INTROSPECCIONES. Una reflexión sobre la elección perdida

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No conozco a Abel B. personalmente ni se en que grupo milita. Tampoco conozco al compañero autor de esta nota Raúl Hugo Ramírez, pero su reflexión me parece muy pertinente. Es más, a su término pongo el link al original por si los lectores de Pájaro Rojo quieren pispear la polémica suscitada. JS

 

movilización Scioli

Un compañero de la agrupación en que milito, Raúl Hugo Ramírez, acercó este texto para discutirlo. En mi opinión, no correspondía tomarlo como punto de partida para un documento del conjunto -la autocrítica debe ser un ejercicio, no una consigna- pero sí era, es, valioso para aportar a las discusiones que se están dando en el peronismo. Con su autorización, lo comparto con ustedes:

La derrota que planeaba sobe nuestras cabezas desde la primera vuelta electoral, terminó de consumarse el domingo 22/11.

Por primera vez en la historia democrática argentina, un partido de derecha (que lo es, mas allá de no asumirse íntegramente como tal) llega al gobierno mediante el voto popular, sin proscripciones ni fraudes.

Sobre las consecuencias que ello tendrá sobre la Nación y sobre los argentinos, se escribirán ríos de tinta. Intento aportar aquí algunas reflexiones que contribuyan a entender como llegamos a esto.

La experiencia kirchnerista ha sido, en realizaciones, en voluntad de protagonismo estatal, en generación de reacciones racionales y también viscerales, la exhibición más genuina de un proyecto de matriz peronista jamás habida desde la década fundacional.

¿Qué faltó y de que se adoleció para que, si esa caracterización es acertada, se haya pedido en las urnas?

Primero, faltó Néstor Kirchner. La dupla Néstor-Cristina funcionó exitosamente como división de tareas entre un empeñoso constructor, un animal político capaz de revolcarse en el barro, amasando el pan con la harina que hubiere, pero preservando los ideales; y una estadista de fuste, oradora brillante, cuadro político incomparable en su generación, valientes ambos y complementarios.

Cristina, sin discurso para el sindicalismo obrero, incapaz de la palmada indulgente que sigue al coscorrón con aquellos que no se puede perder, prefirió la pureza de sus leales, no todos ellos ajenos a la conveniencia, como lo acreditara el fugaz Randazzo, el político con mayores virtudes imaginarias jamás conocido. Sin Néstor, Cristina no perdió un ápice de entereza, pero al drama humano se sumó la pérdida de un elemento esencial de la particular sociedad política que conformaran.

Cristina no dudó a la hora de dar todas las batallas que creyó necesarias, y que en todos los casos estuvieron signadas por un irrestricto sentido de la defensa del interés nacional y de los sectores más necesitados (entre los que hemos de incluir a la pauperizada clase media que encontraron en 2003, pariente pobre de la que la despidió). No se si se midió con acierto la correlación de fuerzas para dar todas las batallas juntas, pero finalmente se tuvo en la vereda de enfrente al poder financiero depredador, a la tradicional SRA y a los nuevos ricos sojeros, a los monopolios mediáticos, a los formadores de precios de la industria y del comercio, y se enajenó el favor de un lote importante de beneficiarios de esa lucha, y de aliados tácticos necesarios, si no imprescindibles. Quizás algo habrá que revisar a la hora de definir estrategias futuras. Quienes acompañamos ese proceso estamos orgullosos de haber vivido esta época y no nos avergonzamos de esas luchas.

Este proyecto ha sido atacado por sus aciertos, pero circunstancialmente derrotado por sus errores. Algún mecanismo debiera haber, y este es un drama de los movimientos populares, para articular si la jefatura se equivoca. Nosotros no tuvimos ninguno. Cristina es irremplazable, pero la magnitud de su responsabilidad hace de sus fallas también grandes en sus consecuencias. Se notó al final, cuando la militancia en un esfuerzo conmovedor y apenas insuficiente se puso la campaña al hombro, pasó por encima de intermediarios ineficaces y a punto estuvo de llevar a Scioli a la victoria.

El enemigo supo ocultar tras colores alegres la inconfesabilidad de sus propósitos. En una elección definida por estómagos llenos, nuestro discurso pareció demasiado dramático a quienes ya olvidaron las tribulaciones de hace una década, y prefirieron a nuestra prédica militante esa hábil cruza de hedonismo y teleevangelismo. Clarín comprobó que ya 4 tapas no nos volteaban, así que probó con 40, 400 y 4000, hasta encontrar la dosis letal.

En política electoral lo bueno es lo que suma. Malo es aquello que, aún bien inspirado, resta votos. Algunas paredes porteñas dan fe de ello con inexplicables invocaciones juveniles a homenajear a Néstor con la victoria o con invocaciones a “vencer o morir”. Confundiendo la arenga puertas adentro de la unidad básica con el discurso que llegara al vecino de Buenos Aires y las grandes urbes.

De todo se aprende. Lo harán de las dolorosas consecuencias de su voto los compatriotas de buena fe que acompañaron un proyecto que no es el suyo. Debemos hacerlo de nuestros errores también nosotros, para no repetirlos y para que asumiendo nuestra responsabilidad histórica, nos demos un Peronismo unido por la fidelidad a su sentido histórico y conducido por quienes fueron capaces de darles 12 años de prosperidad y conquista de derechos a los argentinos (y no por los traidores de nuevo y viejo cuño que intentan ya imponerle un ritualismo vacio de sentido, funcional a la restauración neoliberal).

Y desde allí articular la fuerza amplia, generosa y convocante de todo el campo nacional y popular que reconquiste al Estado para ponerlo al servicio de las conquistas y derechos que habrá que defender durante, y restaurar después, del invierno macrista“.

Una reflexión sobre la elección perdida


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7 comentarios

  1. Estimado Cumpa, es difícil no acordar con el tenor general de la nota, aunque opongo el siguiente reparo: hace cuatro años el Gobierno Popular obtuvo el 55% de los votos con los mismos enemigos enfrente y eso no debe faltar en el análisis, porque así como se hace notar -con claridad- la insuficiencia de los leales, también se debe resaltar, que cada vez que los Peronistas le damos vida a una poderosa burguesía obrera, ese amplio grupo emergente, no bien empieza a disfrutar de las mieces de la vida decente, se olvida del palente donde se rasca y termina votando al enemigo oligárquico. Cosas de nuestro tercerismo, quizá, pero lo cierto es que al poco tiempo a la «burguesia obrera» le quedan los bolsillos de obrero y la cabeza de burgués. Mala yunta y para ser coherente con lo que presento, eso tampoco alcanza.
    Porque la verdad es que cuando solo hay dos lugares para patear, el que elige tirar para un lado, elige eso y no le busque ninguna excusa ni justificación.
    Durante 18 años le contaron los zapatos y los calzoncillos al viejo, robaron los restos de la Capitana, tiraron bombas de fosforo y fragmentación sobre una ciudad abierta como Bs. As. prohibieron solo mencionar en lugares públicos «Peron» «Evita» y «Peronismo», mataron, torturaron, proscribieron y encanaron, tenían los medios, las bayonetas, los jueces y los bancos, pero a la hora de la verdad, los «grasitas» sabían donde había que poner la papeleta.
    A diferencia de entonces, las áreas del conurbano donde están el 65% de los planes sociales de la República Argentina, nos voto en un 70% en contra.
    Creo que hay varios millones de Randacitos y Urtubeycitos afuera..
    Lo demás es cuento chino, para que vamos a hablar de la Izquierda gorila, que tuvo asistencia perfecta para votar a la oligarquía. Los números cantan: entre Del caño, Stolbi y los Socialistas juntaron cerca de 3.000.000 de votos y mandaron a votar en blanco, pero solo 300.000 le hicieron caso. ¿que tul? 2+2 es 4.
    Bueno era solamente esto. Un abrazo para todos los Compañeros, esta fenómeno este espacio.

  2. Estoy de acuerdo con vos, Marcelo. Pero la solución a ese grave problema no está en enojarnos con ellos ni en criticarlos, si no que el camino es estudiarlos a fondo, algún punto débil tienen que tener.

    No sabemos nada de sus profundas razones por las cuales terminan creyéndose oligarcas y votando en consecuencia.

    Y para eso están las Ciencias Sociales, que nos van a dar la data dura para generar en nuestra militancia y dirigencia el discurso que les pueda hacer comprender quienes son sus verdaderos enemigos, que por supuesto no somos nosotros.

    Lo mismo digo para el votante de izquierda.

    Abrazo.

  3. Coincido y agregó algo que quizás pasé por alto en la lectura veloz que hice. En mi barrio, cuando alguien consigue un puesto laboral estatal, se dice que «se acomodó», ese puesto que da estabilidad laboral es muy apreciado por quién lo consigue y a lo sumo algún familiar directo, pero así como despierta un puñado de adhesiones logra -es la condición humana- múltiples rechazos, en un momento se dio que por la forma en que se conseguían votos era la misma en que se restaban….

  4. Querido compañero Tatin, la verdad es que estoy bastante chivo y -con todo respeto- creo que las ciencias sociales en esto juegan en el banco, porque cuando de poder se charla, y de como se distribuye, se deben tomar posicionamientos políticos y acá los lugares donde posicionarse estaban más que claros, más claros que nunca.
    ¿Tendría que estar tranquilo?
    Las consignas que marcan las contradicciones principales del campo popular se quedaron mudas y se vaciaron de pobres…liberación o dependencia, pueblo – oligarquía, patria o colonia
    ¿hay que estar tranquilos?
    Es probable que en poco tiempo tenga que compartir la plaza y putear al lado de Moyanito, que para entonces liderará la protesta, aduciendo que nunca tuvo nada que ver con el retorno de los conservadores,
    ¿Hay que estar tranquilos? ¿Qué debo hacer para parecer racional y republicano?¿debo entregarle públicamente al enemigo como ofrenda de buena voluntad la cabeza de un luchador como el Negro Moreno o criticar en voz alta el recibo de sueldo de la hermana del pibe de La Cámpora, mientras que los turros que se llevaron el premio mayor desmantelan lo que tanto costó armar con alfileres?
    Cuesta una vida construir un referente, así que no seré yo el que en un lugar público le cuente las costillas a los que luchan y levantan las banderas de la política que me expresa y me expresó durante los últimos doce años.
    Que los cuereen los liberales, que hay para hacer dulce y tienen micrófono, tinta e imagen de sobra.
    Yo no.
    Yo quiero discutir la política, como se reparte el poder, a quien le saco y a quien le doy, en cualquiera de las misteriosas formas en que se suele presentar. Eso es bien concreto y no hay que ir a Harvard para saber contra que se lucha, para que se lucha y al lado de quien quiero hacerlo.
    El que no supo, no se dio cuenta o se tiró una canita a la ruleta con su propia vida, que lo salve pirulo.
    Si el motor de la historia son los trabajadores, vamos discutir poder con el movimiento obrero, con los que me gustan y con los que no; si la alianza histórica del movimiento nacional y popular es con las PYME y el empresariado nacional, armemos la mesa con ellos ahora, porque cuando Néstor llego, el puesto de trabajo industrial costaba U$D 25.000 y ahora sale 300.000. Puesto caído, es puesto perdido.
    Pero no le entrego a ningún compañero al enemigo. La autocrítica que hagan los que jugaron para el enemigo.
    A este compañero lo encontrarán rabioso, enojado, abrazado con los del fondo, porque el peor de los nuestros es Dios, al lado del mejor de ellos.
    Perdón por la descarga, pero antes de agarrar el teclado y descubrir este maravilloso espacio, me había olvidado que yo también alguna vez fui parte de «la rabia».

  5. Porque no hacen introspecciones los que las hacen en vez de hacer creer que la introspección pasa siempre por interpretar los posibles errores de Cristina????? Ya me tienen harto los que se ponen como las minas que envidian a Cristina por no llegarle a los talones, lo cual no las mejora pero las termina de minimizar,….vamos,…mejoren los demás si quiere superarla, que con buscarle errores no deja de verse que no la igualan ni cagando, perdón el termino, pero no encuentro otro mas efectivo,…es mas, mas la critican, mas se nota que no tienen mas que eso que aportar,…y mejore el pueblo beneficiario, que no llego a tiempo, que estaba demasiado entretenido en disfrutar los logros conseguidos, hasta contribuyendo a la inflación comprando a precio robo,…basta de mas de lo mismo,…Critiquémonos los que debemos criticarnos,…no pongamos la critica siempre afuera,…creo que el articulo se llama introspección no???? bueno, introspección no solo significa hacia adentro del partido, ni menos en Cristina dentro del partido, significa para adentro de cada uno de nosotros mismos,…

  6. Y si Walter, es como vos decís, pero no tiene solución. Excepto que el puesto de trabajo en el sector público sea para el hijo o el sobrino del liberal o gorila reaccionario de turno. En ese caso, el «ñoquis» se transforma mágicamente en un «Técnico» y es perfectamente digerido por los que rebuznan porque entro a trabajar el hijo de la vecina.
    Igual pasa en el futbol, Los Uruguayos hinchaban fervorosamente en el mundial pasado por los alemanes (cuando jugaron la final con Argentina). Si después les preguntabas donde lo habían dejado a Artigas, te decían que preferían un europeo en el podio y no un campeón en el vecindario.
    Miren para el norte. Acá en Rosario los liberal-socialistas triplicaron la planta funcional de la ciudad y duplicaron la de la provincia. Peeeero….andan con el botellón de agua bendita que les da el Padre Ignacio y cuando les preguntas algo se tiran unas gotitas en la cabeza, agarran un ejemplar amarillento de «La Vanguardia» y con la cucharita marean el pocillo de café.
    Cualquier gorila con buena prensa pasa desapercibido. Pero que el hijo de don nadie tenga un sueldito, obra social y se pague los gastos, solo puede evidenciar que los peronchos son unos incorregibles, corruptos e impresentables.

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