La hipocresía de Obama: EE.UU. campeón de la guerra química y bacteriológica
Y eso que ni mencionamos el ántrax o carbunclo posterior al 11-S…
Escribe Montserrat Mestre: El Russia Today recuerda que los EEUU usaron armas químicas en Vietnam y recientemente en Irak. Pero hay más, mucho más. En tiempos de paz y sin que mediara ninguna declaración de guerra, los EEUU fumigaron China y Corea del Norte con la toxina Brucella en forma cristalina, que consiguieron crear en sus laboratorios de armas bacteriológicas. ¿El objetivo? Causar enfermedades incapacitantes a la población de esos países considerados enemigos para hundir su economía. El profesor canadiense Donald W. Scott en su libro The Brucellosis Triangle (Canada, 1998) escribe:
«En 1998, en Rochester, Nueva York, conocí a un ex militar, PFC Donald Bentley, que me dio un documento y me dijo: «Yo estaba en el Ejército de los EE.UU y fui entrenado en la guerra bacteriológica. Manejábamos tambores llenos de brucelosis, sólo que no era la brucelosis, era la toxina Brucella en forma cristalina. Nosotros estuvimos fumigándola sobre la China y Corea del Norte.» Me enseñó su certificado demostrando su formación en guerra química, biológica y radiológica. También me mostró 16 páginas de documentos que le dieron los militares de EE.UU. cuando fue dado de alta en el servicio. Vinculaban la brucelosis con la esclerosis múltiple, y declaraban en una sección: «Los veteranos con esclerosis múltiple, una especie de parálisis progresiva desarrollándose en un grado del 10% o más de discapacidad dentro de dos años después de la separación del servicio activo, debe presumirse que estáconectada el servicio para la compensación por incapacidad. La compensación es pagadera a los veteranos cuyas discapacidades se deben a actos de servicio.»
RUSSIA TODAY
EE.UU. condena el uso de armas químicas, pero las ha usado en varios conflictos
El supuesto uso de armas químicas el pasado 21 de agosto en las afueras de Damasco le sirve de argumento crucial a la Casa Blanca e incluso de causa moral para convencer a sus aliados de emprender una operación contra Siria.
Sin embargo, hace algunas décadas Washington tenía otro punto de vista sobre este tipo de armamentos. El uso del llamado agente naranja por los norteamericanos durante la guerra de Vietnam marcó para siempre a esta nación asiática. Entre 1962 y 1971 el Ejército estadounidense roció unos 70 millones de litros de esta sustancia sobre el país. La Cruz Roja de Vietnam calcula que hasta un millón de personas han quedado discapacitadas o tienen problemas de salud por el uso de estos agentes.
Durante la guerra en Irak, EE.UU. hizo uso de fósforo blanco, como reporta ‘The Guardian‘, además del extremadamente tóxico uranio empobrecido, cuya contaminación se expande por miles de años y provoca numerosas malformaciones. El auge del cáncer y la mortalidad infantil son algunas de las consecuencias que viven hoy en día miles de familias iraquíes tras la campaña norteamericana que se inició en 2003.
«No es un hecho excepcional. Cuando vas a la clínica para hacerte un chequeo ves a muchísimos niños con diferentes problemas en el sistema nervioso, con varios tumores en la cabeza, con cáncer«, relata Leila Jabor, madre de cuatro pequeños que han nacido con malformaciones congénitas.
Tomando en cuenta estos hechos, parece una paradoja que Estados Unidos siga siendo uno de los partidarios más activos de atacar a Siria por el supuesto uso de armas químicas.
Además de suponer una amenaza de prolongar el conflicto, varios analistas militares indican que los bombardeos a depósitos de armamento químico en Siria también podrían provocar una contaminación que tendría consecuencias desastrosas.