COMUNICADO DEL BLOQUE DE DIPUTADOS DEL FpV-PJ: «No fue una negociación: Singer obtuvo una ganancia de 1500%»

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Sobre el acuerdo con los fondos buitres



Derogar la Ley Cerrojo es abrir la puerta a otro Ciclo de Endeudamiento Externo. Esto no fue una negociación: a fondos como DART, se le pagará el 100% de lo que pedían.

Al 7% que especuló contra Argentina se le va a pagar 10 veces más que al 93% que apostó por el país. De hecho, en nada más que 80 días, el macrismo va a emitir bonos por un valor equivalente al 50% de lo que se emitió para pagarle al otro 93%.

Son USD 15.000 millones, que según Prat-Gay es “nada más que el 2% del PIB”. Pero es la mitad de las reservas internacionales del país.
Luego de 12 años de crecimiento con inclusión social, la deuda externa que “heredó” Macri es de USD 40.000 millones.

En nada más que 80 días el Macrismo va a incrementar en un 50% esa deuda, con los USD 5.000 millones que ya tomó como deuda el Banco Central más los USD 15.000 millones que se van a usar para pagar a los fondos buitres.

El Macrismo se va a tomar 7 meses para calcular la inflación, pero tardó nada más que 80 días en resolver el “juicio del siglo”, pagando exactamente lo que pidió Griesa.

El pago a los fondos buitres significa hipotecar el futuro de todos los argentinos, puesto que no sería raro que apareciera otro Griesa que dijera que Argentina tiene que ser justo con el restante 93% de los acreedores y pagarles lo mismo que ahora se le reconoce al 7%.

Con este arreglo, el fondo de Paul Singer que acosó permanentemente a nuestro país tendrá una ganancia de 1.500%. Lo que le reclamaba a Griesa era una ganancia de 1.600%.

El acuerdo es incluso peor que lo que le habían ofrecido a nuestro gobierno, puesto que en ese momento los buitres ofrecían una quita del 30% y cobrar en bonos, no en efectivo.


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Un comentario

  1. Puede parecer un consuelo bobo, pero el veneno me fortalece, sobre todo cuando constato que a los traidores los inventamos y los pusimos gorditos nosotros. También es cierto que no estaríamos discutiendo este triste desenlace, que vamos a pagar con dolor y (todavía) mas sufrimiento, si unos millones de trabajadores hubieran votado distinto. En fin, el enemigo gano la partida e impone su juego y sus reglas (que incluyen billetes para los que se anoten en el libro de pases y goma y bala para el que se queje). Así son las cosas, mate y biscocho hasta que aclare.

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