INCOMODIDADES: Demasiado peronista para los kirchneristas necios, demasiado kirchnerista para los peronistas que ningunean a Cristina

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No fui a la manifestación del domingo. Preferí quedarme en casa sin saber muy bien por qué. Tenía claro que la manifestación tenía un convocante supremo, el Papa de Roma, y últimamente suelo estar muy de acuerdo con las posiciones políticas del cuervo Bergoglio, un crack en muchos aspectos. Pero, igual, no soy un hombre de fe, al menos no de fe organizada, y no me gustaba nada verme dentro de una procesión, que no otra cosa es, al fin de cuentas, la marcha de San Cayetano. Vamos, que en esas cuestiones mi referente es George Brassens.
Pensaba en esto y puesto que en Pájaro Rojo no había subido nada sobre la manifestación, buscaba una crónica de la marcha para subir, dudaba entre la de Laura Vales en Página 12, la de Gabriel Fernández en La Señal y, por fin, la que publicó Zoom, medio en el que escribí durante años.
Estaba de mal humor porque un compañero kirchnerista, al dar la noticia de la reunión de Daniel Scioli con Cristina en la Fundación Patria, tituló algo así como «Al final era cierto: el candidato era el proyecto» lo que me pateó el hígado. Y es que creo que esa consigna es una síntesis insuperable de la necedad… que junto a hechos como que durante la campaña electoral Cristina no se nombrara nunca a Scioli; que la Cámpora cerrara «su» campaña en el Luna Park un día antes que Scioli y que al día siguiente no fuera al acto de cierre del candidato, son hechos que colaboraron mucho en la derrota de Scioli por un puñado de votos, derrota que nos ha hundido en este lozadal del que aun no vemos la salida, más allá de la unidad de peronistas y kirchneristas. El hecho de que el compañero que tituló así no vea lo que para mi es harto evidente me llenó la boca de hiel: soy demasiado peronista para semejantes kirchneristas.

Sin embargo, en ese momento la compañera Marra Álvarez -kirchnerista paladar negro- me acerco una parte del programa de Luis D’Elia en Radio Rebelde, lo escuché atentamente y descubrí por qué no había ido a la marcha…¡y es que soy demasiado kirchnerista para bancarme ciertos ninguneos! (y eso que, conste, durante los últimos años estuve bastante cerca del Movimiento Evita)

Busqué la crónica de la marcha que publicó ZOOM y no la encontré, en cambio encontré entre sus contenidos una reciente entrevista a Daniel Santoro (El Bueno) que quería haber leído y se me había pasado. La leí y ¡es excepcional!  Entre sus muchas virtudes está la de explicarme cual es la tensión que siento entre el rechazo ante peronistas que se hacen los boludos ante la verdad incontrovertible de que Sergio Massa (que a diferencia de Menem jamás fue peronista) es el candidato de La Embajada, y los kircheristas puros que quieren armar un partido testimonial, dejándonos abandonados en manos del preperonismo (Cristina dixit).

Más allá de que no estoy de acuerdo en comparar a Eduardo Galeano con Nabowsky (Galeano fue un gran periodista divulgador, un enorme propagandista, casi diría que imprecindible en su labor pedagógica), la mirada de Santoro me parece interesantísima y la entrevista sencillamente imperdible. ¡No dejen de leerla!

http://radiorebelde.com.ar/2016/08/yo-no-marcho-con-gente-que-putea-a-cristina/

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3 comentarios

  1. Me extraña araña. EL comisariato kirchnerista está a la vuelta de la esquina para explicarte que piensa Cristina. Son exégetas de sus silencios o peor, de lo que dice. Te van a explicar que se perdieron las elecciones por culpa de quien criticara a Scioli. No soportan que la fórmula «jaque mate» Scioli – Zaninni perdiera y la culpa es tuya y listo. Se acabó.

    De mi parte no mido la militancia en marchas, en plazas ni en cantidad de posteos. TODO sirve, mucho, poco, cerca, lejos. Lo que sin duda no sirve, es ocuparse de lo que dice, hace y piensa otro nac y pop. Quien gaste tiempo en juzgarte a vos y no a los neoliberales pierde preciosa energía y tiempo, frente a la mirada sonriente del buitre de turno. El enemigo está en la vereda de enfrente, no en esta. Y si hay algún carancho en nuestras filas, está precisamente entre los dirigentes del congreso y nada entre los militantes de a pie.

    Así que… Pájaro Rojo, siga piando feliz, y a la gilada… ni cabida.

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