Cuervos

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Y ya que estábamos hablando de fóbal y de bichos: les dejo esta notuela que escribí para Noticias Urbanas. No sé si el despojo del viejo Gasómetro fue un crimen de lesa humanidad, pero si sé que clama al cielo. Desde que volví del exilio catalán hasta bien entrados los ’90, y lacerada mi alma por las pullas (que tarados / que tarados / los domingos a la tarde / van al supermercado) me negué a ertrar al Carrefour y las veces que pasé con el 15 miré para otro lado. JS


SAN LORENZO

Siempre es difícil volver a casa


             Rafael Albrecht abraza a Oscar «Coco» Rossi alla por el 63 o 64.

Fundado por un cura, sus hinchas parecen judíos de la diáspora. Expulsados de su hogar, a cada encuentro juran: «El año que viene en Avenida La Plata». Y ya nadie se atreve a decirles que están locos.

Por Juan Salinas

Además de haber sido el escenario en el que por primera vez jugó la selección nacional y también dónde se televisó el primer partido, el viejo Gasómetro,  debajo y al costado de sus gruesos tablones, era la sede de un club al que cada día acudían más de tres mil  socios, el corazón de Boedo.

La dictadura presionó a sus directivos para que vendieran a precio vil el terreno de la cancha y sentó las bases para el desembarco del hipermercado más grande del país. Fue una hecatombe, y desde hace unos años comenzó a tomar cuerpo un movimiento cuyo objetivo es que el club, y el estadio vuelvan allí. Por lo pronto, la Comisión de Turismo y Deporte le ha dado despacho favorable a esa pretensión, que pronto será analizada por una comisión especial. 

A principios de julio, los hinchas azulgranas hicieron una manifestación multitudinaria frente a la Legislatura. Para averiguar de qué va la cosa, Noticias Urbanas fue a la Casa de la Cultura Sanlorencista (también llamada Biblioteca Osvaldo Soriano), situada a escasos doscientos metros de un Carrefour oscuro y silencioso, cerrado al público, dicen que para arreglar las roturas que causó el granizo en sus techos de vidrio.

Se encontró allí con Adolfo Res (apócope de su apellido, Resnik), el historiador de San Lorenzo y acaso el mayor promotor de la movida. Miembro de la subcomisión del hincha, Res de 49 años,  hace mucho que conduce un programa radiofónico, «San Lorenzo, ayer, hoy y siempre» (actualmente se emite los domingos a las 22 por Radio Génesis, AM 970) y publicó dos libros:»Volver a Avenida La Plata» (2006)  y «El glorioso San Lorenzo» (2008).

«Si alguien del barrio saliera de la cárcel después de 30 años se encontraría con que todo sigue igual pero peor, más viejo y destruido», dice Res. Y agrega que a partir de la llegada del Carrefour «el sur de la Ciudad está jorobado. Queremos que la Avenida La Plata se convierta en la puerta de entrada al sur profundo, dónde desde hace medio siglo no se hace una obra importante. Queremos que San Lorenzo vuelva ser la institución más importante del barrio, que vuelva a becar pibes, que vuelva a protagonizar la  actividad social que lo hizo grande. Queremos que vengan entre tres mil y cuatro mil personas por día, como venían en los ’70.  Y que junto al estadio florezcan mil negocios, cafés y pizzerías, pequeños supermercados y casas de deporte. Todos los comercios a los que el hipermercado mató». 

La historia es conocida. «El intendente de la dictadura, el brigadier (Osvaldo) Cacciatore, coaccionó al club con las ordenanzas 38.696 36.019 para que dejara el lugar con el pretexto de que debían abrirse calles, lo que nunca se hizo», sintetizó Res.

Bajo presión, San Lorenzo terminó vendiendo el solar «a precio vil a dos empresas fantasmas que nunca emitieron una mísera factura ni pagaron impuestos ni tuvieron personal», siguió diciendo.

«A diez días de la venta del terreno, las ordenanzas que disponían la apertura de calles fueron derogadas. Tiempo después, los compradores vendieron la tierra a una cifra ocho veces mayor a la pagada. Y poco después de que llegara la democracia y en apenas 18 días el Concejo Deliberante cambió la zonificación, de manera de eludir la prohibición de establecer hipermercados en la Ciudad», concluyó.

El viejo Gasómetro se cerró en 1979, y el club en 1982. En un solo año, de 1982 a fines de 1983, San Lorenzo perdió casi 15.000 socios. Una hecatombe.

Cuenta Res que comenzó dando charlas sobre la historia del Ciclón en cafés de Boedo, sobre todo en el desaparecido café Dante, y también en la Biblioteca Miguel Cané, en el Centro Cultural Raúl Scalabrini Ortiz, etc.»Fue así cómo empezamos a debatir la acuciante necesidad  de recuperar Avenida La Plata para las futuras generaciones», le dijo al cronista.

Como Res es harto elocuente, lo dejamos en modo soliloquio: «En el 2003 inicié el programa de radio junto con mi hermano Diego Martín. Empezamos a agitar ahí la consigna de la vuelta a Avenida La Plata, y en diciembre del 2004, cuando se cumplieron 25 años del cierre del Gasómetro, hicimos un acto al que asistieron unas 900 personas.

«El pasado 11 de noviembre presenté como vecino el proyecto de Restitución Histórica para San Lorenzo, proyecto que plantea la expropiación de Carrefour», señaló Res. Estuvo acompañado por la Comisión del Hincha. «A partir de entonces hicimos un lobby permanente. Necesitábamos que un legislador tomara el proyecto como propio, que tuviera estado parlamentario. Pero aunque todos nos recibían y nos decían que era un proyecto muy simpático, no lo levantaban porque, claro, plantea nada menos que una expropiación a una multinacional».

«Por suerte, gracias a Claudio Lozano, que es hincha de San Lorenzo y vino a una gran reunión que organizamos a la vuelta de acá el 18 de noviembre, lo hizo propio (la legisladora), Laura García Tuñón.
Para festejarlo, el 25 de julio unos tres mil hinchas vinimos a la Legislatura.»

«En febrero volvimos a fatigar los pasillos de la Legislatura. Hasta reunirnos con Eduardo Epszteyn, que rápidamente se convirtió en un gladiador de nuestra causa. Le hizo algunas modificaciones, sobre todo para darle espacio público al vecindario, y varios legisladores lo amenazaron. Así que tenemos dos proyectos confluyentes.

«Después apareció un tercer proyecto, que es el de Gonzalo Ruanova. Ambos proyectos mejoraron la parte técnica del mío. Ahora los tres confluyeron. Se unificaron en la Comisión de Deportes, y aunque los fundamentos son los mismos, se le ha agregado una parte educativa y un centro de salud.

«El 12 de abril se hizo una marcha en la que participaron 20 mil hinchas de San Lorenzo, lo que nos abrió las puertas a que fuéramos recibidos por el oficialismo. El proyecto fue aprobado en la Comisión de Deportes y Turismo el 21 de junio. Nos apoyaron decididamente Silvina Pedreira (PJ) , Delia Bisutti (SI),  Juan Pablo Arenaza (Coalición Cívica) y Raúl Fernández (Encuentro Progresista). Y como el PRO se abstuvo… salió con despacho de mayoría y hoy está en la Comisión de Hacienda y  Presupuesto.

«Ahora va a conformarse una comisión especial, algo parecido a lo que pasó con el Club Comunicaciones, y en el debate San Lorenzo va a estar representado por el presidente del club (Carlos Abdo) , el vocal Claudio De Simone, y Daniel Pezzo y yo por la Subcomisión del Hincha.

«Respecto al pasado queremos justicia. Y hacia el futuro impulsamos un proyecto social, cultural y deportivo  que contemple el estadio, el club, una escuela debajo de la tribuna, un centro de salud y un gran salón que pueda ser usado gratuitamente por todas las comunidades para hacer sus festejos», remató. Y hay peligro de gol.
  


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