallo mediante una búsqueda profesional para su empresa Talsud, que Cavallo presentó un currículum muy completo, con sus antecedentes en la Marina y otras empresas que hoy no recuerda.
Dijo que se enteró del paso de Cavallo por la ESMA el día que éste fue detenido en México, en agosto último. Señaló que no conoce a Egea, aunque sí a Rádice, pero aclara que nunca supo que Rádice era represor de la ESMA -el dato era público y notorio- hasta la detención de Cavallo.
«Yo no he tenido contacto con Cavallo desde su detención. Es un tema personal de él, no de la empresa», aclaró Taiariol.
Un represor con mil y una iniciativas
En menos de un año juntó a un banquero con dos empresas internacionales para un gran negocio
POR SANTIAGO O’DONNELL, 08 de noviembre de 2000
http://www.lanacion.com.ar/40112-un-represor-con-mil-y-una-iniciativas
Corría 1994. El empresario Víctor Taiariol había dejado la dirección ejecutiva de la Banca Nazionale del Lavoro y andaba en busca de nuevos horizontes. Entonces se le ocurrió una idea: reflotar Talsud SA, una empresa que había fundado con su hermano Arturo en 1988 para venderles instalaciones eléctricas a sucursales de bancos.
Ya que la BNL no le iba a comprar más instalaciones eléctricas, Taiariol decidió cambiar de rubro y dedicarse a la documentación, con los conocimientos adquiridos en Itaco, empresa especializada en esa área que él ayudó a crear y que la BNL terminó disolviendo en agosto de 1997.
Entonces apareció Ricardo Miguel Cavallo, el represor de la Escuela de Mecánica de la Armada, lleno de contactos e ideas novedosas. Los socios funcionaron de mil maravillas.
Cavallo le llevó a Taiariol un contrato de Gemplus, la empresa francesa líder mundial en fabricación de microchips para tarjetas inteligentes.
También les presentó a Guillermo Mazaira y Osvaldo Vilas Figallo, los dueños de Seal Lock Identification, representante argentino de la norteamericana Opsec Advantage, fabricantes de sellos de seguridad para plastificar documentos, incluyendo la visa de los pasaportes estadounidenses.
Con Seal Lock y Gemplus, Cavallo armó un negocio en Mendoza, donde su mujer, Mabel Peralta, trabajaba en el Ministerio de Gobierno.
Para no correr riesgos, eligieron un socio local, la empresa Sheuen, vinculada con el poderoso Grupo Vila. Según una investigación del diario Clarín, Peralta terminó cerrando el negocio al poner su firma en un dictamen que le otorgó la concesión de registros de conducir al grupo de Cavallo, tras descalificar a sus siete competidores.
Eficiencia llamativa
El contrato se firmó en 1995. No habían pasado 12 meses desde la llegada de Cavallo a Talsud.
Con el tiempo llegaron otros contratos para fabricar registros de conducir inteligentes en La Rioja, El Salvador y, finalmente, México, un negocio de más de 300 millones de dólares. Y siempre con los mismos proveedores: Gemplus y Seal Lock/Advantage.
Los directivos de Gemplus y de Seal Lock aseguran que Cavallo llegó a ellos por las suyas, sin que mediara la intervención de nadie, y que a través de Cavallo conocieron a Taiariol.
Gemplus, mediante su directora de comunicación en la Argentina, Mariela Arce, hizo saber que su empresa se siente victimizada por Cavallo, que no es más proveedora de Talsud y que está considerando acciones legales para reparar el daño en imagen que ha sufrido.
Gemplus es un desprendimiento de la empresa SGS-Thomson, que fabrica elementos de defensa y participa en la multimillonaria licitación de radares de la Argentina. Casualmente o no, el más conocido contacto de las empresas de seguridad francesas en la Argentina es el ex montonero Rodolfo Galimberti, quien les contó a periodistas que vendió productos de Thomson en Africa.
Galimberti es amigo de dos ex empleadores de Cavallo, el represor Jorge Rádice y el empresario Miguel Angel Egea, a quienes el ex guerrillero tuvo la deferencia de invitar a su fiesta de casamiento en Punta del Este.
La vocera de Gemplus dice que en su empresa no conocen a Galimberti ni a Rádice ni a Egea. Es un tema delicado para una empresa francesa, país que perdió dos monjas, Alice Domond y Leonie Duquet, en el infierno de la ESMA y que hace del tema una cuestión de Estado.
Cuestión de sensibilidad
Mazaira, de Gemplus, no tiene ese problema. Dijo a La Nacion que el pasado de Cavallo no le afecta demasiado, porque nunca tuvo ni parientes ni amigos desaparecidos. Dice que entiende a los activistas de derechos humanos, pero agrega: «Ellos tienen que entender que, después de 25 años, a la mayoría de la gente no se le eriza la piel por el tema de los desaparecidos».
Mazaira confiaba en Cavallo, tanto que lo nombró apoderado de Seal Lock en el contrato de Mendoza. Tiempo después, Cavallo le presentó a su amigo Rádice, quien terminó asociándose con Mazaira y Vilas en la empresa Seal Lock SRL.
Mazaira dijo que pocas semanas antes de formar Seal Lock SRL se enteró de los antecedentes de su futuro socio -entre ellos, los testimonios que lo involucran en el secuestro de las monjas francesas y de Madres de Plaza de Mayo- por un escrache a Rádice de la agrupación Hijos.
Pero dice que igual firmó el contrato porque supuso que Rádice tendría amigos poderosos y no quería problemas. Jura que, a pesar de asociarse, nunca hizo negocios con Rádice y que la sociedad, que no fue disuelta, permanece inactiva.
Del «asunto Cavallo» dijo que se enteró cuando éste fue preso, y que no es un problema de Seal Lock.
Mientras tanto, sigue adelante como socio de Talsud en Mendoza, donde la concesión está intervenida por el gobierno provincial, y como proveedor en La Rioja -donde el contrato está siendo investigado por la Legislatura local-, en México -donde la concesión está intervenida por el gobierno federal- y en El Salvador, donde no tiene grandes problemas.
Mazaira dice que sus clientes lo comprenden. Un mes después de la detención de Cavallo, el Registro Nacional de
Armas, mediante su ente cooperador, contrató a Seal Lock para plastificar credenciales.
Seal Lock también produce el plástico de seguridad de las cédulas verdes que Ciccone Calcográfica le vende al Registro Automotor -otro negocio que se hizo por contratación directa- mediante un ente cooperador.
Además, Seal Lock les vende sellos de seguridad a la Corte Suprema de Justicia y a la Inspección General de Justicia, mientras la provincia de Buenos Aires compra sus productos y hasta el mismo Aníbal Ibarra decidió respetar su contrato con Seal Lock para forrar los carnets de conducir que otorga la municipalidad.
«No perdí un solo cliente», dijo Mazaira, el socio de Sérpico Cavallo y Ruger Rádice. «Relaciones tuve -agregó-, pero amigo no soy.»
Y esto va de yapa:
Denuncian al marino Cavallo por negocios de US$ 40 millones
Involucra a funcionarios del menemismo
Silvia Pisani / LA NACION. 07/11/00
Madrid.- La Asociación Argentina de Derechos Humanos en España alertó sobre la existencia de una «pista española» en el entramado de empresas que supuestamente pertenecen al ex marino Ricardo Miguel Cavallo, detenido en México, y que se habrían originado en el robo de bienes a desaparecidos durante el gobierno militar.
El informe, publicado ayer por la revista española Interviú sostiene que los negocios alcanzan casi los 40 millones de dólares, cifra por la que el ex marino acusado de violaciones a los derechos humanos deberá responder ante el juez Baltasar Garzón cuando este pueda retomar el expediente, del que se encuentra apartado hace meses.
La información involucra en las maniobras económicas al dirigente «ultraderechista» del peronismo, Miguel Angel Egea, a quien se le atribuyen «excelentes relaciones con el ex presidente Carlos Menem a través de su ex secretario de Gobierno, Carlos Kohan». La revista consigna erróneamente el nombre de pila de Kohan, que es Alberto y no Carlos.
También destaca las relaciones con el ex compañero de armas de Cavallo, Jorge Alberto Rádice, contra quien Garzón también ha dado orden internacional de captura.
Menciona a Rádice como poseedor de un despacho en la Casa Rosada durante la presidencia de Menem y como integrante de la Fundación de Estudios para la Argentina en Crecimiento (Fepac), dirigida precisamente por Kohan.
El informe de Interviú, respaldado por la Asociación de Derechos Humanos, sostiene que Cavallo, Egea y Rádice son socios en varias empresas vinculadas con negocios inmobiliarios y la construcción que funcionan en la península, creados todos a partir del robo de bienes y valores a desaparecidos.
De acuerdo con el informe publicado por la revista, la cabeza de esa estructura es la empresa Acedos Trading, de la que Egea es supuestamente directivo.
La firma es accionista luego en los directorios de Ibercubana de Cementos y de Ibercubana de Tecnología de la Construcción, con sede en la capital española, así como de una inmobiliaria en Palma de Mallorca.
Sin información
Ayer fueron vanos los intentos de La Nación por confirmar en Acedos Trading alguno de los datos mencionados en el informe. Ni siquiera hubo respuesta para la pregunta más elemental: «¿Integra el señor Egea el directorio de la firmas?», fue la primera consulta. «Eso es algo que no le puedo responder», se contestó. Y lo mismo para las consultas que se hicieron después.
Pero, por el momento, Garzón no podrá tomar ninguno de estos elementos.
Hace meses que está separado del expediente sobre violaciones a los derechos humanos ocurridas en la Argentina luego de que la defensa del ex marino argentino Adolfo Scilingo presentara un recurso de queja en su contra.
Desde entonces, la causa está en manos de otro miembro de la Audiencia Nacional española, el juez Ruiz Polanco.
En diálogo con La Nación , el abogado Carlos Slepoy anunció la intención la Asociación de Derechos Humanos de presentar todos estos datos una vez resuelta la cuestión de competencia que pesa sobre el juez Garzón.
El magistrado pidió y obtuvo la extradición de Cavallo, que había sido detenido en México el año pasado.
http://www.lanacion.com.ar/53085-denuncian-al-marino-cavallo-por-negocios-de-us-40-millones
gracias por la publicaciñón Pajaro! solo dos aclaraciones a tu introducción. solo tuve un encuentro con Egea a raiz de lo que publiqué, y no fue él quien me hablo de triaca junio sino el propio Manuel Lao en otro encuentro ccercacdel congreso. Lao me hizo saber después que no iba a denunciar a triaca porque había arreglado con Cirsa. muy buen laburo el tuyo, como de costumbre. abrazo, santiago o´donnell