La realidad es invisible a los ojos

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Tal como lo recibí. Muy bueno.

 No puede ser que no lo vea

EDUARDO DE LA SERNA (SACERDOTE) / TIEMPO ARGENTINO

Debo estar inficionado de Cristinismo… porque no puede ser que no lo vea, y no puede ser que los medios mientan.Así como no pueden mentir con Lionel Messi y debe ser el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, aunque no gambetee defensores bolivianos, venezolanos o ecuatorianos.

Lo mismo, debe ser evidente que no hay libertad en la Argentina, y debe ser mentira que cuando manifiestan opositores a la presidenta Cristina Fernández se van tranquilos a su casa mientras en España o Chile los muelen a palos, lo mismo que en Córdoba. Es acá, no allá, que no hay libertad. Lo dicen los medios principales.

 
Debe ser evidente que no hay libertad de prensa, como lo dicen hasta el hartazgo, por eso los medios del Grupo Clarín no pueden hablar en contra de la presidenta y la revista Noticias no puede publicar tapas vergonzosas u ofensivas para la investidura presidencial.
 
Debe ser cierto que no se puede viajar al exterior, y que los aviones que van y vienen llenos de pasajeros deben ser de puros extranjeros, y los gritos, los «che» o los desprecios a los latinoamericanos deben ser burdas imitaciones, o propaganda del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
 
Debe ser cierto que estamos en una dictadura, porque lo dicen bien claro, y no hay división de poderes; seguramente que Daniel Reposo no sea el procurador general, que se debata en comisiones durante semanas los códigos civil y penal, la baja de edad de voto y tantos otros proyectos de ley, debe ser una clara pantomima.
 
Es evidente que debe haber automóviles que secuestran gente por todas partes, pero son disimulados y no los reconocemos.
 
Debe ser cierto que la libertad está conculcada, y los 0800, las escuchas ilegales, la UCEP, el Borda, los colegios intervenidos, los cierres de salas en hospitales, la invitación a denunciar tomas son mentiras del gobierno que calumnia y persigue a la oposición de la Ciudad PRO, precisamente porque no hay libertad.
 
Debe ser cierto que Cristina se enriqueció en la función pública, porque aunque presente año a año sus bienes para que todos opinen, y nadie decía nada de Carlos Menem o Fernando de la Rúa, lo cierto es que es rica. Y nadie puede decir que Mauricio Macri lo sea, o Hugo Moyano, o De la Rúa, o Menem, o Daniel Scioli, o Sergio Massa, o José Manuel De la Sota, o Romero, o tantos otros. Es evidente que la única rica es Cristina.
 
Y hay muchas evidencias más. Y me da rabia no verlas. Debo estar inficionado. Creo que deberé ir a la próxima marcha, ver canal 13 los domingos a la noche, escuchar radio Mitre y comprar Noticias, además de leer a Beatriz Sarlo, Joaquín Morales Solá y otros catequistas. No puede ser que no me dé cuenta de lo evidente.
 
¡Un psicólogo a la derecha!

 


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