¡Otra vez entramos en cadena! Podría hacer una nota estupenda, definitiva, acerca de cómo «cocinaba» algunas tapas de El Porteño y de Página/12 Lanata en sus estelares comienzos. Quise hacerlo hace unos cuantos meses pero me encontré por parte de los editores de muchos medios cercanos al gobierno (dos de los cuáles trabajaron con él) con una respuesta casi unánime «No hacemos periodismo de periodistas», un eufemismo para no decir que «entre bueyes no hay cornadas». Tontería en la que no pienso incurrir (tampoco en la de escribir aquella nota gratis, al fin y al cabo fui el primero en advertir públicamente que Lanata subordinaba todo, absolutamente todo a la satisfacción de su ego sin fondo; gratis lo único que hago es Pájaro Rojo) y por eso les ofrezco este post de Oscar Cuervo en La Otra, que a su vez remite a sendas notas publicadas por Ricardo Ragendorfer en Miradas al Sur y Lucas Carrasco, en Crónica y también en su blog, República Unida de la Soja (o de la Olla, y es que Lucas me tiene un poco confundido). Asi que los invitó a perderse, a irse por dichos andurriales, puesto que las tres notas tienen miga. Y hablando de miga: no hagan como Hansel y Gretel y vayan dejando piedritas blancas (no migas, que se las comen pájaros de avería que no son precisamente cuervos ni rojos) en el camino de modo que se acuerden de regresar pa’cá.
Como plañía Bernie y pronto plañirá Sanata, grazna el pajarito escarlata: «¡No me dejen solo!».
Mientras tanto, ¡Viva el periodismo asociativo!
Policía Amplia NarcoProgresista
Esperamos ansiosos el repudio de Victoria Donda y Claudio Lozano y los informes de Lanata, La Nación, Clarín y Perfil sobre el policía narcotraficante frenteamplista
A veces suena repetitivo todo lo que uno pueda decir acerca de la intoxicación informativa a que está sometido el pueblo argentino por parte de los medios de la derecha rabiosa y manipuladora: La Nación, Perfil, Clarín. Pero sigue tratándose de un dato insoslayable para comprender el presente político nacional. Mucha gente, por ejemplo, no debe haberse enterado de la noticia de que el jefe de policía de la provincia de Santa Fe (comandada políticamente por el FAP de Binner, Bonfatti, Lozano y Donda) está acusado de narcotraficante, que por ese motivo tuvo que renunciar y permaneció prófugo con pedido de captura internacional durante todo el fin de semana, hasta que se entregó finalmente en las últimas horas de anoche. Tognolli no solo fue jefe de la policía santafesina durante la gobernación de Bonfatti, sino que también comandó la lucha contra el narcotráfico durante la gestión de Hermes Binner. Imaginen por un momento si el que hubiera sido acusado de narco fuera el jefe de policía de alguna provincia gobernada por el Frente para la Victoria. ¿A alguien le cabe alguna duda de que la repercusión de semejante noticia habría provocado un sacudón informativo que habría durado días y semanas, que el programa de Lanata de anoche habría estado enteramente dedicado a este inaudito escándalo, que las columnas de Leuco, Nelson Castro, Morales Sola, Susana Viau, Tenembaun, Kirschbaum y Blank habrían repiqueteado hasta el cansancio con el vínculo entre kirchnerismo y narcotráfico? ¿Alguien cree que alguno de estos operadores mediáticos va a dedicarle una parte importante de sus espacios esta semana a la relación entre la policía de Santa Fe y el narcotráfico? ¿Alguien puede negar que esa notoria diferencia de tratamiento incide sobre el clima social que se vive en Argentina?
Ayer resultaba patético ver la cobertura de la fuga del policía narco-binnerista en diarios como La Nación y Perfil. El diario de Fontevecchia ignoró esta noticia en su tapa y había que adentrarse hasta la página 52, sección «Policiales», como si no se tratara de un hecho político de primer orden, ya que el territorio sobre el cual tenía jurisdicción el policía narco designado por el FAP es la segunda provincia más extensa del país. Pero Perfil lo ubica muy atrás y en página par, espacio que se le dedica a las noticias de poca importancia. A lo largo de toda la nota, Perfil no menciona ni una sola vez al Frente Amplio Progresista ni al gobernador Bonfatti, ni a su jefe político Binner. En cambio, en el copete parece justificar la demora en entregarse del policía delincuente, dándole la palabra a su defensor, quien alega que el narco no se entregaba porque «está tratando de ordenar las ideas».
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