Crisis. Diario sueco pone a la Argentina de ejemplo para Grecia
Lo manda Silvia Valerga. Ver original acá.
Revuelta contra el FMI
Crisis de las finanzas en Europa. Demostraciones en Grecia. La desobediente Argentina muestra a Grecia el camino para salir de la trampa de la deuda sin recetas liberales de ajustes.
Por Jon Weman
La crisis de la deuda sacude Europa. El préstamo de emergencia que tendría que haber mantenido a Grecia «flotando» por cuatro años se ha utilizado dos veces más rápido de lo calculado y en el fin de semana los ministros de los países de Europa tiraron las líneas para otro nuevo préstamo en 100 mil millones; el último pronóstico es que la deuda va a subir a un 160 por ciento del PBI. El Financial Times constató recientemente que Grecia, Irlanda, Portugal y España pese a los «programas de saneamiento» van a estar más endeudados en el 2012 que hoy. Nada parece ayudar. No, ni siquiera si los griegos perezosos trabajaran más: la estadística demuestra que tanto las edades con derecho a la jubilación real y los días de las vacaciones son los mismos en Grecia que en Alemania.
Por suerte hay un país que demuestra que hay un camino para salir aún para aquellos que ven la crisis sin esperanzas. En el 2001 se encontraba en la más profunda crisis financiera, tenía tres años de crecimiento negativo, los bonos del estado eran invendibles, la deuda del gobierno era mayor que el 100% del PBI y el desempeo era oficialmente de alrededor del 25%. Pero durante 2002 cambió esto y le siguieron seis años de crecimiento ininterrumpido con un total del 64 por ciento. El año pasado el desempleo fue el 8% y la deuda del gobierno bajó a un 50% del PBI, mucho más bajo, por ejemplo, que la de Alemania.
¿Cómo puede ser que el milagro económico argentino se divulgue tan poco en las páginas de economía de los periódicos, cuando varios países europeos están en una situación semejante y tienen que elegir un camino? Quizá porque los argentinos eligieron la solución «incorrecta», aunque se haya demostrado exitosa.
Durante los últimos días del año 2001 el estado argentino canceló los pagos a los ahorristas privados, al mismo tiempo el país devaluó la moneda, que estaba sobrevaluada y atada al dólar, en 2 terceras partes.
En el 2003 el nuevo presidente Nestor Kirchner canceló también por un corto plazo los pagos al FMI: él rechazó aceptar las exigencias del fondo de aplicar un paquete de ajuste neoliberal en donde se incluía un 30 % de reducción del sueldo para los empleados públicos y la privatización de los puertos del país.
El FMI predijo una magra recuperación de sólo un 1 por ciento en el 2003 y acusó de ello a la «falta de avance» en las estructuradas reformas neoliberales. La mayoría de los analistas financieros estaban de acuerdo. Pero el crecimiento fue del 9 por ciento. La Argentina introdujo el control al movimiento de capitales, recaudó dinero a través de las exportaciones del sector agrícola, y estimuló la economía a través de grandes planes de inversión en infraestructura y vivienda, al mismo tiempo que la industria argentina se recuperó rápidamente gracias al cambio favorable.
En el 2004 de nuevo hubo superávit; en el 2005 pagó el país todo su deuda al FMI y le pidieron a la delegación del fondo que hagan sus valijasy se fueran, una de las decisiones más populares, que ningún otro gobierno argentino tomara.
Debido a su comportamiento desobediente Argentina se convirtió en un paria para los mercados financieros internacionales. Cuando el presupuesto 2009, debido a la baja coyuntura internacional vuelve a tener déficit, la prensa de los negocios predijo una crisis general: nadie querría darle un préstamo a la Argentina otra vez. Por fin los oscuros pronósticos se iban a cumplir.
Pero el gobierno contestó con estatización de los fondos de pensión (anteriormente una vaca de oro para los administradores de los fondos privados, de los cuales varios están procesados por estafa) y usa los fondos para comprar bonos del estado. La misma solución se llevó a cabo en Suecia por algunos «cerebros» como una alternativa a las brutales reducciones durante la crisis de los 90, pero se llevó a cabo sin discusiones. Las Instituciones Financiera globales no han perdonado: el mes pasado señaló el Global Trade Alert financiado por el Banco Mundial, que Argentina (todavía con el 7,5% de crecimiento el año pasado) es el «país más proteccionista del mundo» .
En 2002, cuando las calles hervían de descontento, las asambleas populares practicaban la democracia directa y los trabajadores tomaban las fabricas, en la izquierda internacional muchos tenían grandes esperanzas para Argentina. La decepción hizo que muchos no vieran lo que realmente sucedía: un moderado reformista keynesiano que tuvo un espectacular éxito y sacó a una cuarta parte del país de la pobreza (al mismo tiempo es posible que la presión de la calle hizo que este programa reformista fuera posible).
2002 la imagen de las calles de Buenos Aires era de vidrieras destruidas; hoy hay una llamativa cantidad de construcciones. Entonces uno podía ver pordioseros con ropas raidas, símbolo de una clase media en caída; hoy empiezan los trabajadores con sus buenos sueldos a planear los viajes de estudio y los estudios universitarios para sus hijos.
A la economía nacional se le ha llamado «la ciencia sombría». Sombrío es, sin duda el mensaje: Portugal según las previsiones de UE y del propio FMI tendrá por delante por lo menos dos años de crecimiento negativo. La ciencia parece estar limitada. A pesar de toda la experiencia se ve con desesperación no poder salir de la crisis –cada ajuste profundiza la recesión , y hace que más personas caigan en el desempleo y la miseria, pero la recesión económica también significa deudas imposibles de pagar- es la receta lo que se cuestiona. Antes de que eventualmente se hable de una suspensión de pagos, es «importante que Grecia y los países en crisis en la zona euro se apriete lo más fuerte posible», explicó por ejemplo el Vicepresidente del Banco Central de Suecia Lars Nyberg al periódico Svenska Dagbladet el 17 de mayo.
Naturalmente se puede opinar que lo que se pidió de préstamo se debe devolver, independientemente de las consecuencias y pese a los señores de la construcción en Grecia y a los banqueros irlandeses que ganaron con el endeudamiento: no son ellos los que sufren los ajustes. Después de que trillones de dólares durante los últimos años fueron tirados a los bancos especuladores, es sin embargo este argumento de justicia un tanto débil. ¿Por que no un poco de injusticia en interés de las mayorías populares, alguna vez?
En Atenas, la plaza de Syntagma ha sido ocupada por más de un mes, y en Barcelona, marcharon este fin de semana 200.000 personas contra el ajuste. Si los gobiernos europeos se niegan a probar el «camino argentino» y prefieren llegar a una pobreza aún más profunda, quizás van a tener levantamientos populares » a la Argentina del 2001″.