… de la agencia Télam. Armando Jaime, un dirigente sindical muy prestigioso, dejó claro que la represión no se desató sólo sobre los partidarios de la lucha armada, como se han lanzado a decir los replicantes de la voz metálica de Magnetto (el summun fue Largobardo, que sanateó, lanateó que Estela de Carlotto habría dicho que “la lucha armada fue hermosa”). Seguidamente, un capítulo más del juzgamiento de la estremecedora muerte del periodista Luciano Jaime, una historia que si hubiera ocurrido en California, por decir algo, ya hubiera merecido varias películas. Obviamente sabia que su muerte estaba directamente relacionada con la de Fronda (todos a su vez estaban relacionados al FRP) pero no sabía de la muerte del policía González.
Su “pecado”, destacó, fue su decidido apoyo al gobierno de Miguel Ragone
Salta: Armando Jaime describió el viacrucis de un FRP que NO practicaba la lucha armada
(Por Elena Corvalán, directora de Radio Nacional-Salta ).- El veterano dirigente político y sindical Armando Jaime sostuvo ayer que la represión en Salta “estaba más focalizada” en los militantes del Frente Revolucionario Peronista (FRP, más conocido aquí como “la Tendencia Revolucionaria”), en los integrantes del sindicalismo combativo y en los que adherían a la lista Verde, del ex gobernador Miguel Ragone. Jaime lo dijo luego de hacer un repaso por militantes que fueron secuestrados y desaparecidos o asesinados y cuya suerte es investigada en este proceso.
El testigo, que fue miembro fundador y la máxima autoridad del FRP en Salta, sostuvo que muchos integrantes de este movimiento fueron asesinados o perseguidos y recordó a las hermanas Berta y Francisca “Elsa” Torres, a Eduardo Fronda, Luciano Jaime, Alfredo Mattioli, Marcos y Liendro Estopiñán y Ricardo Tapia, todos desaparecidos o asesinados.
Armando Jaime, primo del periodista Luciano Jaime, asesinado antes del golpe de marzo de 1976, destacó que todos los nombrados apoyaban a la Lista Verde, y que incluso, las hermanas Torres y Luciano Jaime -que fue secretario del Concejo Deliberante de la ciudad de Salta- ocuparon cargos públicos durante el gobierno de Ragone.
Sobre Mattioli, los hermanos Estopiñán y Tapia, Armando Jaime negó tajantemente que practicaran la lucha armada. Dijo que estaban viviendo en una casa en Rosario de Lerma, donde fueron asesinados por miembros de la Policía de Salta el 14 de febrero de 1975, porque reivindicaban los derechos de los trabajadores rurales.
Fue una de tres muertes relacionadas y cuyos cuerpos fueron volados antes del golpe
Carearán a policias por la muerte y descuartizamiento del periodista salteño Luciano Jaime
(Por Elena Corvalán, directora de Radio Nacional-Salta). – Un simulacro de investigación montado para asegurar la impunidad de la propia Policía de Salta. Tal es la impresión que dejó en octubre pasado la declaración del policía retirado Inocencio Roberto Medina, uno de los que intervinieron tras el hallazgo del cadaver destrozado del periodista Luciano Jaime, en la siesta del 14 de febrero de 1975 -dos días después de su desaparición-, en el paraje El Encón Chico, municipio de Campo Quijano.
Dicha percepción quedó reforzada ayer tras el testimonio del policía retirado José Carrasco, también miembro del Departamento de Criminalística de la Policía de Salta y quien acompañó a Medina cuando éste fotografió los restos del periodista. Los testimonios de ambos policías divergieron y el Tribunal Oral en lo Federal Criminal de Salta, que lleva a cabo el juicio por delitos de lesa humanidad en la capital provincial, decidió someterlos a un careo.
El careo, “en virtud de las evidentes contradicciones”, fue solicitado por los abogados querellantes Tania Kiriaco y Matías Duarte, que representan a la Asociación de Periodistas de Salta (APeS). Aún no se ha decidido en qué fecha se realizará.
La diferencia más notable de los dichos de ambos es que mientras Medina afirmó que él (entonces un suboficial especializado en realizar identikits) y la perita Marta Tabarcachi fueron al lugar enviados por Criminalística, Carrasco, que era agente, dijo que fueron él y Medina. Carrasco destacó que es imposible que Tabarcachi haya estado participado en el procedimiento porque recién se incorporó a Criminalística “un año o dos después”. Y en efecto, Tabarcachi no aparece en los informes incorporados al sumario policial, que están firmados por Medina y por el oficial Ramón Luna, jefe de Criminalística.
La perita falleció hace tiempo. Para dilucidar esta controversia y a pedido del querellante David Leiva, el tribunal pidio los legajos de Tabarcachi, Medina y Carrasco.
No es aquella la única diferencia entre ambas declaraciones. Medina niega haber ido al cementerio donde se inhumaron los restos. Carrasco dijo que fueron ambos, y que Medina estaba presente cuando un empleado del cementerio les dijo que bien podrían ser los restos de Jaime, que había desaparecido. Y hay más: en octubre último, cuando se le preguntó si sabía que había sido de Carrasco, Medina dijo que no, que ni siquiera sabía si estaba vivo porque hacía muchísimo que no lo veía. Sin embargo, ayer Carrasco dijo que se vieron hace aproximadamente un año, que entre ellos hay “cierto grado de amistad” e incluso que solían ir a pescar juntos.
Medina es uno de los policías acusados por torturas que en 1973 fue dado de baja por el entonces jefe de Policía, Rubén Fortuny. “Él había caído por su manera de ser nada más, y no tenía casi nada que ver”, trató de justificarlo Carrasco.
Carrasco estuvo en los procedimientos de tres crímenes vinculados: el del militante peronista Eduardo Fronda, asesinado el 8 de enero de 1975; el de Jaime (el periodista que vio a Fronda en la Jefatura de Policia antes de que apareciera sus restos destrozados por una explosión) y el del ex policía César Carlos “Topo Gigio” Martínez, secuestrado y asesinado el 18 de marzo de 1976 y cuyo cuerpo también fue sometido a una explosión, casi una firma.
Jaime investigó el homicidio de Fronda, denunció en el diario El Intransigente que había sido torturado y dijo a los familiares que lo había visto en la Central de Policía. Hay indicios de que Martínez era una fuente de Jaime. Martínez renunció a la Policía y fue miembro de la seguridad del ex gobernador Miguel Ragone, secuestrado y desaparecido el 11 de marzo de 1976. Siete días después Martínez fue secuestrado de su casa y sus restos aparecieron al día siguiente en El Gallinato, el lugar elegido para someter a explosiones a perseguidos políticos.
Carrasco recordó ayer estos casos y sostuvo, reiteradamente, que sabía “por los diarios” algunos datos de las víctimas, como que Fronda militaba en el peronismo revolucionario. Fronda también era ragonista, igual que Jaime.