Hipótesis paranoica (pero muy factible). Cómo lo acostaron a Strauss-Khan

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La manera como los yanquis acostaron al socialdemócrata judío francés Dominique Strauss-Kahn es alucinante. Claro que el hombre era un sexópata, claro que estaba acostumbrado a cogerse a quien fuera a golpe de tarjeta de crédito. Es archisabido que hasta los hoteles de tres estrellas tienen su servicio de «escorts» o putas finas. Con más razon el lujoso Sofitel neoyorkino. El francés debió haberse sentido contento por una jornada productiva, y embuchado su viagra mientras llamana al conserje y le pedía la más top de las muchachas africanas. Y cuando salió de la ducha se la encontró. Había entrado con la llave del personal de servicio. Era estupenda y se encontraba en pelota viva. ¿Cómo podía saber que era una agente contratada por la CIA?

Así fue como terminó la carrera del burócrata francés que se atrevió a proclamar en Washington la muerte del llamado «consenso de Washington» y de tratar de delincuentes a los delincuentes de Goldman Sachs.

Acostaron al hombre que pretendía que Estados Unidos compartiera el costo de la crisis mundial, que no sólo la pagara Europa y los países periféricos. El hombre que según todas las encuestas estaba en condiciones de derrotar electoralmente a Sarkozy, el agente de la CIA que llegó a la presidencia de Francia con el mandato de borrar el antinorteamericanismo de Charles De Gaulle.

Y, para que los que están en la pomada no tuvieran dudas, lo trataron como a Osama Bin Laden: lo bajaron de una nave de Air France que es de acuerdo a la legislación internacional territorio galo sin siquiera advertírselo a su comandante, lo encerraron incomunicado (para destrozarlo anímicamente y obligarlo a renunciar) en una cárcel común y le negaron la libertad bajo fianza, como si hubiera peligro cierto de que se diera a la fuga y a diferencia de tantos violadores a repetición (¿recuerdan a Michael Jackson?) cuando el capo del FMI está solo acusado de «intento de»…

Y así como para tapar el intento de asesinato de Gadafi y el asesinato consumado de su hijo menor y de sus nietitos asesinaron al Bin Laden muletto y para que nadie se diera cuenta de su calidad de doble o sosías se deshicieron del cadaver y prohibieron exhibir sus fotos, del mismo modo ahora le mandaron una bella negra…¡parece que infectada de Sida! (de la que poco y nada se sabe: dudo mucho de que sea camarera del hotel como dicen).  

El Premio Nobel Obama demostró nuevamente, como en el caso de Bin Laden o el pornográfico bombardeo cotidiano de Trípoli y de aldes paquistaníes, que se caga encima de un piano blanco. O, dicho de otro modo menos brutal, que convalida todo lo decide el complejo militar-industrial.

Es por eso que incumplió su promesa de cerrar el infierno de Guantánamo y sigue dejando que los militares sometan a suplicio permanente al soldado sospechoso de haber filtrado los cables del Departamento de Estado que ventiló Wikileaks… a cuyo fundador, vale recordar, también le armaron una opereta sexual.

Hace 14 años Jorge Taiana me advirtió que era usual entre los gringos acabar con la carrera de sus adversarios enviándoles mujeres que, una vez a solas con el punto, de desgarraban las ropas y lo acusaban de haberlas intentado violar. Y que por eso nunca jamás debía cerrarse la puerta de un despacho cuando se recibía a una mujer.

Como dijo Jean Daniel, el veterano director gaullista de Le  Novel Observateur, «Estados Unidos y Francia tienen d istintos valores y dudo de que pertenezcan a una misma generación».

En cuanto al periodismo «progre», otra vez se le escapó la tortuga. Fueron contados los colegas que pusieron en duda la historia oficial. Uno fue Daniel Tognetti en Duro de domar.


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