LA BOCA – GENTRIFICACIÓN. La peste amarilla destruye el barrio más emblemático de Buenos Aires

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Un promedio de trece conventillos son destruidos anualmente por incendios.

Milité en La Boca brevemente en 1975, cuando ya todo se venía en banda; donde había militado mucho más tiempo mi hermano Luis y donde mi gran amigo Enrique Berroeta había sido uno de los fundadores de la Unidad Básica «Los Descamisados de La Boca». Siempre fue un barrio peculiar, distinto. Los alumnos del Colegio Nacional nº 7 Juan Martín de Pueyrredón hacíamos gimnasia debajo de las tribunas de La Bombonera y jugábamos al fútbol en los amplios terrenos libres lindantes con la Casa Amarilla, que eran entonces, públicos: una playa de maniobras del Ferrocarril Roca. El barrio era un bastión de los fans de los Rolling Stones; solar de mi amigo «Trejo», numen del Grupo Mayo de la izquierda nacional con el que debatía todo lo que en Montoneros y sus estribaciones se silenciaba (La Boca era una zona de castigo, en la que la columna capital de Montoneros apiñaba a los variopintos disidentes para que se rompieran los cuernos entre ellos) y donde estaba el conventillo de la calle Hernandarias, en el que los Levy, con Marta a la cabeza, daban cobijo tanto a jóvenes aspirantes a partisanos que se iban del hogar paterno como a muchachos requeridos por la policía. Después del golpe, la represiòn fue impiadosa.

Esta nota, publicada en el sitio que dirige Horacio Verbitsky, es excepcional por varios motivos, entre ellos la de ser fehaciente. Lo que los españoles llaman un reportaje (nosotros lo utilizamos como sinónimo de entrevista): un artículo extenso que aborda un tema desde todos los ángulos posibles. Demuestra que hay un plan para expulsar a los vecinos de La Boca y convertir al barrio en un lugar bacán. Algo parecido a una depuración étnica sin balazos. Una operación que tuvo su banco de pruebas en el club, que hace mucho dejó afuera a los vecinos del barrio.

Ya no les doy más la lata. Si no tienen tiempo de leerla hoy, guárdenla para cuando lo tengan. Merece la pena.

Macri está haciendo desaparecer La Boca


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Un comentario

  1. muchas gracias pajaro. soy chelo levy. el hijo mas chico de Marta. la calle se llamaba Alvarado. ( hoy Palacios ). abrazo loco.

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