Hoy, cena-debate
Queridos cococos (comensales, contertulios, compañeros):
Los hechos que sucedieron ayer son lo suficientemente graves como para cortar cualquier mambo y obligar a la reflexión. Ustedes dirán que soy un poco paranoico, pero no puede descartarse que esté en ejecución un minigolpe palaciego que procure socavar la alianza entre el Gobierno y la CGT desacreditando a ambos. Lo cierto es que estas muertes no pueden quedar en el limbo, como las de Julio López y Luciano Arruga, sin que eso no constituya una herida, probablemente mortal, de cara a las cruciales elecciones del año próximo. Dar la talla y superar con éxito este desafío es para el kirchnerismo asunto de vida o muerte.
Éste el momento de cortarles la cabeza a los Pedraza, a los Lescano, a los Barrionuevo, a los Duhalde y a los comisarios que fueron cómplices de ellos y de los asesinos.
Por eso mañana nuestra tradicional mesa antisoja y anticlarinetos tendrá un segmento, de 22 a 23, donde esta ilustre cofradía de mosqueteros de la Reina analizará los hechos con talante realista, evaluará sus efectos y ensayará propuestas para elevar al Gobierno con la sana (sana, dije, no vana) esperanza de ser escuchados. A pesar, bueno es reconocer, del estilo un tanto soviético-siberiano de los jefes del movimiento.
Durante esa hora, ayudado por Yomal, un profesional, distribuiré la palabra como quien reparte hostias, no mamporros, garantizado que todos los que quieran puedan hacerlo bajo la advocación de Gracián: Lo bue, si bre, dos veces bue.
Lean mi blog (www.pajarosalinas.blogspot.com) o estarán out. Les adelanto mi tesis: O pasamos a Pedraza por la piedra o nos apedrearán.
Sugiero ir a la manifestación de hoy con pancartas identificatorias. No sé dónde concentran los forofos de 6 7 8. Trataré de ir con los compañeros de Carta Abierta que lo hacen a las 16 en Rodríguez Peña y Rivadavia.
Los que están con Perón que se vengan al montón. Y los que no pero respaldan a Cristina y Néstor, que vengan también.
Que suenen los clarines. ¡Que suenen de una vez!
¡A la carga!, dijo Vargas.
¡La concha de tu abuela! le respondió Varela.
Nos vemos a parrir de las 21 en nuestro refugio galaico.