Gustavo Vera nos acusa de haber iniciado una campaña contra La Alameda
Curioso. La Bocina, una publicación cautiva de La Corneta, auspicia a La Alameda Me enteré por un viejo amigo, Caíto, que Gustavo Vera dijo en Canal 26 que fui yo quien inició la supuesta campaña que lo vinculó a Bergoglio. Es un orgullo haber alertado acerca de ese vínculo días antes de que La Alameda arremetiera contra Zaffaroni. Fue cuando señalé que La Alameda tenía razón en criticar al CELS por darle aire a quienes, como Ayala, haciéndose pasar por representantes de la colectividad boliviana, apañan a los talleres clandestinos y al trabajo «esclavo» (un término exagerado para describir el «negreo» extremo). Si entonces estaba advertido fue porque recuerdo bien que,en medio de la crisis con los sojeros,Vera invitó a una misa que Bergoglio iba a celebrar en el hall de la estación Constitución… No recuerdo si se hizo pero sí que ¡eso si que fue pasarse varias estaciones! A favor, objetivamente, de los agrogarcas, claro.
Digo que es un orgullo que Vera diga que yo empecé una campaña contra su arremetida contra Zaffaroni, porque sirve para compensar el disgusto provocado por una mano negra que borró mi nombre en las dos solicitadas que salieron en defensa de Zaffaroni, una exclusivamente de periodistas. Es algo a la que ya debería estar acostumbrado, pero que todavía me asombra. Pero bueno, como dice Raúl, me resisto a vivir paranoico.
Luego de usarla como fuente, Página critica a La Alameda
Página/12 publicó ayer una nota titulada «Con la bendición del Arzobispo», con la volanta «Cómo es la relación de Bergoglio con la ONG que denunció a Zaffaroni».
En la bajada, señaló: «El respaldo del cardenal a La Alameda se remonta al año 2008. Desde entonces, todas sus actividades cuentan con el beneplácito del jefe de la Iglesia Católica argentina».
En la nota, que llevó la firma de Andrés Osojnik, cuestionó a la ONG porque Bergoglio «la visita con frecuencia, participa de sus actos, le reza al menos una misa por año y bautiza a los chicos que nacen allí».
Antes de que la ONG denunciara a Zaffaroni estas críticas no sólo no se publicaban en Página, sino que se hicieron infinidad de notas con La Alameda como fuente, muchas de ellas incluso llegaron a la portada del matutino.
El 12 de julio, publicó «Las Casitas que pueden reabrir», con declaraciones del titular de La Alameda y sobre la base de una denuncia de esa ONG. El 19 de abril, editó «No siempre se corta por lo más delgado», referido a talleres clandestinos denunciados por la misma organización.
El 5 de abril, dio cuenta de los «Campos de explotación laboral en Batán»; y, el 27 de marzo, consignó que hubo «Seis prostíbulos allanados», ambas notas sobre la base de denuncias de La Alameda.
El 21 de febrero, tituló «Un cierre de pocos Friend´s», en referencia a un prostíbulo cerrado a raíz de una denuncia de la misma ONG.
Con sólo poner en el buscador del sitio web del diario «La Alameda» se puede ver la enorme cantidad de notas con esa organización como fuente.
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Luego, Caíto me escribió diciéndome que después de arremetida contra Zaffaroni…
… esa misma noche, o un día después, Vera, en un programa nocturno –creo que en Canal 26– mencionó que, después de las denuncias de La Alameda que involucraban a Zaffaroni, comenzó una operación política (o de prensa) contra ellos, vinculándolos con Bergoglio. Vera explicó que la relación con Bergoglio había sido meramente institucional y que tuvo que ver exclusivamente con la actividades de La Alameda.
En ese mismo programa Vera afirmó que esa operación de prensa contra ellos la había empezado «… Salinas». Y, yo, que había leído tu blog, consulté en Internet y ví que fuiste el primero en vincular a La Alameda con Bergoglio.
Lo que resalta Diario sobre diarios, es que este tema de la vinculación de La Alameda con Bergoglio no había sido traído a colación nunca antes por parte de Página 12. Las críticas (veladas) a los supuestos apoyos políticos de La Alameda (Bergoglio, la diputada Gil Lozano) que expone Osojnik en la nota de ayer, nunca habían sido, hasta ahora, publicadas en Página 12. Máxime teniendo en cuenta que, según resulta de la nota, la vinculación de La Alameda con Bergoglio data de mucho tiempo antes.
De lo que se deduce que la Alameda, antes de lo de Zaffaroni, era un cosa para Página 12 (no había críticas a sus actividades sino elogios) y, después de lo del juez, es otra. De lo que se infiere, también, que, de no haber mediado la denuncia contra Zaffaroni, esa ONG hubiera continuado sus actividades contando con el beneplácito (e incluso con la adhesión fervorosa) de muchos de sus actuales críticos. Antes de lo de Zaffaroni, La Alameda era buena para Página 12, y después pasó a ser un instrumento (o una aliada) de Bergoglio y de dirigentes de la Coalición Cívica.