EL VIRUS COMO ARMA, eje de una exitosísima novela china

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Daniel Schiavi se puso a leer el segundo libro de una trilogía de un reconocidísimo escritor chino autor de betsellers y quedó impactado por un hallazgo que provoca… un estremecimiento que recorre el espinazo… Primero, una noticia sobre el autor, Cixin Liu.

 

 

 

 

 

“Luo Ji sufrió un ataque de gripe de cama mientras se preparaba para la hibernación. Los primeros síntomas no fueron muy diferentes a los de otras. Moqueo nasal y una ligera inflamación de garganta. Ni él ni nadie más le dio la más mínima importancia. Pero a los dos días empeoró y tuvo fiebre. Al médico le resultó muy poco habitual y se llevó una muestra de sangre de vuelta a la ciudad para su análisis… Pronto llegó el equipo, compuesto por expertos del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades, médicos del hospital general del ejército y todo un grupo de investigación de la Academia de Ciencias Médicas Militares. Mientras seguían el estado de Luo Ji, un experto de la Academia se llevó a Zhang Xiang y a Kent a un lado y les explicó lo que pasaba:

—Hace un tiempo la gripe llamó nuestra atención. Su origen y características nos parecían muy anormales. Ahora tenemos claro que se trata de un arma genética. Un misil dirigido genético.

—¿Un misil dirigido genético?

—Se trata de un virus modificado genéticamente y muy infeccioso. Pero en la mayoría de la gente solo provoca ligeros síntomas de gripe. Sin embargo, el virus posee cierta habilidad de reconocimiento que le permite identificar los detalles genéticos de un individuo en concreto. Una vez ha infectado al objetivo, crea toxinas mortales en su sangre. Ahora conocemos la identidad del objetivo.”

 

Para que no haya  lectores que coqueteen con la idea de pasarse con armas y bagajes al bando de los conspiranoicos, he de adelantar que el autor le achaca estas manipulaciones a extraterrestres extragalácticos. Lo que distingue a los conspiranoicos de un servidor y de otros investigadores que gustan detectar y analizar conspiraciones, es que minusvaloran y a veces desdeñan hasta descartar sumariamente factores como la mala suerte, las casualidades y, sobre todo, la inveterada estupidez de tantos miembros de nuestra especie.

 

 


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