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DOSSIER CÓNSULES IMPERIALES: Las visitas del almirante Faller y del hipercipayo González Román revelan una obsesión por la creciente presencia china en Latinoamérica

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La llegada a la Argentina del jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses con sede en Miami (del que depende entre otras cosas, la resucitada IV Flota), almirante Craig Faller, ya de salida, fue recibida con una parca naturalización por la prensa hegemónica, y con alharacas nacionalistas impotentes por expresiones del nacionalismo y de la izquierda (¿qué pretendían? ¿Que la Cancillería lo declarara «persona no grata»? ¿que el ministro Rossi le echara en cara su condición de cónsul imperial?). Todo indica que Craig vino a presionar para que Argentina cumpla los acuerdos espúreos (que no conozco en su letra chica) rubricados por el gobierno de Macri, en particular la promesa de facilitar la instalación de una base ¿científica? en Tolhuin, y para presionar para que no se concrete el proyecto de construir una gran base logística en el puerto de Ushuaia (que serviría, entre otras cosas, para abastecer las bases argentinas en la Antártida, robusteciendo nuestros derechos en el continente blanco), cuando menos que no se concrete con la financiacion ofrecida por el gobierno de China.
En realidad, más preocupante que la visita a la Argentina de Craig Faller fue la previa a la República Oriental del Uruguay, al que donó lanchas patrulleras para patrullar el binacional río homónimo (por lo menos, hasta el Salto chico) que, aunque usadas, son muy superiores a las que tiene la Prefectura Naval Argentina. Visita que coincidó con la protesta argentina, vía el embajador Alberto Iribarne, por el hecho hostil y violatorio de de los acuerdos entre ambos países, de dejar aterrizar, repostar y despegar a un avión de la Royal Air Force en vísperas de que en las Malvinas los británicos hagan maniobras con misiles tierra-aire, lo que motivó una enfática protesta del canciller Felipe Solá.
Si hay un misterio estriba en los acuerdos que Faller pueda haber hecho con el gobierno del presidente Lacalle («Lacayo» lo llama con propiedad la oposición de izquierda) que como dijo frente a nuestro Presidente (que le contestó con mucha altura) considera al Mercosur un «lastre» que le impide prosternarse ante Estados Unidos, de modo de convertir a su país en una gran base-portaviones gringa.
Pero algunas cosas están meridianamente claras. Poco después de presentar un informe sobre los resultados de su gestión de tres años al frente del Comando Sur (quienes lo han leído comentan que apuntala la versión de Washington sobre la pandemia, esto es, que aprovechando la ferocidad con la que el virus se ensañó con los estadounidenses, rusos y chinos aprovecharon para fortalecer sus posiciones en Latinoamérica) y seguidamente se reunió con altos mandos miltares de ingleses, franceses y holandeses, es decir de las tres potencias europeas que conservan colonias en el Caribe, para reafirmar que el enemigo regional es el trípode Venezuela-Cuba-Nicaragua.
De las notas que hemos leído sobre la visita del almirante Faller reproducimos aquí tres, comenzando por la publicada en Dataclave por Mauro Federico y Mariano Espina, que entre otras virtudes señala que más importante que la visita de Faller es aún la más sigilosa del colombiano-estadounidense Juan González Román, estrechamente relacionado con el presidente Biden, quien acaba de asumir como director para el Hemisferio Occidental del poderosísimo Consejo de Seguridad Nacional que está por encima de la NSA, la CIA y los demás servicios de inteligencia norteamericanos. ¿Que viene a hacer este Cipayo Mayor? Mauro Federico lo describe en una nota aparte: «… el verdadero objetivo de esta visita es otro: negociar con el Gobierno proyectos clave como la construcción de una base naval integrada en Ushuaia, el 5G y la concesión de la Hidrovía Paraguay-Paraná».
Para entender qué es el Comando Sur y cual es el papel que desempeña, agregamos a continuación sendas notas de Stella Calloni y Sergio Ortiz. Esta última es muy crítica del gobierno. Al final, un breve comentario.
Que les aproveche.
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¿Cuáles son las verdaderas razones del estratégico desembarco de dos enviados de Biden a la Argentina?

Este jueves llegó al país el jefe del Comando Sur de Norteamérica para supervisar un proyecto en Ushuaia que podría ser financiado por China. En los próximos días, el presidente de los Estados Unidos enviará también a un estrecho colaborador para afianzar su relación con Argentina. La instalación de bases militares, la disputa por el 5G y la inminente licitación de la Hidrovía, en el trasfondo de ambas visitas.

 

POR MAURO FEDERICO Y MARIANO ESPINA / DATACLAVE

El almirante Craig Faller es jefe del Comando Sur, una unidad del Pentágono de Estados Unidos cuyo objetivo es proteger los intereses norteamericanos en Latinoamérica. Está de retirada, en breve será reemplazado, y para su última gira eligió dos destinos oportunos para la tarea que ejerce: Uruguay y Argentina. 

 


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Un comentario

  1. Hay un vejo refrán que dice: «lo cortés no quita lo valiente», se puede recibir gentilmente a este embajador/apretador imperial,´lo que no debe servir de excusa para caer en la cobardía de no sostener decisiones autónomas.
    Hay otra cuestión que ninguna de las notas refleja y es el paupérrimo estado de las FF.AA. argentinas, cuyo desmantelamiento proviene de los 90 (regalito del riojano más famoso) y se sostiene aún hoy (por intervenciòn inglesa no se «reequipa» a la FAA, con la bestial cantidad de 10 FA 50, (entrenador de bajas calorías disfrazado de caza, coreano pero de motor yanqui y electrónica british). La anulación de ese «negocio» sujeto a embargos, abrió un poco las puertas y salieron a jugar rusos y chinos ofreciendo equipos militares sin restricciones y mucho más modernos que cualquier cachivache dado de baja de algún proveedor OTAN – Rusia ofreció aviones Yak 130 y MiG 29 (ó 35, mejor), Sukhoi Su 30, más helicópteros Mi 171, en el caso de los aviones a montar y hacer mantenimiento en FADEA, un centro de mantenimiento de helicópteros, blindados de 8 ruedas BTR 80/82 a producir y mantener acá y submarinos (hasta visitaron TANDANOR en función de hacerlos acá). Ofertas por demás tentadoras si se aprendió algo de Malvinas, claro, ofertas que los rusos no hacen de buenudos, tener centros de mantenimiento en Sudamérica estimularía las ventas de sus juguetes sin necesidad de que tengan que repararse en la madrecita Rusia. Um megocio win-win, sólo hay que no declamar soberanía, se la ejerce aún si no fuera fácil (que no va a ser)….del lado chino ofrecen un poco menos pero, es mucho más y mejor que lo que tiene Argentina, aviones FC-1, blindados a rueda VN-1, a armar acá y 3 submarinos (1 a producir en China, 2 acá).
    Ofertas que nadie va a hacer ni hará, mejor y más barato que cualquier oferta de material OTAN dado de baja (ver caso SEM, comprados durante el virreinato, que ni vuelan) y, lo mejor, la disponibilidad del acceso a los mejores juguetitos como misiles, bombas guiadas, etc. No es ocurrencia mía, pueden verificarlo más detalladamente en un sitio tan «kirchnerista» como Zona Militar… si ésto no tiene (también) relación con la visita del ñato éste, yo soy la Virgen María.

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