MIKEL AYESTARÁN / MADRID / ABC
30/11/2010
El gobierno de Irán no tuvo dudas a la hora de buscar culpables del doble ataque contra expertos nucleares llevado a cabo a primera hora de la mañana de ayer en Teherán. Para él no cabe duda que se trata del Mosad, probablemente ayudado por servicios secretos occidentales.
Majid Shariari, profesor en la Universidad Shahid Beheshti de Teherán y miembro de la Sociedad Nuclear de Irán, perdió la vida y su mujer resultó herida en una explosión registrada a pocos metros de su casa. Su colega Fereydoon Abbasi, físico especialista en láser en la misma universidad, y la esposa de este resultaron heridos tras un ataque de similares características.
Aunque en algunos medios se llegó a anunciar la muerte de Abbasi, finalmente la agencia Mehr confirmó que había logrado salvar la vida. Según la agencia Fars, «terroristas desconocidos» en motocicletas se aproximaron a los vehículos para colocar bombas lapa.
Miembros del Ejecutivo de Ahmadineyad como el ministro de Interior, Mostafa Mohamad Najjar, acusaron directamente a la CIA y el Mosad —servicios de inteligencia de EE.UU e Israel respectivamente— de estar detrás de estas acciones que suponen un nuevo golpe a la carrera nuclear del país a las puertas de una posible nueva ronda de conversaciones con los miembros del 5+1, grupo integrado por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EE. UU., Francia, Reino Unido, Rusia y China) más Alemania.
La página «web» cercana al Gobierno mashreghnews destacó la importancia de ambos científicos y señaló que Abbasi es una persona vinculada a los Guardianes de Revolución, cuerpo paramilitar que actualmente tiene un gran control sobre la vida política del país. «Su nombre figuraba en la resolución 1737 de Naciones Unidas como una persona vinculada a la carrera nuclear, lo que demuestra que ellos (estadounidenses e israelíes) tenían planeado matarle desde hace tiempo».
Otros asesinatos
Con el atentado de ayer son ya tres los científicos iraníes asesinados desde 2007. El doctor Masoud Alí Mohamadi perdió la vida en Teherán el pasado enero tras la explosión de una bomba cuando salía de su casa, una muerte que aún no ha sido aclarada por las autoridades que también acusaron a las agencias de inteligencia occidentales de intentar abortar lo que ellos consideran un derecho, la carrera nuclear con fines civiles.
La primera víctima en el seno de la comunidad científica fue Ardeshir Hosseinpour, muerto en extrañas circunstancia en 2007 en la central nuclear de Isfahán. En su caso todas las acusaciones se dirigieron al Mosad israelí. A los atentados hay que sumar secuestros, como el que el grupo separatista del Baluchistán Jondolá reivindica de un trabajador de la planta de Isfahán desde hace varias semanas.