El andar oblicuo
Me causa gracia el título, ya que estoy rengo a causa de una operación de rodilla y desde la adolescencia tengo desviada la pierna derecha hacia afuera. Hasta el punto de que una vez que por azar me tocó ser el más alto y por lo tanto el guía de la compañía A, Tacuarí, del Regimiento de Infantería 3 «General Belgrano» en una práctica de desfile, a mediados del 74 allá La Tablada, el sargento que nos marcaba el paso se desesperó por el bamboleo de toda la columna, que trataba de seguir el ritmo de mi deriva. Mi mujer a veces me llamaba «Vibram» por aquello dell andare facile… Vayan a la muestra, que son buenos artistas y no se arrepentirán.
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