La complicidad del cardenal Primatesta con el exterminio dirigido por el Cachoro Menéndez
A los padres de un matrimonio secuestrado, recordó la hija de los desaparecidos
«Quizá fue un ajuste de cuentas, quizá se borraron», les dijo el cardenal Raúl Primatesta
-
Primatesta, Menéndez, un brigadier y el dictador Videla.
Córdoba.- El cardenal Raúl Primatesta les dijo a padres de desaparecidos que le imploraban su intervención que «quizá haya sido un ajuste de cuentas (de parte de sus compañeros de militancia), quizá se hayan borrado», dijo hoy en el juicio que se desarrolla por crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención y exterminio denominados La Ribera y La Perla, Paula Mónica Felipe, que tenía apenas 25 días de vida cuando el 11 de enero de 1978 sus padres, Ester Silvia del Rosario Felipe y Luis Carlos Mónaco, fueron secuestrados y desaparecidos en la ciudad de Villa María.
Paula Mónica Felipe culpó a los represores por haber dejado un «hueco» en su vida. «Me deben mis padres, me deben la alegría de jugar con ellos», dijo al declarar hoy como testigo en el juicio de la megacausa La Perla por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en los Tribunales Federales de la ciudad de Córdoba.
«Me deben mis padres, no los conocí, no conocí sus rostros vivos, me deben la alegría de jugar con ellos», manifestó la mujer al señalar a los imputados sentados en el banco de los acusados durante la audiencia presidida por el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de Córdoba.
La mujer culpó a los represores por arrebatarle «violentamente la familia» y negarle «la posibilidad de crecer juntos».
Destacó además que su familia, particularmente sus abuelos, hizo odo lo posible para encontrar a sus padres. «Mis abuelos movieron cielo y tierra» afirmó y narró que según le contaron muchas veces, cuando acudieron al ya fallecido cardenal Raúl Francisco Primatesta, éste les dijo que «quizás fue un ajuste de cuentas o quizás se borraron. Yo sólo puedo rezar».
Su familia, dijo, tuvo que soportar robos, extorsiones y torturas psicológicas.
«De la Justicia espero mucho, lo que no me han dado en toda mi vida y no le han dado a mi familia. Estoy contenta por el ejercicio de civilidad y de que ellos vayan a ser juzgados, pero además les recuerdo que mis padres siguen desaparecidos. Entonces a ustedes señores jueces y a los funcionarios de la Justicia les exijo que los sigan buscando», pidió Paula Felipe.
También declaró Liliana Felipe López, tía de Paula, ambas residentes en México.
Ester Felipe era psicóloga.Trabajó en la maternidad de Córdoba y en el Hospital de Villa Nueva, entre otros. Luis Mónaco era periodista, camarógrafo y fotógrafo aficionado. Trabajó en Radio Universidad y Canal 10 de Córdoba. Fue delegado del Círculo Sindical de la Prensa de Córdoba (Cispren). Los dos militaban en el ERP.
La jornada de testimoniales concluyó con la declaración de Luis Goyochea, vecino del matrimonio de Mónica Protti y Enrique Guillén, ambos desaparecidos.
La audiencia continuará mañana con la recepción de nuevas pruebas testimoniales en el marco de este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 4 de diciembre del año pasado y acumula 16 causas que involucran a 417 víctimas, de las cuales 162 son sobrevivientes que testimonian a lo largo del debate oral y público.
Los delitos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.