DAVOS. Golpe trasnacional de las corporaciones a la soberanía de los Estados

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Una nota muy interesante publicada en un medio español también muy interesante, que da cuenta de como las corporaciones se han propuesto y van consiguiendo someter y reemplazar a los estados nacionales, a veces incluso con la inesperada ayuda de la cúpula de las Naciones Unidas, un proceso que ya profetizaban filmes de ficción como Rollerball hace 45 años. El autor, un ambientalista estadounidense que vivió en Bolivia hasta 2008, parece padecer de la aversión tan frecuente de los septentrionales hacia los “populismos” (si es que ese término definiera algo) y sobre el final abomina sobre quienes promoven medidas “aislacionistas”, con lo que mete objetivamente en el mismo saco a Donald Trump y a los discípulos de Aldo Ferrer. Aun así conviene leer su descripción de como las corporaciones van acabando con la soberanía de las naciones.

CAPITALISMO

El propósito de Davos: un golpe transnacional

Puede que la declaración de propósito del mundo corporativo parezca algo loable, pero si no existe ningún tipo de mecanismo de cumplimiento, el móvil del lucro siempre triunfará.

El beneficio ya no es, al parecer, la meta de las corporaciones; ahora es ‘el propósito’. Esta semana, el Foro Económico Mundial, cuyo liderato lo ostentan las corporaciones, publicó con orgullo su Manifiesto de Davos en el Financial Times y The Wall Street Journal, reivindicando una visión del ‘propósito universal de las empresas’. El fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, dijo que el manifiesto ofrece “la mejor respuesta a los desafíos ambientales y sociales de hoy”. Sin embargo, la pregunta que cabe plantearse es: ¿a quién sirve dicho propósito? ¿Implicará una transformación de la corporación como la conocemos o representa, más bien, una estrategia para conseguir un mayor control corporativo de las políticas públicas y la vida política?

En apariencia, el Manifiesto de Davos parece algo loable. Insta a que las corporaciones traten a los clientes con dignidad y respeto, que respeten los derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro, que actúen como guardianas del medio ambiente para las generaciones futuras y, lo que es más relevante, que midan el rendimiento “no solo por el dividendo de los accionistas, sino también por cómo consiguen sus objetivos sociales, ambientales y de buena gobernanza”. En este sentido, el Manifiesto de Davos constituye un adelanto de la Declaración sobre el Propósito de una Corporación, publicada el pasado agosto por 181 directores generales de la asociación Business Roundtable de los Estados Unidos, que se comprometieron, de forma todavía más imprecisa, a generar ‘un valor a largo plazo’ y actuar de manera ética y sostenible.

El truco está en que en ningún lugar de las dos declaraciones se habla de mecanismos de cumplimiento, legislación o regulación que aseguren que las compañías se atengan a sus propios compromisos. Se trata de un proceso estrictamente voluntario y totalmente dependiente de la autorregulación, que no cuestiona el propósito primordial de lucro de las corporaciones. Desde este punto de vista, representa una ampliación de la tendencia a la responsabilidad social corporativa, por la que cada compañía de las 500 listadas por Fortune emite informes elogiosos en los que la propaganda es mejor que las prácticas.

Una y otra vez, el móvil del lucro triunfa cuando entra en conflicto con cualquier aspiración ambiental y social. Así se constató cuando Volkswagen lanzó la campaña ‘Piensa en azul’ para “fomentar la ecomovilidad” mientras, al mismo tiempo, pagaba a sus ingenieros para trucar deliberadamente el sistema de pruebas de las emisiones en el estado de California. O cuando Apple afirma que le “preocupan mucho las personas que fabrican sus productos y el planeta que todos compartimos”, mientras que, durante años, ha luchado para no pagar impuestos en Europa y fabrica móviles que es bien sabido que son difíciles de reparar.

Sin embargo, sería erróneo ignorar estas declaraciones como otro ejemplo de la propaganda corporativa hipócrita, ya que el Manifiesto de Davos propone también una fuerte contrapartida para las compañías que se comprometen con la responsabilidad social, afirmando que estas deben convertirse en “partes interesadas, junto con los Gobiernos y la sociedad civil, de nuestro futuro global”. En otras palabras, se argumenta que a las corporaciones, como parte de la ‘ciudadanía global’, se les debe conceder un papel mayor en la gobernanza mundial y en la toma de decisiones que hasta hace poco nadie discutía que eran competencia de los Gobiernos y los pueblos.

No se trata de una conjetura. En 2010, el Foro Económico Mundial finalizó un ambicioso proyecto, la Iniciativa de Rediseño Global (GRI), que proponía una transición desde un sistema de toma de decisiones intergubernamental hacia un sistema de gobernanza por parte de múltiples partes interesadas. La idea es que los temas de importancia global deben ser resueltos por los Gobiernos en asociación con las corporaciones y algunos representantes cuidadosamente seleccionados de la sociedad civil. Como señala el profesor emérito de la Universidad de Massachusetts Harris Gleckman, la propuesta resulta atractiva para las corporaciones porque amplía los escenarios en los que no solo ejercen su influencia, sino que desarrollan directamente las políticas.

El enfoque se basa por completo en la adhesión voluntaria, evitando cualquier norma o regulación internacional vinculante que pudiera limitar los beneficios. Y lo que es más importante: permite a las corporaciones fijar los parámetros del debate y eludir los riesgos de las políticas reguladoras propuestas por políticos como Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Jeremy Corbyn.

Secretario general de la ONU Antonio Guterres: Un inesperado entregador,

El modelo de las múltiples partes interesadas ya está penetrando en varios escenarios de la gobernanza global, como el Movimiento SUN para el Fomento de la Nutrición y la Alianza Mundial para el Fomento de la Vacunación. Sin embargo, en agosto de 2019 este modelo recibió un fuerte impulso como consecuencia de un acuerdo de asociación poco conocido firmado entre el Secretario General de las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial, que permite un acceso sin precedentes del personal del Foro Económico Mundial a los programas, fondos y organismos de las Naciones Unidas, que, a su vez, se comprometen a participar en las reuniones del Foro Económico Mundial.

El modelo también distorsiona los objetivos negociados y acordados entre Gobiernos para ajustarse a los intereses comerciales de los miembros del Foro Económico Mundial. De manera que, bajo el epígrafe de la financiación, el acuerdo pide solo que “se construya un entendimiento compartido de la inversión sostenible”, pero no que se reduzcan las inestabilidades causadas por la banca ni la elusión fiscal. Lo que es peor, la asociación ni se discutió ni se acordó con los Estados miembros de las Naciones Unidas. Tampoco ha recibido contestación una carta de protesta contra esta asociación por parte de 500 grupos de la sociedad civil. Mientras tanto, Klaus Schwab, al presentar el Manifiesto de Davos antes de la cumbre de 2020, apunta que las corporaciones deben “aprovechar este momento para asegurar que el capitalismo de las partes interesadas siga siendo el nuevo modelo dominante”.

En un momento en el que los políticos reaccionarios promueven medidas reaccionarias y nacionalistas aislacionistas, cualquier declaración que habla de cooperación global y una conducta corporativa más ética puede sonar atractiva. Sin embargo, si se consolida un modelo en el que las corporaciones hacen uso de su poder e influencia, socavando todavía más la democracia popular, no se resolverán las crisis ambientales y sociales de hoy, sino que se exacerbarán. El poder corporativo —ya sea de las empresas petrolíferas que impulsan la crisis climática, las tecnológicas que se apropian de nuestros datos o los bancos que alimentan la crisis financiera— es la causa de los ‘desafíos ambientales y sociales’ de la actualidad. Acudir a las corporaciones para su solución solo serviría para sostener su deseo constante de lucro.

* Experto en comunicación y editor de Cambio Climatico S.A.


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5 comentarios

  1. Un GRAN PASO al REGRESO de la economía MEDIEVAL, con más PODER a los PATRONES neoliberales, soñadores de un “MUNDO FELIZ” para ellos. La POLÍTICA de la verdadera DEMOCRACIA tiene fuertes raíces en nuevas naciones, si se mide esto por la FORTALEZA de su historia y sus LUCHAS para la conquista de los DDHH, ejemplos latinoamericanos hay MUCHOS, sólo se necesita REVERTIR las MENTIRAS mediáticas y de “FOROS” como el de Davos, estas empresas multinacionales “OMNIPOTENTES” sólo tienen un poder que se va tragando a sus dueños, se necesita una contraeconomía productiva para acelerar la caída del “propósito”, el control nacional y regional de sus empresas y sus cómplices, ONU, OEA y la OCDE. Unasur se está rearmando con proyectos económicos populares y democráticos.

  2. Julia Fontanie
    en poco tiempo las comunidades de pueblos oriiginarios no tendrán mas que tierra arrasada por la locura de los negocios que copian la espantosa “ley seca” de 1920 de USA, negocios fuera de las regulaciones impositivas y con armas y otros espantos colaterales…. colombia bajo lluvia tóxica, pero cada vez mas productora ¿habrán realizado la planta de coca transgénica? https://pajarorojo.com.ar/?p=43838
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  3. Una forma, nada nueva, de economía de EEUU
    Para sostener la paz de su pueblo, provocar guerras infinitas,
    Bloqueo económico a países que no le son afines
    So pretexto de Violación de DDHH y corrupción ¿?
    Y ayuda humanitaria para la invasión y ocupación…
    Y cipayos como macri y guaido al servicio del imperio…
    (Más de 40 millones de estadounidenses viven en situación de pobreza y 129 millones de adictos, alcohólicos y obesidad ¿de qué primer mundo me hablan?, un país que tiene como negocio la guerra, a pesar de que siempre ´perdieron, ganaron en los medios, ejemplos hay muchos…

    El conflicto, la invasión de Panamá por EEUU, vino cuando el dictador Noriega anunció que debía abandonar el territorio la Escuela de las Américas de EE.UU., una academia militar que había funcionado en Panamá desde 1946, calificada por los medios como la “escuela de asesinos”, donde él mismo se había formado.

  4. LA FAMILIA PEÑA DE GENOCIDA DE INDIOS PATAGONICOS A DEPREDADORES MEDIOAMBIENTALES

    Para que la tierra sea habitable por la humanidad, llevó un proceso de millones de años, no seamos cómplices de los insensibles e inconscientes, que tan solo por el ánimo de lucro y pura codicia, destruyen en un instante el medio ambiente. No nos olvidemos que la tierra es nuestra casa y es la única que tenemos.
    La clase política argentina es irracional al consentir que la familia Peña destruya en un actitud meramente mercantilista, un monte en la Provincia de Salta, al desforestar sin control alguno una superficie equivalente a un tercio de la provincia de Buenos Aires, siendo claramente un acto de terrorismo eco ambiental, ya que no solo afecta la flora y la fauna, sino que también trae aparejado graves e irreparables consecuencias en la salud de los pobladores y en la economía futura del lugar (ejemplo invasión de langosta), que si bien debido al desmonte reciente posee una alta fertilidad, en el mediano y largo plazo los procesos de desertificación de los campos avanzan. Y lo que llevó miles o millones de años construirse y/o formarse, en un acto de codicia instantánea, se pierde.
    Tengamos presente que si bien hoy aumenta la producción de soja al extender las fronteras agropecuarias, en el tiempo el beneficio que puede aportar es nulo, escaso o ruinoso. Los logros de proteger el medio ambiente de los depredadores son mayores que los beneficios económicos del corto plazo y beneficia a los históricos saqueadores de nuestras tierras, ya que disminuye su productividad y/o lo anulan totalmente.
    Proteger el medio ambiente es proteger la permanencia y sustentabilidad de la vida, cuya característica es su biodiversidad, que al achicar su campo de acción, achica sus posibilidades de existir, y en la cadena de la vida todo está relacionado.
    Los políticos argentinos en vez de trabajar para el bienestar de la población, lo hacen para terroristas eco ambientales que atentan contra de la buena salud y la calidad de vida futura de este hermoso país, que en el presente enfrenta una encrucijada ante el ataque irracional de su ecosistema y biodiversidad.
    La historia latinoamericana y argentina muestra, detalla, escribe, como unas pocas familias a lo largo del tiempo se fueron apoderando de grandes extensiones de tierras a costa de crímenes impunes, la mayoría de lesa humanidad, presentándose actualmente sus descendientes como grandes patriotas y constructores de la patria, aprovechando las brumas del tiempo, que no nos deja ver la realidad de los procesos históricos y en todos ellos contaron con la complicidad de los políticos de turno que nunca tuvieron dignidad, y sí mucho ánimo de gozar una supuesta buena vida junto con sus amigos y parientes, acompañados de medios periodísticos mercenarios y prebendarios, que siempre justifican y pretenden dar legitimidad a los poderes de turnos.
    La justicia forma parte del sistema político, por lo tanto del orden constituido, esperar algo de ellos es imposible, ya lo dijo Jesús “Más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico (léase políticos, jueces, terratenientes, poderosos de turnos) entre al reino de Dios”.
    Los que pensamos, los que tenemos la certeza de que la tierra es nuestra única casa, y debemos cuidarla, lo que queremos una vida de calidad para nuestra posteridad, debemos ir por ellos, debemos ponerles un límite, quitándoles las buena vida que la política prebendaría y vende patria les da … Este es el verdadero problema de un país, sostener una clase rica, insensible, codiciosa, a costa del crimen y el apoderamiento de grandes extensiones de tierras en toda las épocas. La Patagonia y la gran llanura chaco pampeana son ejemplos de ello y sus antiguos habitantes, las víctimas.
    Aprovechan un orden jurídico creado al efecto, para dar una aparente legalidad a sus actos, aprovechan las lagunas o vacíos legales, y el· nepotismo siempre vigente, que garantiza la continuidad de la impunidad y el avance irracional sobre el medio ambiente.
    En este sentido marcha la provincia del Chaco, dado que la comunidad observa impasible y sin capacidad de reacción, cómo camiones y camiones pasan cargados con rollizos de árboles de la zona. Se sienten incapaces de denunciar ya que ven impotentes que no hay un acompañamiento oficial que impidan estos actos que afectan “el legado para las futuras generaciones de disfrutar de un medio ambiente armonizado en beneficio de todos”.
    Héctor Moors
    Dni 7925487
    Asociación Civil “En defensa del Derecho de La Ciudadanía”

  5. El inicio de algo es siempre un fin en sí mismo.
    El propósito humano de bienestar y felicidad es una unidad que se ha separado operativamente entre el cumplimiento del espíritu de superivencia y la trascendencia de ese espíritu en el arte de vivir. Nuestras sociedades son obligadas a permanecer en la ilusión de separación de la unidad haciendo permanecer a las sociedades ajustadas al sentido de la contingencia de supervivencia que asegure el principio secundario de la felicidad. Es lógico que la consciencia no pueda advertir, ver, entender, lo que ya se encuentra escrito en el corazón del ideal de la constitución de lo que se puede y debe hacer.
    Operativamente hay opciones alternativas a la propuesta capitalista pero primero deben ser entendibles y comprensibles desde otra concepción de nuestra educación del formato mental que incluya la unidad del propósito.
    La solución económica no es suficiente porque debe mantenerse en el tiempo, lo escrito tampoco es suficiente, la maquina Estatal es una aparato muy manipulable desde el propósito único de supervivencia.
    La cadena lógica de causas y efectos tiene su origen en la estructura básica fundante del formato mental que crea los principios comunicativos, pensamientos, relaciones y ordenes, solucionar un eslabón de la cadena es una tarea que exige un gasto energético descomunal generando el foco de atención desde las periferias y arrabales de los sentidos contingentes, un ejemplo claro es la fragmentación Lógica de los derechos para aclarar algo no definido correctamente en la fundación, la ambigüedad y la incertidumbre es el ámbito ideal del desarrollo del parásito paraestatal, que es el reflejo del parásito del espíritu crítico que debe adaptarse constantemente a los ambientes hostiles que asegura como normales en la costumbre, más allá se nos presentó la utopía, una palabra que no nos pertenece.

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