Evo Morales: «Estados Unidos quiere voltearme»

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EVO MORALES-AVIONES

DENUNCIA DE EVO MORALES ESTÁ RELACIONADA CON UN GRAVE INCIDENTE AÉREO SUCEDIDO HACE UNA SEMANA
Por Juan Salinas / Télam

La denuncia del presidente de Bolivia, Evo Morales, acerca de que los servicios secretos de los Estados Unidos tramaban detenerlo bajo la falsa acusación de que en su avión habían encontrado cocaína está vinculada a un incidente ocurrido una semana atrás, cuando Estados Unidos impidió el paso por su espacio aéreo de un avión de Aeroméxico porque transportaba a una diminuta matemática y socióloga mexicana.
Evo Morales dijo en una conferencia de prensa que ofreció el martes en la sede neoyorkina de las Naciones Unidas que le tiene «mucho miedo al gobierno de los Estados Unidos», pero que sin embargo espera que «no pase nada». Lo dijo en referencia a su denuncia de días atrás acerca de la posibilidad de que la CIA o la DEA introdujeran cocaína en su avión o alegaran haber descubierto en él vestigios de dicha sustancia como pretexto para detenerlo e iniciar así un proceso de «destitución», es decir un golpe de Estado.
La denuncia del presidente boliviano, reveló un semanario cercano a su Gobierno (http://soldepando.blogspot.com/2011/07/editorial-cuidar-la-imagen-presidencial.html), estuvo directamente relacionada, entre otros episodios, a uno sucedido hace una semana y que hasta el momento no ha trascendido al público: el cierre del espacio aéreo de los Estados Unidos a una nave de Aeroméxico a fin de impedir el paso de una pequeña mujer mexicana, Rafael Gutiérrez Aguilar, que alguna vez fue la pareja del vicepresidente Álvaro García Linera.
Pero vayamos paso por paso. Quien crea que Evo Morales exageró debe saber que la posibilidad de que las autoridades estadounidenses anunciaran haber encontrado cocaína en el avión presidencial fue anunciada literal y estentóreamente a fines de febrero pasado por el ex zar antidrogas Ernesto Justiniano, habitual vocero oficioso de la DEA. Cuyos agentes, vale la pena recordar, fueron expulsados de Bolivia a fines de 2008 a causa de sus actividades golpistas.
También deberían tener presente los incrédulos que hace muy poco que, so pretexto de un incomprobable intento de violación, fue detenido en Nueva York, vejado y destituido un hombre supuestamente mucho más poderoso que Evo Morales, Dominique Strauss-Kahn. Hasta entonces presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y precandidato a la presidencia de Francia. Quien, por cierto, a la mañana siguiente a su apresamiento se disponía a reunirse en Viena con la primera ministro alemana, Angela Merkel, para ver de sustituir en las transacciones internacionales al declinante dólar por los derechos especiales de giro del FMI. Maniobra en la que, para mayor paranoia, también participaba el súbitamente demonizado líder libio, Muammar Gadafi.
«Tengo mucho miedo al gobierno de Estados Unidos porque conozco a sus operadores políticos», dijo Morales en la sede neoyorkina de la ONU, a la que llegó para participar en la sesión plenaria por el primer año de la declaración del agua potable como derecho humano.
Evo dijo que la confirmación sobre los planes para detenerlo provenía de antiguos agentes de la DEA y que era muy verosímil por coincidir   con el recrudecimiento de las acusaciones de quienes antes lo tachaban de «comunista» y «terrorista», y ahora de «narcotraficante».
«A quienes presentan reivindicaciones sociales se les llama terroristas. A mí me han llamado ‘el Bin Laden andino’ de Bolivia. Pero últimamente ya no nos llaman terroristas, sino narcotraficante», explicó.
Las relaciones entre La Paz y Washington experimentan constantes roces desde que a fines de 2008 La Paz expulsó del país al embajador Philpip Golberg y a la DEA tras acusarlos de haber apoyado la sedición secesionista de la llamada «media luna» oriental.
Precisamente, fue la página web de un semanario de la región oriental y amazónica, El Sol de Pando (relacionado con el ex ministro de la Presidencia de Evo y actual director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Fronteras, Juan Ramón Quintana) quien reveló a última hora del miércoles que la denuncia pública de Morales está directamente relacionada con un episodio sucedido una semana atrás, el 20 de julio, cuando Estados Unidos impidió que atravesara su espacio aéreo un avión de Aeroméxico que se dirigía a Barcelona.
Denunció dicho medio que «Bolivia está siendo hoy objeto de una Operación Psicológica (Opsic) que se basa fundamentalmente en acciones de desinformación sistemática, táctica usual en una guerra de baja intensidad  en la que Estados Unidos (la CIA) pretende sumirnos. Ahí están los falsos informes sobre el supuesto ‘liderazgo’ de Bolivia en la producción de marihuana; ahí está aquel seudo ‘periodista científico’ que atraparon en la zona sur de La Paz vendiendo unos ‘narco-videos’ de dudoso origen mientras difamaba soezmente al Presidente; ahí está la agresión de la CIA en medio del vuelo de México a Europa contra la indigenista mexicana Raquel Gutiérrez, gran amiga de Bolivia; y ahí está la posibilidad cierta de que el avión presidencial aparezca con unos gramos de cocaína bajo el asiento de Evo en Nueva York».
En cuanto al cierre del espacio aéreo de los Estados Unidos a un avión de Aeroméxico para evitar que la matemática y socióloga mexicana Raquel Gutiérrez Aguilar atravesara sus cielos, es algo que no registra antecedentes conocidos.
En una «Carta abierta a los hombres y mujeres sensibles de este mundo» (http://pajarosalinas.blogspot.com/2011/07/eeuu-cierra-el-espacio-aereo-avion.html)  Raquel Gutiérrez Aguilar narró las peripecias que sufrió luego de abordar el miércoles 20 en México D.F. el vuelo 033 de AeroMexico que despegó a las 22:35 rumbo a Barcelona, dónde planeaba abordar un vuelo de Alitalia hacia Roma, para luego ir por tierra hasta la Toscana, dónde tenía previsto reunirse con compañeros de la izquierda italiana.
Hay que aclarar, llegados a este punto que Raquel, al igual que García Linera y el hoy opositor Felipe Quispe, líder del Movimiento Indígena Pachacutik (MIP) Gutiérrez Aguilar fue miembro de la guerrilla del Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) y estuvo presa en Bolivia entre 1992 y 1997. Y que quedó flotando la sospecha de que el gobierno de Silvio Berlusconi haya podido ser cómplice e inductor de la insólita medida tomada por Estados Unidos.
Porque el avión de Aeroméxico fue conminado a regresar a Monterrey y desembarcar a Raquel, sin importarle a quienes tomaron dicha decisión imperial y contraria al derecho internacional que ésta afectara también los itinerarios y planes de los demás pasajeros.
Se trata de una medida que vulnera claramente el derecho internacional, derivada de que a partir del 11-S Estados Unidos exige la lista de pasajeros a las naves que sobrevuelan su territorio, medida que la Unión Europea ha resistido, pero como puede apreciarse, sólo formalmente.
A no haber recibido advertencia previa y ser la ley abordo, si el comandante del avión de Aeroméxico no hubiera obedecido la «sugerencia» de regresarse, ello hubiera obligado a la USAF a ponerle una escolta de jets y advertirle por radio que, de no obedecer, sería derribado, lo que hubiera causado un escándalo internacional.
El incidente terminó de convencer al gobierno boliviano de que era muy posible que agentes de la DEA pidieran la detención de Evo Morales so pretexto de que en el avión del presidente de Bolivia había cocaína, así fueran miligramos.
La denuncia pública de esta situación consiguió, al menos por ahora, conjurar  ese peligro.

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