Confieso que he leído… y visto
El domingo no leí los diarios. Y ayer, lunes, leí solamente el Página del domingo. Una edición realmente notable. Que empezó con una muy buena nota de Verbitsky, que demostró la falsía de La Nación y Clarin, seguido por un soberbio artículo de Alfredo Zaiat sobre la insaciable sed de dólares de Las Fieras (que advierte que las dos facciones dominantes -los exportadores y los grupos concentrados con posición dominante en el mercado interno- están unidos en la oposición al gobierno), una explicación de Raúl Dellatorre sobre las cualidades de los nuevos bonos, y un muy sesudo análisis de los méritos y los efectos no deseados de las medidas ecónomicas hecho por Héctor Valle, titular de la FIDE y ex titular del INDEC que lleva el título de «El objetivo principal es armar el vínculo entre inversión financiera e inversión real» y no desdeña una imprescindible autocritica, con frases como esta: «Si el precio internacional de la chapa ha caído o está estancado y acá los precios subieron el 25 por ciento es porque faltan políticas dirigidas a mejorar la oferta interna». Hasta el vigilante Kollmann escribe una buena nota sobre «El jefe de los traidores», el comisario Horacio Alberto Giménez, jefe de una Policía Metropolitana a la que su jefe Macri no le ha reprochado absolutamente nada respecto a actuación en el Borda (lo que permita pronosticar que pronto la represión volverá a repetirse). Mario Wainfeld aportó un meduloso panorama sobre el estado del Estado (En estado interesante), donde entre otras muchas cosas critica tanto el doble comando en el Ministerio de Seguridad como, en el recuadro Claroscuros del blanqueo, que éste «es un trago amargo que no debió ser presentado con sonrisas y bromas por cinco integrantes del equipo económico»… que es lo que yo también creo, que como dice Nando Bonatto, el blanqueo es un sapo que hay que tragar. Hay una buena nota de Natanson sobre el porvenir de Suramérica, apenas un sueltito (nadie es perfecto) de la brutal represión a quienes se oponen a la minería en Famatina (La Rioja), una doble central de Emilio Ruchansky sobre el increíble auspicio de la «iglesia» de la Cientología por parte de Sri Sri Macri, ¿En que se parece Macri a Tom Cruise?, otra sobre el increíble éxito de Luis Spinetta entre los jovenes folcloristas, que no dejan de versionarlo, y el amplio reportaje a Carlos Martínez, ex preso político en la U-9 (Cárcel modelo de La Plata), director del film Condenados, que me emocionó al recordar mis visitas kamikazes a mi hermano Luis, mi encuentro allí con Dardo Cabo y como dejé de ir a pedido de mi hermano para que no me pasara lo que le pasó, sin ir más lejos, a las madres del Canca Gullo y Manzanita Elizalde (no sólo le llevaron a la madre, también, en el mismo acto, le secuestraron a dos hermanos). Por fin, en la contratapa, Juan Gelman narra las increíbles presiones de la poderosa Asociación Nacional del Rifle para que se permita a los niños norteamericanos manipular armas de fuego desde el destete a fin de garantizar lo que Dick Cheney definió como «la guerra interminable» lanzada por la Casa Blanca.
En el medio hay una nota de opinión de Verbitsky, titulado Salvaje como él de elogio al film inacabado que hizo sobre Néstor Kirchner el cineasta oriental Israel Adrián Caetano (que vino a remediar la mezquindad de su posición frente a Kirchner en vida, hasta el punto de que la única entrevista que le hizo la titulo El hombre de la plaza rosada poniendo el énfasis en un furcio del entonces Presidente).
Al respecto, debo confesar que no vi Néstor Kirchner, la película de Paula Luque, aterrado por la perspectiva de encontrarme en ella a una vieja compañera de militancia que cuando estuvo detenida desaparecida en la ESMA colaboró muy activamente en la represión y «marcó» e hizo «chupar» a muchos compañeros que fueron torturados y asesinados, y que ahora se presenta puramente como víctima y kirchnerista de la primera hora y da sus impresiones sobre el biografiado con la complicidad de los productores (supongo que fue una transa, un «lavado de imagen» a cambio de material de archivo que ella merca y que en este ocasión ha de haber provisto gratis o a precio simbólico). Sin embargo, si vi hace dias el borrador de Caetano y me gustó mucho. Pueden verlo aquí.
Hoy Página publica una nota La otra película de Néstor Kirchner, que informa que a Cristina le encantó el planteo y el despojado corte de Caetano (otra de sus obras abortadas, no sé si lo saben, fue llevara la TV el espírtitú de la revista El Porteño de mis amores), carente de comentaristas e incluso de voz en off, ceñida sólo a material de archivo, hasta el punto de que Cristina escribió en el tuiter que «Me conmovió. Era él. Simple, sencilla y totalmente era él. Desde el principio hasta el fin. Volví a sentir que me miraba», y que por sugerencia suya el cineasta podrá acabar su versión (Al escribir el viernes o sábado, Verbitsky debía saberlo, ya que no suele dar puntada sin hilo).
Bueno, estas líneas eran originalmente para felicitar a los responsables de la edición dominical de Página/12 (y eso que no dije una palabra de Radar y otras varias buenas notas publicadas en ese ejemplar). Hacia tiempo que no leía un diario tan jugoso. redondo. Pero ya que estoy, los animo a ver el borrador de la peli de Néstor que dejó y retomará Caetano. El link, insisto, es éste: http://www.youtube.com/watch?
Como postre, un chiste acaso gorila pero insólitamente amable con Cristina. ¿Saben cual es su champú preferido?
Elvive.