Noruega, la antítesis de EEUU luego del 11-S
No perderemos nuestro paraíso noruego Hay una forma de claudicar frente a un ataque como este: dejando de confiar los unos en los otros, permitiendo que la sospecha se instale donde antes vivía la confianza. ÅSNE SEIERSTAD /El País Hasta el pasado viernes, Utøya tenía un sabor dulce para la mayoría de los noruegos. Pero esta isla de rocas y pinos, en la que crecen flores silvestres entre los caminos,…