CASO MALDONADO – GIRO COPERNICANO. Ahora le quieren echar la culpa a un subalférez y/o a un suboficial y exculpar a sus jefes, a Noceti y Bullrich
Los tres reconocieron haber llegado a la vera del río
Caso Maldonado: Tres gendarmes declararon en el juzgado de Esquel, en medio de tensiones
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Tres gendarmes declararon hoy como testigos en el Juzgado Federal de Esquel ante el juez Guido Otranto y la fiscal Silvina Ávila sobre su participación en el operativo del 1° de agosto en tierras de Cushamen, Chubut, donde mapuches atestiguaron haber visto por última vez a Santiago Maldonado. Voceros oficiosos del juzgado dijeron que los gendarmes escucharon a un compañero que no identificaron gritar que le había pegado «un piedrazo» a un encapuchado. Una actuación administrativa de la Gendarmería aportada al juzgado por el Ministerio de Seguridad, afirmaría en cambio que uno de los gendarmes que declararon hoy habría reconocido haberle acertado una pedradao a uno de los mapuches que cruzaba el río.
Los gendarmes Neri Armando Robledo, César Peralta y Walter Ruiz Díaz ingresaron al juzgado ataviados como policías federales, para despistar a los mapuches y militantes que se agolpaban a la entrada en una jornada en la que se vivieron breves momentos de tensión.
En un informe que el Ministerio de Seguridad de la Nación aportó en los últimos días a la causa judicial, se sostiene que en la persecución a integrantes del Pu Lof en tierras de la comunidad, parte de los gendarmes llegaron hasta el río Chubut -lo que hasta ahora la Gendarmería había negado- donde Robledo, uno de los declarantes, habría herido de una pedrada a un mapuche que estaba cruzando el río.
Aunque nada se informó oficialmente sobre la comparecencia de los tres gendarmes, cabe suponer que declararon y fueron interrogados sobre lo aseverado en ese informe.
Según voceros oficiales, Peralta y Ruiz Díaz habrían declarado en las actuaciones administrativas hechas por la propia Gendarmeríaque Robledo les contó como le había dado una pedrada en la espalda a uno de los mapuches que estaban cruzando el río huyendo de ellos.
Esta mañana, antes de la llegada de los gendarmes testigos, funcionarios del Ministerio de Seguridad ingresaron también al juzgado para entregar al juez Otranto la declaración de otros dos gendarmes, información que, según afirmaron, será «muy importante» para la investigación.
«Quisimos traer en forma urgente estas declaraciones tomadas en el marco de las actuaciones administrativas que hizo la Gendarmería, y que son muy importantes para la investigación», dijo al ingresar al juzgado Gonzalo Cané, secretario de Cooperación con la justicia, ministerios públicos y legislaturas de la cartera de Seguridad, que encabeza la ministra Patricia Bullrich.
Cané llegó al juzgado de Otranto acompañado por Daniel Barberis, director del área de Violencia Institucional de la misma cartera.
De acuerdo con trascendidos, en el sumario administrativo hecho por la Gendarmería Robledo habría dicho que durante el operativo del 1° de agosto hirió con un piedrazo a un manifestante de la comunidad mapuche que intentaba cruzar el río Chubut , mientras que Peralta y Ruiz Díaz lo habrían escuchado relatar a posteriori ese mismo hecho.
Mientras los gendarmes prestaban declaración dentro del juzgado, decenas de manifestantes se concentraron frente a la sede judicial en Esquel con pancartas y carteles en los que reclamaban la «aparición con vida» del joven artesano de 28 años, cuya presencia en el Pu Lof el 31 de julio y el 1° de agosto confirmaron varios testigos.
Entre los manifestantes -tanto de Esquel, como prodecedentes de Barioloche y El Bolsón-, se hallaban integrantes de la comunidad mapuche de Cushamen, incluídos el testigo Matías Santana, la vocera Soraya Maicoño y también Andre Millallañco, pareja de Facundo Jones Huala, el encarcelado lonko (máxima autoridad) del Pu Lof en Resistencia.
Los incidentes se produjeron en dos momentos: el primero, cerca de las 13, cuando manifestantes golpearon un vehículo en el que suponían que salían los tres gendarmes, aunque quien se retiraba del lugar era la fiscal Silvina Ávila.
Poco antes, había arribado una camioneta con miembros de la Policía Federal, que ingresó a la sede judicial y al salir, poco después, recibió golpes de puño y patadas de parte de algunas personas, convencidas como la mayoría de los presentes, incluidos periodistas, de que en el vehículo se retiraban los gendarmes.
Cerca de las 14.30, los forcejeos entre policías y manifestantes se repitieron con más virulencia cuando el juez Otranto abandonaba el edificio por una puerta lateral sobre la calle San Martín.
Según pudieron constatar los reporteros gráficos que cubrieron el suceso, los tres gendarmes que fueron a declarar aprovecharon las corridas y forcejeos para abandonar el juzgado disfrazados de policías federales, sin ser reconocidos por los manifestantes ni los periodistas.
También hubo incidentes entre mapuches y jóvenes que fueron acusados de ser infiltrados de alguna fuerza de seguridad o de inteligencia y fueron segregados en medio de empujones y golpes.
Por otra parte, esta mañana el Juzgado Federal de Esquel informó que las muestras de ADN obtenidas en vehículos de Gendarmería no son compatibles con las entregadas por la familia de Santiago Maldonado, según los resultados de las pericias realizadas por el servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
Un parte de prensa del Juzgado precisó que fueron analizadas un total de 80 muestras para ver si coincidían con el perfil genético de Santiago Maldonado, al comparalas con el ADN de sus padres, Enrique Aníbal Maldonado y Stella Maris Peloso, y Sergio, uno de sus hermanos.
Siempre según el comunicado del juez Otranto, sólo se detectó coincidencia genética en la muestra obtenida en la mochila negra secuestrada en el allanamiento realizado en la vivienda en la que residió Santiago Maldonado en la ciudad de El Bolsón y quedaban por analizar otras dos muestras.
Para la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, estos resultados de las pericias de ADN «despejan muy fuertemente de lo que ha sido tan acusado el Gobierno sobre una desaparición forzada» y consideró que «abren ventanas a otras hipótesis que nosotros hemos siempre planteado».
«Lo más importante del caso Maldonado hoy, que para nosotros es realmente fundamental, muy profundo y muy importante, es que todos los ADN han dado negativos en todos los transportes de la Gendarmería», subrayó la ministra en declaraciones a los periodistas acreditados en Casa Rosada.
Sobre las mismas pericias, Sergio Maldonado, el hermano de Santiago, sostuvo a su vez que el resultado negativo del cotejo de 80 muestras de ADN obtenidas en vehículos de Gendarmería con las aportadas por la familia «era lo esperado», porque «sería muy impune seguir con las manchas ahí».
«Era lo esperado, sería muy bruto y muy impune agarrar y seguir con las manchas ahí», expresó y agregó que algunas camionetas de Gendarmería «habían sido lavadas, habían roto los precintos, no declararon móviles -primero dijeron que era ocho o nueve, después 17-; no había Unimog y después había», expresó Sergio Maldonado, al concluir que, desde el principio, «la investigación está todo mal».