La última (y al parecer definitiva) muerte de Osama Ben Laden
Por José Petrosino
En boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso (refrán popular)
Asistimos segunda muerte oficial (oficiosas hubo muchas mas) de Osama Ben Laden, lo que significará su retiro del servicio a los Estados Unidos, como hombre de carne y hueso hasta septiembre de 2001, como personaje virtual después.
La primera muerte del príncipe saudita conchabado por la CIA se produjo en algún momento entre los autoatentados a las embajadas de los Estados Unidos en Kenia y Tanzania y el 11-S de aquel año.
El abogado californiano del establishment republicano, Stanley Hilton (asesor del ex-precadidato Bob Dole y compañero en Harvard de los más conspicuos neoconervadores), en representación de familiares y víctimas de aquella terrible jornada, al presentar en 2004 una denuncia contra el presidente george W. Bush y su pandilla como autores mediatos, la fijò en 1998. La denuncia de Hilton fue tan sólidamente fundamentada como ignorada por las agencias noticiosas y los medios.
Así fue que a partir del 11-S (u 11/9, como la identifican los estadounidenses) nació el Ben Laden virtual, una creación hollywoodense de la CIA que hizo las delicias de los televidentes por años y tuvo también -como en la de ahora- oportunas «apariciones».
Verbigracia: en 2004, poco antes de la reelección de Bush, y para asegurarla. Ya que el haberle puesto como contra a un pianta-votos total como el aparato Kerry no era garantía suficiente de que el electorado no lo rechazara.
A partir de ahí Ben Laden fue desapareciendo de las pantallas, hasta que en 2007 nada menos que el presidente de Francia, Jacques Chirac anunció su primera muerte virtual «oficial»(hubo varias antes pero «oficiosas»), aduciendo informaciones de su servicio secreto.
Desde entonces, Osama (o su fantasma) desapareció de los lugares que solía frecuentar, con lo cual esa muerte en las postrimerías del gobierno de Bush parecía que sería la última. Sobre todo porque el dictador pakistaní Parvez Musharraf, acusado de haber participado en su primera y todo indica que real muerte, confirmó la noticia.
A partir de ahí, el personaje virtual que lo reemplazó en la pantallas de TV fue su segundo, también virtual, Al Zawahiri. Que dicen que fue asesinado con Ben Laden en 1998.
Ahora dicen los yanquis que mataron a Osama en un oportuno «tiroteo en una mansión s de Islamabad», y que tienen su cadáver. ¿Será su última muerte?.
Ya vivimos algo parecido con otro terrorista virtual que sirvió a las estrategias depredadoras del Imperio en Asia Central: el jordano Al Zarqaui, acusado de ser «el jefe de AlQaida en Irak», hasta que allá por el 2006 «lo mataron», también sorprendido en una vivienda donde dicem que se refugiaba. En Bakuba, 50 kilómetros al norte de Bagdad.
La «noticia» entonces fue que el FBI «confirmó» la identidad del cadáver «encontrado».
Pero he ahí que Al Zarqaui, había estado detenido en Jordania y tenía pedido de captura de ese país en Interpol, a la que Jordania había provisto las fichas dactiloscópicas del prófugo.
Interpol le pidió al FBI las impresiones digitales del supuesto Al Zarqawi asesinado en Bakuba para confirmar su muerte, pero los yanquis se negaron a entregarlas (esto lo confirmé con Interpol que publicó el pedido a los yankis en forma de comunicado). Ver comunicado de prensa de Interpol del 8/6/2006: «INTERPOL a la espera de las huellas dactilares para confirmar la identificación de Al Zarqaui», http://www.interpol.int/Public/ICPO/PressReleases/PR2006/PR200620ES.asp.
Ergo la muerte de Al Zarqaui fue una falsificación tan grande como las torres gemelas.
Como todo indica que lo es también la anunciada ayer por la noche. Ben Laden está muerto hace muchos años y nadie muere dos veces, excepto en Hollywood.