ISRAEL – CISJORDANIA. Si DAIA-AMIA aprueban la anexión, justificarán el establecimiento de guetos palestinos y la ocupación de las Malvinas
La anexión de Netanyahu y el liderazgo judeo-argentino
Los Netanyahu señala los pueblos palestinos que planea convertir en guetos
POR DANIEL KUPERVASER / kupervaser.daniel@gmail.com @KupervaserD
No nos centraremos hoy en la gran tragedia que le espera al pueblo judío de la diáspora. Llegado el momento, ellos sabrán contar las dificultades y los sufrimientos que seguramente les tocará enfrentar. En relación a la diáspora judeo-argentina, como consecuencia de la conducta de su conducción, es un caso muy interesante de analizar.
Ante un liderazgo judío sumiso a las órdenes de Jerusalén y carente de una mínima visión crítica propia, es de suponer que los directivos de las instituciones centrales del judaísmo argentino nuevamente se pondrán al servicio de Israel respaldando incondicionalmente la decisión de anexar amplias regiones de Cisjordania. El verticalismo de lo que, sorprendentemente, se denomina «democracia judía» lo impone y no es cuestión de discusión, salvo en boca de aquellos judíos disidentes a quienes se los considera traidores o judeofobos.
Toda persona con dos dedos de frente sabe muy bien que hay un tema en donde la profunda grieta política que caracteriza a la sociedad argentina brilla por su ausencia. Se trata de la histórica y sólida posición argentina que respalda la solución del conflicto palestino israelí sobre el principio de “dos estados para dos pueblos. Bajo ese concepto el gobierno kirchnerista reconoció al Estado Palestino independiente en diciembre de 2010 “dentro de las fronteras existentes en 1967”, es decir toda Cisjordania y Jerusalén Oriental están destinados a los palestinos, excepto acuerdo entre las partes.
El gobierno de Macri, el otro lado de la grieta, mantuvo esta decisión pese a las protestas del reconocimiento por parte del liderazgo judío local y las públicas exigencias de Israel (1).
Salvo el insólito e imprevisible caso que decidan oponerse públicamente a la anexión de Israel, el problema más grave de la dirigencia y la gran mayoría de la colectividad judía argentina no lo tienen con el gobierno argentino, sino con toda la sociedad argentina. Se trata de una prueba de fuego para el liderazgo judío argentino, y, por ende, para todos los judíos argentinos.
Tanto si expresan públicamente su apoyo a la imposición de soberanía israelí en Cisjordania, como si lo manifiestan tácitamente con su silencio, demostrarán que la mayoría de los judíos son un cuerpo extraño a la ciudadanía argentina. Los principios que los guían se han distanciado de aquellos tras los cuales marcha la sociedad que los acoge.
Por generaciones el pueblo argentino reclama de Inglaterra la devolución de la soberanía sobre las Islas Malvinas usurpadas y colonizadas por la fuerza. La identificación de judíos argentinos con la imposición de soberanía israelí y colonización por la fuerza de la metralla sobre territorio de Cisjordania reconocido por todo el mundo como el lugar donde debe erigirse el hogar nacional palestino independiente, necesariamente y con mucha razón será interpretado por el pueblo argentino como un apoyo a la posición británica. Se trata de un claro mensaje que contradice los principios de soberanía argentina, tan comunes a toda su población sin ningún tipo de grieta. Nada más representativo para expresar públicamente la doble lealtad.
Para finalizar, no se puede dejar de pasar por alto un aspecto del plan de anexión que detalló Netanyahu y cuyo significado y trascendencia muy bien puede convertirse en un motivo más para incrementar significativamente la ya problemática aversión hacia Israel y el judaísmo que se generaliza últimamente, tanto en la sociedad argentina como en el mundo.
En una entrevista en el diario Israel Hayom, Netanyahu aseguró que “los palestinos en las regiones a anexar y bajo soberanía israelí no recibirán ciudadanía israelí, sino que permanecerán en enclaves cercados. Continuaran con su pertenencia a Palestina” (Israel Hayom 28-5-2020). En pocas palabras guetos según pertenencia étnica.
Con seguridad, Netanyahu con su plan se inspiró en los próceres del estado de Israel cuando fijaron el tratamiento a dar a la población árabe que permaneció en el estado judío en los años siguientes a la independencia. En la carátula de una carpeta del Ministerio de las Minorías en el Archivo de Nacional de Israel consta textualmente que se trata de la temática “Concentración de la población árabe en zonas de seguridad (en guetos)”. En palabras de Gad Majnes, el entonces Director General del Ministerio de Minorías: “Estoy convencido que no hay nada más justo que mantener a los residentes árabes en campos de concentración alambrados” (2)
Los judíos de Argentina, como de todas otras diásporas, deben tener en cuenta que, si Israel decide imponer soberanía, apropiarse de tierras y cercar palestinos en enclaves cerrados por el solo hecho que en la Tora esta escrito que son tierras del pueblo judío, otros pueblos muy bien pueden adoptar este principio de la justicia judía y ponerla en práctica con los judíos en su país como grupo étnico de la diáspora sobre cuyas tierras la Tora no dice nada, y por lo tanto, pasen a ser como los palestinos en Cisjordania.
Vale la pena que líderes judíos de la dispara midan muy bien sus pasos ante el plan de anexión de Netanyahu. La responsabilidad es solamente de ellos.
Ojalá me equivoque.
NOTAS
1) “Israel pedirá a la Argentina que deje de reconocer a Palestina”, Ámbito Financiero, 27-1-2016.
2) “No hay nada más justo que mantenerlos en campos de concentración”, Adam Raz, Haaretz, 28-5-2020.
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