La suerte de Clarín, en manos de un juez ultrareaccionario

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El juez Edmundo Carbone no es precisamente un carbonario, sino todo lo contrario. Tan reaccionario es que después de ser funcionario de las dictadura 1966-1973 (Onganía-Levingston-Lanusse), ya en democracia censuró a Tato Bores y prohibió la exhibición del laureado film La última tentación de Cristo, de Martín Scorsese. La Asociación de Madres de Plaza de Mayo advirtió que es Carbone quién debe «decidir la custión de fondo del artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual con respecto al Grupo Clarín». Mejor estar prevenidos.


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