EL AMOR, de primera, por El Príncipe

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​»​Teo Boot descubrió o profundizó sus conocimientos sobre el chamamé en sus largos años de Gualeguaychú y terminará pronto haciendo un programa de radio sobre él. A mi hace ya dos​ años, acaso tres, Willy Villalobos (que hoy cumple años) me interesó en un músico inclasificable, desgraciademete ya fallecido, sobre el que hizo un gran documental: el uruguayo Gustavo Pena… que vivía como un mendigo y al que apodaban con estricta justicia «El Príncipe». Y que era capaz de hacer maravillas como esta.
Les doy primero la versión de ​»​Mandolín​»​ desnuda, y luego otra, ​un poco más vestida. Pueden escucharla en el orden que les de la gana, aunque a mi, como León Felipe, me gusta más ir de la vestida (con arreglos) a la desnuda. El Príncipe me parece de una genialidad demudante… mucho me​jor que ese otro inclasificable que fue Tanguito, apodado Ramsés II. La existencia de tipos como él (así como la de Spinetta y otros consagrados) me pone en trance… Y aunque soy agnóstico, me parece evidente que hay en nuestra especie una chispa divina. Acaso haya más de una chispa, rescoldos que no se apagan, entre los pueblos de estas latitudes. ¡Tenemos futuro!

«Tiene una mirada ebria de palabras y poesías,
bajo un cielo claro de un pueblito del país.
Un mundo imaginario lleno de ilusiones coloridas,​
y el amor monta en su caballo y es feliz.»

Los dejo con El Príncipe:


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