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EL VACIAMIENTO DE TÉLAM. Cegueras & Cinismos

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Acerca del vaciamiento de la agencia nacional de noticias Télam y las mentiras de su directorio nómade.  

Cegueras & Cinismos

 

La dirección prófuga de la agencia Télam pretende sensibilizar a la opinión pública culpando a sus trabajadores de arruinar un concierto vocal de no videntes mientras el Gobierno amenaza a los miembros de la Orquesta Sinfónica de Ciegos.

 

(Por Juan Salinas) Una Télam trucha comenzó a emitir algunos despachos (y a refritar materiales de la prensa hegemónica) desde Tecnópolis luego de que hace casi tres meses los directivos de la empresa estatal enviaran intempestivamente 354 cartas-documento de despido a sus trabajadores (el casi 40 por ciento de la nómina) y seguidamente huyeran de las sedes de la empresa en el barrio de Montserrat, pasando a la clandestinidad ante la imposibilidad de mirar a los ojos a quienes, para mayor escarnio, vilipendiaron tratándolos de ineptos y «militantes».

Ayer, casi un centenar de los trabajadores despedidos y la comisión gremial interna de la empresa del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) anunciaron que irían a protestar a Tecnópolis pero a poco de partir en ómnibuses hacia allí se bajaron en el CCK (por Centro Cultural Kirchner, nombre que el actual gobierno se obstina en tratar de borrar sin lograrlo) donde tiene sus oficinas el ahora degradado (de rango ministerial al de secretario) Hernán Lombardi, a cargo de (vaciar a) los medios públicos.

Los trabajadores permanecieron en el CCK durante horas en estrepitosa aunque afinada algarada, reclamando el inicio de negociaciones serias y la reincorporación de los despedidos. Pasado un tiempo de que la guardia de infantería de la policía de la Ciudad desplegó sus efectivos y estuvo claro que reprimiría, los trabajadores se retiraron en orden, y Lombardi ordenó cerrar el CCK.

Un despacho de la Télam trucha llevó el capcioso título de «Cancelan ensayos y un concierto en el CCK por la ocupación de las instalaciones» y en su cabeza afirma que «Un ensayo conjunto del Coro Nacional de Jóvenes, del Coro Nacional de Niños y del Polifónico de Ciegos, debió cancelarse hoy en el Centro Cultural Kirchner por el ingreso y ocupación de las instalaciones por parte de un grupo de delegados del Sindicato de Periodistas de Buenos Aires (Sipreba) y algunos de los trabajadores despedidos de la agencia nacional de noticias Télam, bajo el reclamo de «una solución de fondo» para el despido de 354 empleados».

Es evidente que al mencionar a niños, jóvenes y ciegos, el escrito procura conmover a las almas bellas y predisponerlas contra los manifestantes que habrían atentado contra sus manifestaciones artísticas.

Sin embargo, la sensibilidad del Gobierno amarillo hacia los niños y jóvenes es nula, como lo prueba la reducción de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la creciente represión sobre los jóvenes desocupados del conurbano.

¿Qué decir de los ciegos? Argentina es el único país del mundo que tiene una Orquesta Sinfónica Nacional de no videntes y sus miembros harán hoy a partir de las 15 una sonora protesta frente a la Secretaria de Cultura que encabeza el también degradado Pablo Avelluto.

Transcribimos su comunicado:

«La Banda Sinfónica Nacional de Ciegos, organismo único en su tipo, que ha brindado conciertos y clases magistrales en todo el país durante sus 70 años de trayectoria, esta semana recibió de la Dirección de Organismos Estables de la Secretaría (ex Ministerio) de Cultura de la Nación, órdenes de desalojar la sala Carlos Guastavino que fue su sede y lugar de ensayo, acondicionada especialmente para nuestro organismo.

Se trata de la que fuera la antigua sede de la Biblioteca Nacional en la calle México, barrio de Montserrat, al que quien fuera su director, Jorge Luis Borges, llamó «el centro secreto de Buenos Aires».

«Se espera que ocupemos un edificio en obra (en la Dirección General de Recursos Humanos de la Secretaría de Cultura, Sánchez de Bustamante 59, N. del E.) que por mucho no tiene las condiciones mínimas para desarrollar nuestro trabajo, lo cual nos deja virtualmente sin tarea.

«A pesar de ésto, seguiremos tocando, cumpliendo con las actuaciones programadas para dar a conocer esta situación, además de denunciar la grave situación de compañeros y compañeras con contrato de locación de obra, la marcha atrás con concursos y nombramientos, paritarias por debajo de la inflación, gravísima reducción del presupuesto operativo lo que implica cancelación de muchos conciertos y giras, entre otras decisiones que nos vienen afectando y ahora directamente amenazando nuestra continuidad laboral.

«Por todo esto, el viernes 21 de septiembre a las 15h marchamos frente al (ex) Ministerio de Cultura, Av. Alvear 1690 para exigir que se nos permita continuar trabajando. Se agradece difundir esta información y acompañarnos en la lucha!»

Un portavoz de la orquesta, Leandro Bedrossian, afirmó que una vez realizada la mudanza, comprobaron que el lugar que las autoridades quieren que compartan con otras sinfónicas y coros no es un auditorio sino «un galpón» carente de las más mínimas condiciones acústicas.

Y también informó que hace minutos, un funcionario de la Secretaría de Cultura amenazó con descontar el presentismo de todo el mes a quienes participen de la protesta, pero que eso no ha logrado arredrarlos.

Engañaron a los ciegos, ahora solo falta que les peguen. Son capaces.

…………

PS: Escucho a un miembro del directorio de Télam, Pablo Ciarlero, entrevistado por Radio Nacional de Neuquén. Dice que la ocupación pacífica de las sedes de Télam por parte de sus trabajadores «es un oxímoron» porque una roma de edificios no puede ser sino violenta, y seguidamente admite que recorrió ambos edificios varias veces.

Dice que los directivos no pisan esos edificios por miedo a ser agredidos, pero luego reconoce que no hubo agresiones físicas , sino de ottro tipo, como la de aturdir con los bombos.

Acusa a los despedidos de difundir noticias falsas, ser «expertos en fake news» y difamar, sin advertir que al hacerlo el que está difamando es él.

Y lo que es peor, acusa a los despedidos de hacer (en el pasado gobierno) «operaciones sobre los opositores», algo que tendrá que demostrar en sede judicial.


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