Google Inc. se vuelve malvado/a
ECONOLOGIA-PRIVACIDAD
La privacidad digital según Google
Buenos Aires, 7 de febrero (Télam, por Ariel Vercelli *).- La alarmante desprotección de la privacidad a nivel mundial tiene un nuevo ladrillo en la pared. Además del escándalo del software espía Carrier IQ y de las insuficientes medidas que se podrían tomar en la Unión Europea, el derecho a la privacidad vuelve a estar seriamente cuestionado a través del sorpresivo y maligno cambio en las políticas de privacidad que Google Inc. pretende imponer a sus usuarios desde el 1 de marzo de 2012.
El 24 de enero pasado Google Inc. -la corporación comercial norteamericana de Internet más importante del mundo- anunció a sus usuarios un cambio sustancial en las políticas de privacidad a partir del 1 de marzo de 2012.
Estos cambios, lejos de ser claros, técnicos y transparentes, están siendo anunciados de forma confusa y ambigua: a veces son presentados como cambios (re-redacciones) insignificantes y otras son modificaciones radicales que ¡el usuario debe atender ya!
¿En qué consisten los cambios anunciados?
Por un lado, Google Inc. ha decidido sintetizar las condiciones de uso y la gestión de la privacidad de sus diferentes servicios (unos 60 documentos legales) mediante una nueva política unificada de gestión corporativa de la privacidad.
Por el otro, van a integrar en una sola cuenta (usuario, password, correo electrónico) todas las cuentas necesarias para ingresar a sus diferentes servicios.
A partir del 1 de marzo los servicios de Google Inc. podrían pasar a transparentes unos con otros, se necesitará sólo ingresar a uno de ellos para iniciar sesión en los demás y el «perfil del usuario» será unificado y afectará al resto. Es decir, ya no habrá diferencias entre los servicios de búsqueda de Google, el correo Gmail, la red social Google+, Google Calendar y YouTube.
¿Cuán creíble es Google Inc. cuando afirma que todos sus servicios funcionaban por separado?
Puede parecer gracioso, o hasta ridículo, pero Google Inc. manifiesta insistentemente que todos estos cambios en sus políticas de privacidad responden a una necesidad de simplificarlas y hacerlas más legibles para los usuarios.
Puntualmente, argumentan que sólo así los usuarios van a poder entender, más allá de un lenguaje legal, qué hace y cómo
trata la empresa los datos que suben los usuarios o que ellos recolectan de sus búsquedas o rutinas de navegación.
Mientras a nivel mundial se entiende que una de las mejores opciones para democratizar la gestión de la privacidad de los
ciudadanos es dar mayor capacidad a los usuarios para que gestionen sus datos, Google Inc. parece haber tomado el camino contrario: quienes deseen continuar usando sus servicios deben aceptar compulsivamente sus nuevas condiciones de uso y privacidad.
Para aquellos que no acepten sus condiciones parece que sólo resta la cancelación de los servicios.
Las críticas y protestas no se hicieron esperar. Microsoft salió al cruce de la nueva política de privacidad de Google Inc. y
anunció irónicamente que los usuarios del correo electrónico Hotmail pueden seguir utilizando el servicio con tranquilidad.
El 1 de marzo podrían darse protestas globales y cancelaciones masivas a los servicios de Google Inc. En las redes
sociales ya aparecieron iniciativas que invitan a abandonar sus servicios como una forma de ciberprotesta.
Google Inc. afirma insistentemente el respeto benévolo de la privacidad. De hecho, la corporación pretende erigirse como la » administradora responsable» de la información personal y gubernamental a nivel global.
Pero, ¿quiénes van a merituar cuán responsable y benévola es su gestión? Los cambios propuestos son arbitrarios y maliciosos.
¿El mundo tenía mayor respeto al derecho de privacidad antes o después del 1 de marzo de 2012?
*: El autor es titular de Bienes Comunes e investigador del CONICET/UNQ